E D I T O R I A L

Gracias a la vida

Que “el ser humano no debe estar solo”, ya lo sabemos, que “es por naturaleza un ser social”, también, ahora falta establecer ¿cómo son las relaciones que establece en la vida? Podemos irnos por diferentes caminos: por mera conveniencia cuando se requiere, por obligación cuando no hay otra forma de vivir o por amor que puede ser por pasión, simpatía, afecto, cariño, fraternal o de amistad. ¿Será necesario colocar un día en especial para hacer mención, resaltar y celebrar la amistad, siendo que es lo deberíamos hacer todos los días del año? Ciertamente que no, pero no se aumentarían las ventas, no se explotaría el sentimiento ni se tendrían motivos para organizar fiestas y reuniones. Así somos los seres humanos: debemos buscar entretenimiento. No queremos ser aguafiestas, de ningún modo, sino exaltar la amistad quitándole la carga consumista que arrastra. Gracias por todos los buenos amigos, son un tesoro que hay que cuidar y fomentar; gracias por los malos amigos porque nos proporcionan experiencias para no caer nuevamente; gracias por los amigos por conveniencia, porque nos dicen que tenemos muchas riquezas (humanos, y Dios quiera, materiales) y nos necesitan. Gracias a la vida por el don de la amistad.

I N T E R – N O S

La muerte nos ronda

La amistad se preocupa y cuida a quien amó. Este principio se encuentra en crisis cuando nos percatamos que en vez de eso, hay destrucción y muerte. Lo peor de todo es que de una forma o de otra, contribuimos. Olemos la muerte en nuestro ambiente: homicidios, egoísmos, bullying, defunciones por cáncer, por influenza, ¡vaya! ¡hasta las pobres vacas de la zona costera de Actopan se están muriendo!

Una vida mejor

En el día de la amistad nada mejor que ver la película “Una vida mejor”, versión pirata, donde narran lo que tiene que pasar un inmigrante mexicano trabajando en Estados Unidos. Todos a la expectación y esperanzados que Demian Bichir gane el Oscar a mejor actor. Esto traería el reconocimiento del pueblo mexicano y de nuestros paisanos. Lamentablemente ocurriría en el celuloide, pero en la vida real las cosas no cambiarían ¿o si?

El frío del corazón

El gélido ambiente llena las pláticas cotidianas ¡pobres europeos con tanto hielo! ¡todo por culpa del cambio climático! ¡a cuidarse de las enfermedades respiratorias!, etc. Que no se nos olvide también el frío del corazón que nos hace insensibles ante el trato (“pregúntenle al Gentleman de las lomas” y gente por el estilo) y las necesidades de quienes nos rodean y de quien nos encontramos (los niños de la calle, los enfermos, y sin ir muy lejos, nuestros familiares).

La amistad, expresión  de la  plenitud  humana

POR FELIPE MORENO MUNGUÍA


La amistad es un tema que por lo general no es extraño a nadie, ya sea porque se ha experimentado como tal, o se ha escuchado hablar de ella. Un punto esencial de la amistad es que para poder definirla primero hay que vivirla; ha interesado a los mejores pensadores, puesto que forma parte de la riqueza misma del hombre; filósofos como Cicerón, Sócrates y Aristóteles la abordan de una manera detallada con el fin de tener más claro todo el contexto que gira en torno a ella.

Aristóteles dedica los libros VIII y IX de la Ética a Nicómaco al estudio de la amistad, afirma que se trata de una virtud o que va acompañada de una virtud que consiste en querer, además de ser necesaria y bella. En el mismo texto hace la distinción de tres tipos de amistad: a) amistad perfecta, b) amistad por interés y c) amistad por placer; por sentido común podemos inferir que las dos últimas clases de amistad son imperfectas, por esta razón son fáciles de disolver, cuando no son útiles o agradables el uno para el otro, la amistad desaparece.

