E D I T O R I A L

Lo mío y lo tuyo

La confrontación de ideas nos hace percibir nuestra individualidad, al igual que da la razón a la descripción de la persona humana como un “microcosmos”. Se podrá vivir en un mismo lugar manteniendo unas ciertas reglas e ideales de vida, pero manteniendo siempre una forma única de llevar la situación y de pensar –aunque sea en grado ínfimo- de otra forma. Cuando esto se lleva ante decisiones de vocación, ante la cosmovisión personal, ante las posturas radicales y vitales, se puede convertir en una verdadera batalla, pero también en una gran riqueza ante el intercambio de lo que la otra persona posee. La sabiduría consistirá en sopesar aquello que se me presenta, lo que yo mismo ofrezco y junto con la humildad el reconocer lo que se acerca más a la realidad, al bien y a la verdad. Esto es algo de lo que se carece hoy en día, porque por el contrario, se busca el imponer lo propio pues lo diferente es malo, es equivocado, y eso, no siempre es verdadero.

 

I N T E R – N O S

Nuevas autoridades

Terminada la Conferencia del Episcopado Mexicano, los obispos mexicanos han elegido al Cardenal Francisco Robles Ortega, Prelado de Guadalajara, como el nuevo Presidente de la Conferencia para el trienio 2012-2015 y también se han designado los nuevos cargos para las diferentes actividades episcopales. Sea para bien y que se dé a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César.

Que salgan hombres nuevos

Hablando de fortalecer las identidades, el presbiterio de Xalapa se retira a partir de hoy para llevar a cabo los ejercicios espirituales anuales. Es muy importante no perder el rumbo en medio de las actividades (o del activismo), de regresar a los orígenes de su consagración y el compromiso adquirido con la comunidad.

Nuevos tiempos

La postmodernidad hace cambiar los hábitos de las personas. Ahora estamos dentro del consumismo disfrazado de “reactivador de la economía”. Están bombardeando con compras y compras previas al aguinaldo para proseguir con los medios de comunicación que nos indicarán que la navidad es dar regalos donde nuevamente se irá a seguir comprando. No queremos ser “aguafiestas” sino apelar a actuar prudentemente.

 

Sacerdocio: una opción por la vida

POR RICARDO MORALES PÉREZ

El pasado 10 de noviembre, el Seminario Arquidiocesano de Xalapa recibió a los padres de aquellos jóvenes que se encuentran preparándose para llegar a ser sacerdotes. Ante ese relevante acontecimiento surgió la duda de saber, qué es lo que piensan los padres acerca de la decisión tomada por sus hijos, pese a que en la actualidad, la figura del sacerdote ha sido constantemente cuestionada y atacada por diversas personas o sectores sociales. Por tal motivo nos dimos a la tarea de preguntar: ¿Por qué dejar que mi hijo sea sacerdote?
 

Fam. Contreras Sánchez

“Porque el sacerdote es ese hombre que se consagrada a Dios, aquel que  sirve más directamente a las personas y a las  comunidades; un sacerdote es muy necesario en estos tiempos de poco acercamiento a la Iglesia, pues es un guía espiritual para todo cristiano. Creemos que nuestro hijo no se equivocó al escoger esa vocación, por ello lo apoyamos”.



Fam. Reyes Alarcón

 

“Porque consideramos que es un regalo el que nuestro hijo haya escogido el camino al sacerdocio. Esto nos tiene muy contentos, pues él pudo haber escogido otro tipo de vida, pero gracias al llamado de Dios y a  la fe que le hemos compartido, ha optado por la vida  sacerdotal. Ahora esperamos que sea un buen sacerdote”.

 

Fam.  Rodríguez Jiménez

“Porque como buenos padres de familia siempre buscamos apoyar a nuestros hijos, sobre todo cuando ellos toman libremente una decisión. Nos sentimos bendecidos al saber que él está en el Seminario y que más adelante podrá ser sacerdote, ya que lo más importante es que nuestro hijo se pueda realizar como persona, para que donde quiera que esté se encuentre a gusto”.

