E D I T O R I A L

 

México de todos colores

El noveno mes del año es considerado como “el más mexicano”, por obvias razones de sucesos en la historia del país que se conservan y utilizan de bastión en la identidad y unidad de un pueblo fragmentado por la adversidad. Lo anterior es motivo de aumento en las  ventas de objetos tricolores, de la masa, pozole y bebidas que alegran el espíritu para festejar el movimiento independista, iniciado, ni más ni menos que por un presbítero católico: Miguel Hidalgo, “El padre de la patria”. Este año queremos presentar, aunado a las banderitas de papel china, a la filosofía que se ha creado en México, y que todavía en nuestros días, sigue su producción. Que se vayan quitando las ideas incorrectas que sólo en Europa o en países desarrollados se han gestado los amantes de la filosofía que buscan encontrar el porqué de la vida. Modesta pero orgullosamente varios compatriotas han y siguen contribuyendo con esta ciencia. Con los nuevos rumbos que buscamos para nuestra facultad, no perdemos la esperanza, que en un futuro, uno de los alumnos egresados trascienda por su valiosa aportación.

I N T E R – N O S

Diretes

“América Latina es un continente con fuerza, valor y calidad, lamentablemente los latinoamericanos no lo saben y tiene su propia concepción de malos, tontos y pobres” estas fueron las palabra de Jacinto Choza catedrático de antropología filosófica en la Universidad de Sevilla, España. Pues… cuestión de enfoques, porque los mismos términos los utilizan en aquél país para referirse a su triste situación actual.

Más mexicanos en acción

Dicen que no hay discriminación, pero los 14º Juegos paralímpicos Londres 2012, a celebrarse del 29 de agosto al 9 de septiembre han recibido lo mínimo de cobertura. Ahí estarán compitiendo 81 mexicanos. La meta es superar las 20 medallas obtenidas hace 4 años. Los “atletas normales” han conseguido 62 medallas en todas las ediciones, mientras que los “paranormales” 252 sin contar los actuales juegos. Como México, no hay dos.

 

Que ahora sí, es la buena

Eso dicen las autoridades en un nuevo plan para acabar con el caos vehicular en Xalapa, que estudian en conjunto con expertos de Brasil, Colombia y Estados Unidos. Esto será posible en un periodo de 15 años. Para ese entonces se encontrarán con nuevos problemas que requerirán nuevas soluciones. No hay que ser pesimistas pero hay acciones que se pueden hacer desde hoy.

 

Sentimientos de una nación

 

POR SERGIO PÉREZ PORTILLA
 

 

Si de orgullo patrio hablamos, México es uno de los mejores ejemplos. Podemos estar que nos lleva el tren, podemos no tener ni para huevos –y ahora menos, ¿no?–, podemos no saber ni la letra de nuestro Himno nacional o el significado de los colores de la bandera, pero eso sí, septiembre nos gusta escribirlo con mayúscula porque es el mes de nuestra Patria. Banderas y banderines, pozole, sombreros y bigotes, desfiles, tequila y música nacida en nuestra tierra. De todo eso veremos y podremos disfrutar. Entonces surge la pregunta incómoda: ¿es correcto, sobre todo en los soles corrientes, festejar así nuestra identidad nacional? Permítasenos decir alguna palabra sobre tan acuciante punto.

Las culturas vecinas siempre generan influencias en nosotros, solo es cuestión de saber si es una influencia positiva o negativa, pero no se puede dudar de que quienes nos rodean nos influyen. Al mismo tiempo, hablando del patriotismo se nos ha henchido el pecho por la bandera tricolor, llevando no pocas veces a una idea errónea de la vida patriota. Se nos inculcó a dar la vida por la patria y su esencia, y nosotros redujimos todo a la vida física. Mientras muchos estarían sentimentalmente dispuestos a pelear contra el extraño enemigo que osare con sus plantas profanar nuestro suelo, defendernos hasta con piedras y palos, no nos damos cuenta de que estamos perdiendo la batalla desde el momento en el que adoptamos tradiciones que, no siendo malas en sí, van royendo nuestras raíces y secando nuestras flores. No todo es arma y violencia, también están la ideología y la música, el estilo mismo de vida. No es que alguna vez podamos ser invadidos, ¡ya estamos invadidos! De muchas maneras nuestra patria ya no es soberana.

Ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre, consigna la sabiduría del libro de las vivencias. Ni ser tan patriota que se llegue a ser fanático, ni ser indiferente que dé lo mismo lo que sea o lo que no. Porque somos seres que pertenecemos a un tiempo y a un espacio, y el tiempo es hoy, siempre es hoy, y el espacio es precisamente nuestra nación, una nación con identidad propia, con un color determinado y con corazones grandes y abundante bendición. Por supuesto, entonces, que debemos vivir nuestra independencia, pero ¿quién dijo que ya está hecha esta independencia, que ya no se puede perder, que ya no hay que luchar por ella? Nuestros padres comunes, aquellos que lucharon con su sangre, nos legaron la libertad. Y sin embargo, la libertad nunca está terminada. La libertad, al ser inherente al hombre, se convierte en un proceso que debe ser continuado, porque el hombre mismo es un hermoso, grande y misterioso proceso.

Que no se ensombrezca nuestro semblante, que no se frunzan los seños. ¡Por supuesto que podemos celebrar! ¡Por supuesto que podemos sentirnos orgullosos! Es solo que estos tiempos nos invitan a ir más allá, a llegar a la esencia de nuestra Patria, y celebrar lo que haya que celebrar, con gusto y con música, y de la misma forma recordar que seguimos en la lucha, no confiarnos a la palabra sino aferrarnos al hecho: si hay libertad, vivirla; si no, buscarla. Libertad de pensamiento, de expresión, de vida. Pero libertad que es madura y se compromete, no libertad que intenta ser egoísta y libertina. Ser libre no es hacer lo que se quiera, sino buscar lo que nos hace crecer en estatura, sabiduría, espiritualidad y solidaridad. Somos uno no por la Patria, la Patria es una por nosotros, cuando nosotros así lo vivimos. La Patria es una cuando los sentimientos de quienes la conformamos laten en sintonía unos con otros, con la conciencia más limpia, con el esfuerzo conjunto y con un amor sincero.

 
 

Alfabeta, ¿yo?

 

POR JUAN FERNANDO LUNA MELCHOR

 

El próximo 8 de septiembre se celebra el Día Mundial del Alfabetismo, por lo que muy probablemente se lleven a cabo actos protocolarios en explanadas públicas donde se pronuncien discursos destacando la ardua labor de los alfabetizadores, así como la realidad que impera en México en donde el 6.9% de la población que el INEGI considera como adulta y que corresponde a las personas de 15 años y más es analfabeta, según el Censo de Población y Vivienda 2010.

Para la UNESCO una nación es considerada libre de analfabetismo cuando solo tiene un 4% de su población en esta condición; por lo tanto, parece alentador el hecho de pensar que intensificando la labor de enseñar a leer y escribir se podrá disminuir el índice actual y será un problema menos en materia educativa para nuestro país.

Sin embargo, habrá que considerar que la Oficina Regional de Educación en la UNESCO para América Latina y el Caribe (OREAL), afirma que el analfabetismo se asocia a la falta de oportunidades de acceso a la educación, a la baja calidad educativa y a situaciones de repetición y deserción escolar, de tal modo que el analfabetismo considerado como “no saber leer y escribir” ha sido superado y es considerado como absoluto ya que ahora se incorpora el concepto de “analfabetismo funcional”, el cual consiste en que, sabiendo leer y escribir no se cuente con al menos 4 años de educación básica o haber desertado del sistema educativo.

Una persona alfabetizada “posee los conocimiento teóricos y prácticos fundamentales que le permiten emprender aquellas actividades en que la alfabetización es necesaria para la actuación eficaz en su grupo y comunidad, y que posee un dominio suficiente de la lectura, escritura y aritmética como para seguir utilizando los conocimientos adquiridos al servicio de su propio desarrollo y el de la comunidad”; este concepto fue acuñado en 1962, sin embargo, parece muy vigente.