Las condiciones que son necesarias en una verdadera amistad son: el amor,  que consiste en querer lo mejor para el amigo, nunca busca el bien propio, al contrario busca el progreso de las dos personas; otro elemento es el respeto que se debe a todo hombre por su dignidad de ser persona; la confianza, pues por medio de ella se expresa lo que se piensa, se siente y esto ayuda a que se crezca en la confidencialidad, como en las relaciones interpersonales; y la última condición es la estabilidad, que consiste en el amor que se debe manifestar todos los días, debe estar sostenido para que al llegar los problemas no haya división. Todos en la vida necesitamos a un amigo que nos entienda, escuche y comprenda. En definitiva, la amistad se cifra en un crecimiento moral que es facilitado a las acciones que ordena, los actos de esta virtud consisten en la cooperación que implica igualdad.

La verdadera amistad es aquella que destaca el bien que se encuentra en la persona humana como bien final, es decir, al hombre se le quiere porque es bueno y el bien se quiere porque es humano. Es aquí donde se ve reflejada la expresión de la plenitud humana, porque se es capaz de salir al encuentro del otro y reconocerlo en sí.



FOTÓGRAFO: POR JOSÉ RICARDO RODRÍGUEZ

Igualdad de oportunidades

POR SOFÍA GALLARDO


            Hablar de la mujer en la época actual  es sin duda hablar de una mujer  distinta a la de hace siglos, pues si bien se han dado cambios sustanciales en su presencia por el mundo, el impacto que deja día con día en cualquier ámbito: educativo,  político, económico, científico, filosófico, etc., demuestra que ha salido de la burbuja que la contenía para señalarla como  solo “una acompañante” del otro género humano existente en la faz de la tierra: masculino.

Muchas mujeres se han dado a la tarea de sacar del anonimato su género, tal es el caso de Emily Wilding Davison,  activista británica  que en 1913, como acto de  búsqueda entre la igualdad de hombres y mujeres, optó por echarse frente al caballo del rey Jorge V; acción que la condujo a la muerte, pero  que, sin duda la convirtió en mártir a favor de la equidad.

Sin embargo, referirnos a las posturas que adoptan hombres y mujeres para defender sus derechos no es sinónimo de conflicto o lucha entre ellos, o al menos no entre la mayoría, sino de una constante que desea hacer posible la igualdad de oportunidades para todos. Pues en ausencia de uno vemos que el otro debe fungir su papel. Ejemplo de ello es que en el comienzo de la Primera Guerra Mundial, en Europa, la milicia reclutó a la mayoría de los hombres ocasionando que fuesen las mujeres quienes efectuaran sus labores: trabajo, entretenimiento, educación, etc.  La mujer había pasado a realizar el papel “del hombre” en la vida cotidiana.

Estas posturas o movimientos culturales muchas veces son mal encaradas por algunos, pues la ignorancia nos lleva a una mal interpretación de la ideología de quienes la hicieron posible. Tal es el caso del feminismo que a menudo la utilizamos para referirnos al opositor del machismo, cuestión que no es posible porque el machismo es la creencia de la superioridad del hombre ante la mujer, y el feminismo es un movimiento que tiene como objetivo la igualdad entre hombres y mujeres. Si nos refiriéramos a la creencia de la  superioridad de la mujer ante el hombre, hablaríamos de un “hembrismo”.

Seamos, de verdad, seres conscientes, pues antes de mencionar que se halla cierta superioridad en algún género de la especie humana, recordemos que son eso, una misma especie. Hombre o mujer, niño o niña, anciano o anciana, nos hacen mención de un mismo ser: persona. Y el hecho de aún hallar discriminación no solo de género, sino  de clase o raza, es por un eterno retornar a la misma ignorancia y mediocridad que lo hacen posible: si hemos de saber que somos distintos, deberíamos también tener presente que compartimos una misma esencia.