 
Fam. Téllez Ojeda

 

Porque viendo cómo se encuentra la juventud actual de inquieta y que continuamente se van por caminos que no son los correctos, pensamos que nuestro hijo, si se prepara bien, puede ser un buen sacerdote; en sus manos va a estar el apoyar a las nuevas generaciones que tanto necesitan de orientación. Pensamos que un  sacerdote es lo más provechoso para la humanidad”.

 
Fam. Lainez Ochoa

“Porque creemos que el mundo urgentemente necesita pastores que sacien la sed de Dios. Es una gracia muy grande que nuestro hijo haya decidido ser sacerdote, ya que nosotros nunca lo hemos obligado a que escoja algo que no quiere; estamos muy contentos por su decisión, pues de esta manera será evangelizador y guía de otras personas”.

FOTOGRÁFO: POR FRANCISCO CONTRERAS

 

Vínculos teóricos entre Filosofía y Teología

POR ALBERTO SERRANO LARIOS

En la Facultad de Filosofía de la Universidad Veracruzana se celebró un Coloquio que llevó por título “Vínculos teóricos entre Filosofía y Teología” del 12 al 14 de noviembre, con la finalidad de entablar diálogos entre distintas posturas de filosofía, así como de teología, sobretodo, católica y protestante. Además, es importante destacar la apertura, que en esta ocasión tuvo el Seminario Arquidiocesano de Xalapa para participar, tanto por parte de su Instituto de Estudios Superiores “Rafael Guízar Valencia”, desde la línea tomista, como del área de Teología, exponiendo temas de suma importancia y dialogando en un ambiente fraterno y respetuoso.

Cabe señalar que ya desde hace tiempo no se  había dado en la Facultad de Filosofía un evento de tal magnitud, en el cual se reflexionara sobre dos vertientes importantes dentro del pensamiento especulativo. En este espacio, además, se esclareció que no hay una oposición entre fe y razón como algunos piensan. Hubo mucha tela de dónde cortar, ya que los temas que se abordaron, por mencionar algunos: ética cristiana, mística, cristianismo eclesiástico y existencial, relación entre filosofía y teología, etcétera, sobrepasaron las expectativas de muchos de los asistentes, llevándolos a interesarse aún más en el tema y seguir cultivándose para poder ir descubriendo e interpretando la riqueza que entrañan estas dos ciencias.

Sin lugar a dudas, se cumplieron los objetivos que impulsaron la organización de dicho Coloquio, los cuales fueron principalmente: la integración entre las dos Facultades de Filosofía que hay en esta ciudad, las cuales, aunque comparten líneas de pensamiento distintas, están encaminadas hacia un mismo fin: “el amor a la sabiduría"; y, por otra parte, la relación que hay entre la filosofía clásica y la teología católica y protestante pues, a final de cuentas, a pesar de la gran diversidad de ideas y argumentos, todos ellos giran en torno a Dios, concebido de distintas maneras.

Enhorabuena, sigamos cultivando esta iniciativa para que continúe habiendo encuentros de dicha índole, y abriéndose el diálogo sobre temas en los que, aunque pareciera que ya se ha dado una superación sobretodo por la postmodernidad, todavía se pueden seguir encontrando nuevas directrices.

“Y así Yo, la energía ígnea, me oculto en estas cosas, y ellas arden por Mí, como la respiración continua mueve al hombre y como la llama es voluble en el fuego. Todas estas cosas viven en su esencia y no mueren, porque Yo soy la vida. También soy la Racionalidad, que tiene en sí el Aliento de la Palabra que resuena, por la que toda criatura fue hecha. Y la insuflé en todas las cosas de manera que ninguna de ellas fuera mortal en su género, porque Yo soy la Vida”. (Hildegarda de Bingen)

 

NUEVA SECCIÓN:

“Lo bello de la filosofía”

El arte en la liturgia

POR JOSÉ RAFAEL LUNA CORTÉS

         No resulta fácil abordar un tema tan complejo como es el del arte en la liturgia, sin embargo, al estar especificado por la relación con la celebración del Misterio Pascual de Cristo es posible ofrecer una pista de comprensión. La liturgia ha sido tradicionalmente un lugar de encuentro entre fe y belleza, entre el arte, que específicamente llamamos religioso, -y en palabras del Concilio Vaticano II- y su cumbre que es el arte sacro y la realidad del misterio de Dios que nos presenta. La Constitución sobre la Liturgia del Concilio Vaticano II nos dice que: “Estas, por su naturaleza, están relacionadas con la infinita belleza de Dios, que intentan expresar de alguna manera por medio de obras humanas. Y tanto más pueden dedicarse a Dios y contribuir a su alabanza y a su gloria cuanto más lejos están de todo propósito que no sea colaborar lo más posible con sus obras para orientar santamente los hombres hacia Dios”.