Ahora bien, si lo anterior es lo que se espera de quien se dice “alfabeta”, sí hay mucho que celebrar el próximo sábado y también queda bastante por reflexionar y reconocer que aún hay sectores de la población en donde leer y escribir ya no es suficiente para una mejor calidad de vida, si a esto se suman las exigencias de la sociedad del conocimiento o de la información, entonces habrá que sumar nuevas exigencias a quienes cuentan con certificados de estudios expedidos por la Secretaría de Educación; es momento de celebrar que la alfabetización es prioridad en los programas de gobierno en el rubro educativo y en donde cada ciudadano mexicano puede atestiguar que las cifras proporcionadas en cualquier institución estadística acerca de la gran cantidad de alfabetas es una realidad.

 

 

NUEVA SECCIÓN:

“Filosofía hecha en México”

 

La filosofía mexicana: el cruce de la tradición universal y la tradición particular

POR RAMÓN LÓPEZ GONZÁLEZ

En el contexto de nuestro país se discute entre los especialistas si existe una tal <<filosofía mexicana>> o no, es decir, si es posible que la filosofía pueda tomar formas y modos tan concretos de una determinada cultura o si por el contrario, la filosofía debe atender a problemas universales sin importar su particularidad cultural, sus rasgos idiomáticos y las formas de vida de cada sociedad.

Considero importante exponer de modo breve lo que algunos filósofos han discutido entre el concepto amplio de <<filosofía>> y un concepto restringido. Por tanto, cada una de estas definiciones nos permiten entablar un diálogo entre la tradición universal de la filosofía occidental y la tradición particular de la filosofía en México. Y es que al parecer no hay problema alguno cuando se habla de “filosofía griega”, “filosofía francesa”, “filosofía inglesa” o “filosofía alemana”, pues existe una especie de acuerdo entre los estudiosos al clasificar de ese modo a la filosofía, sobre el entendido de que cada una de ellas responde a los problemas universales de la filosofía misma; sin embargo tampoco podemos negar que cada uno de esos problemas y el apelativo a una pretendida filosofía nacionalista también fue asumido –en mayor o menor medida- en su momento. Por otra parte existen muchos recelos cuando se habla de <<filosofía mexicana>>, en tanto que hablar de ella es pugnar por una filosofía que atiende a problemas y rasgos de su cultura y su lengua, tan particulares y relativos como los de cualquier otra, desvaneciéndose con ello el concepto estricto de la <<filosofía>>. Ahora bien, considero que no hay problema alguno en que el sentido del término amplio de filosofía atienda a los problemas que en su contexto y según su tradición van generando, al mismo tiempo que dicho concepto no carece de rigurosidad, solo que el concepto mismo de <<rigor>> es tan diverso que muchos no reconocen su multiplicidad en la esfera misma de la filosofía. De igual modo, la tradición filosófica en México no puede prescindir de la tradición filosófica universal, pues se hacen mutuamente y se nutren de un diálogo en donde de manera más socorrida en el presente nuestros autores van cobrando sentido y relevancia en el contexto general de la filosofía y no solo de su tradición particular. Por consiguiente, es justo hablar de una <<filosofía mexicana>> en el sentido anteriormente señalado. Pues los rasgos de nuestra lengua y de nuestra cultura nos permiten asumir los problemas generales de la filosofía de un modo peculiar pero sin detrimento del carácter universal en que todo problema filosófico es asumido, analizado y comprendido.

De tal manera es menester reconocer que contamos con una tradición filosófica en México bastante rica y poco conocida, con problemas filosóficos propios, reflexionados desde una lengua que permite el cruce de lo particular y lo universal como acontece en otros países.

 

 ¿Alfabetizando?

POR  ERNESTO MARTÍNEZ ROJAS
 

 

ESTO YO NO LO SABÍA…

Tres gobiernos, una reforma

POR SALVADOR ANDRÉS DOMÍNGUEZ LÓPEZ

Las Leyes de Reforma (nacionalización de bienes del clero, supresión de órdenes religiosas, separación de la Iglesia  del Estado, matrimonio y registro civil, profanación de cementerios y libertad de culto) no fueron fruto de un solo gobierno sino de tres (1855 a 1863): de Juan Álvarez, Ignacio Comonfort y Benito Juárez. Algunas leyes fueron dadas en el puerto de Veracruz.

… PERO AHORA YA LO SÉ.

 

FRASE DE LA SEMANA

“El hombre es lo que la educación hace de él”

Emmanuel Kant

 

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