FOTÓGRAFO: POR JOSÉ RICARDO RODRÍGUEZ

A más de dos siglos de la muerte de un estoico

POR FRANCISCO ONTIVEROS GUTIÉRREZ


         La historia de la filosofía tiene entre sus agremiados personajes con las más variadas personalidades y tipos. Encontramos desde los que acabaron locos, los que filosofaron para sobrevivir, quienes lo hicieron por gusto y  hasta los que usaron la razón para encontrarse con fenómenos sublimes; dentro de ellos encontramos a  Emmanuel Kant, de quien  mucho se ha hablado; de hecho, es un punto referencial dentro de la historia del saber humano, tanto por su lenguaje complejo cuanto por sus arduas obras, pero sobre todo, porque, como pocos, realmente vivió de acuerdo con lo que creyó. Así vemos en Kant un prototipo de pensador, apodado por sus conciudadanos, dada su exigencia y rigorismo, “el reloj de Königsberg”.

         Nació el 22 de abril de 1724 dentro de una familia de fanáticos pietistas (movimiento religioso alemán que pretendía regenerar el espíritu de la Reforma mediante la vuelta a la Biblia y con frecuentes reuniones comunitarias de meditaciones y acciones de gracias). Su familia era de condición muy humilde: su padre, Johannes George Kant, era guarnicero, y su madre, Regina Reuter, una gran mujer que murió cuando él tenía 12 años y de quien aprendió la fidelidad al deber. Tuvo 11 hermanos de los cuales 6 murieron apenas nacidos. Del resto de sus hermanos, uno se hizo pastor y una era trabajadora doméstica. (Sus padres y su preceptor querían hacer de él también un pastor).  El magister elegante”, como le apodaban sus alumnos, era de complexión enfermiza y de menos de mediana estatura. Su pecho hundido, su voz débil. Sobre su pequeña cabeza sorprendían una frente ancha y arqueada, de penetrante mirada con incomparables ojos azules. Su cabello era rubio, el color de su rostro era fresco y todos sus sentidos finos y muy despiertos, aún en los últimos años de su vida. Siempre vestía con pantalón corto y medias (propias de los hombres de buena condición), gustaba también de usar prendas de vestir elegantes, discretas y entalladas, mismas que lo hacían lucir atractivo para las mujeres, quienes en algunas ocasiones le manifestaron directamente su amor.

            El chino de Königsberg”, como peyorativamente le apodara Nietzsche, era audaz, seguro, feliz y modesto, sereno y estoico, ingenioso y agudo. Con una memoria viva, fiel y amplia. Gran interesado por los problemas de su tiempo y ávido lector de noticias escuetas. Moderado y amante del orden. Era leal con sus amigos, como maestro era cálido e interesado por sus alumnos, como compañero era entretenido (nunca hablaba de sus logros filosóficos).

          Su muerte, aquel domingo 12 de febrero de 1804 después de las once de la mañana, fue la última manifestación de la manera tan estoica en la que se puede vivir; excéntrico en la manera de vivir, dar clases, dormir, convivir e incluso en su modo de firmar, es hoy un pilar fundamental de la filosofía; más aún, se ha llegado a suponer que después de él nihil novum sub sole. Así fue este filósofo, cuya savia queda como el reflejo más grande de la manera en la que la filosofía nace de la vida diaria y repercute siempre en ella.





“Estos sí son amigos”

POR ERNESTO MARTÍNES ROJAS



ESTO YO NO LO SABÍA…

POR LUCIO ALBERTO ALARCÓN SÁNCHEZ

San Valentín fue un sacerdote de Roma, que arriesgaba su vida para casar cristianamente a las parejas durante el tiempo de la persecución del emperador Claudio II. Entregó su vida en el martirio, que es la máxima manifestación del amor, en el año 269 d. C. El amor de este santo sacerdote por Jesucristo y por defender el sacramento del matrimonio, nos inspira a elevar el amor a Cristo. Es considerado patrono de los enamorados.

…PERO AHORA YA LO SÉ

FRASE DE LA SEMANA

“La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas”

Aristóteles

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