El arte en la liturgia tiene por consiguiente una finalidad muy precisa, la Iglesia “buscó constantemente su noble servicio, principalmente para que las cosas destinadas al culto sagrado fueran en verdad dignas, decorosas y bellas, signos y símbolos de las realidades celestiales”. Este último aspecto del arte como signo, nos hace recordar el concepto agustiniano de ‘sacrum signum’. Signo es toda realidad perceptible sensiblemente, cuyo sentido no se agota en su ser aparente sino que más allá de él apunta a otra realidad, y cuando se refieren a realidades espirituales –y este es el aspecto a remarcar- se les llama propiamente sacramentos. El ‘sacrum signum’ posee como función elevarnos a realidades espirituales sin que por ello nos salgamos de la misma realidad. La liturgia en cuanto tal no tiene la función de ser únicamente un contenedor de la realidad de fe, ni tampoco de momento de arranque para su conocimiento; constituye, por el contrario, el modo peculiar según el cual la realidad de fe se presenta y es percibida, y esto en cuanto realidad litúrgica, esto es, como salvación en dimensión simbólico-ritual; el dato (verdad) de fe se va haciendo, por así decir, bajo nuestros ojos realidad de fe (salvación en concreto). Es por medio de la realidad sensible y en ella donde la divinidad se hace presente, nos envuelve, impregna nuestra persona en su sensibilidad, es capaz de expresar lo que el lenguaje verbal no puede.

La belleza en la liturgia, por consiguiente, no se consigue rodeando la celebración de elementos estéticos, aunque sean necesarios, como una buena música para los cantos, una adecuada arquitectura para los espacios, etcétera, sino cuando cumple con su finalidad de ser mediadora de la presencia divina, la cual puede ser contemplada y vivida bajo la forma que eleva nuestros sentidos, y los hace vibrar en la vida divina que nos acercan. Bello es aquello que integra en sí mismo lo auténtico, lo propio de su ser, lo bueno, lo verdadero, que manifiesta y despliega hacia el exterior, por medio de una determinada figura o forma, hay en ella como un reflejar algo propio y al mismo tiempo algo que nos lleva a la nostalgia de lo que aun no podemos poseer y contemplar, pero que estamos llamados a poseer: la infinita belleza y bondad de Dios.

Al respecto la Instrucción General del Misal Romano, en el capítulo V que titula: Disposición y ornato de las Iglesias para la celebración eucarística, al hablar de la dignidad y belleza del edificio y de los objetos sagrados confirma cuanto venimos afirmando: “El mismo edificio sagrado y los objetos que pertenecen al culto divino sean, en verdad, dignos y bellos, signos y símbolos de las realidades celestiales”. Por consiguiente el arte y la belleza que implica están al servicio de las celebraciones litúrgicas en las que la comunidad cristiana vive la presencia de Cristo quien sigue llevando a cabo su Misterio pascual, de hacer de nosotros un pueblo santo y sacerdotal, y lograr una experiencia de fe que pueda configurarnos como testigos gozosos y creíbles del Señor Resucitado, como bien lo recuerda el Papa Benedicto XVI en este año de la fe.

 

ESTO YO NO LO SABÍA…

Revolución mexicana

POR DIEGO E. TÉLLEZ OJEDA

Se cataloga como la  primera revolución social del siglo XX. Esta lucha armada inició como una rebelión en contra de la dictadura de Porfirio Dí­az, quien ya tení­a más de 30 años en el poder. La Revolución va a culminar con la creación de la Constitución Polí­tica de  1917, reconocida por haber sido una constitución liberal-social y la primera de su tipo en el mundo que aún rige a nuestro México,  logro de los revolucionarios.

… PERO AHORA YA LO SÉ.

FRASE DE LA SEMANA

“Lo esencial surge con frecuencia al final de las conversaciones”

Cioran

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