E D I T O R I A L
Ser o no ser
Somos testigos de tan funestas noticias en la nota roja de este periódico sobre los trágicos suicidios que se suscitan en nuestra ciudad y otros lugares. ¿Tan dura está la vida que no hay otra solución? No juzgamos ni pretendemos hacerlo, pero traemos este acto para comentar la existencia de la persona humana. ¿Por qué vivimos? ¿Por qué no de otra forma? ¿Por qué sufrimos? ¿Por qué las desigualdades, enfermedades, injusticias, calamidades y destrucción? ¿Por qué no programar y realizar una vida libre de todo aquello que quita la paz y tranquilidad? Desgraciadamente no podemos librarnos de lo anterior, que forma parte de este mundo, tampoco se trata de conformarse ante la impotencia de no transformarlo, mucho menos de verlo como parte de un plan en el que hay que sufrir para después alcanzar la gloria. En medio de todo esto ¿Cuál es el sentido que le damos a nuestra vida? ¿Qué nos motiva? o mejor, habría que preguntarse antes ¿Tengo una motivación en la vida? Partiremos que no existe la vida ideal, hay que tomarla con sus bondades y sus sinsabores, pero esto externo no debe llevarnos o arrastrarnos, caeríamos en el sin rumbo en medio de tantas corrientes. Es mejor el ser que el no ser, el existir que el no existir. Si vivimos es por algo, si existimos es porque se nos ha permitido. Aprovechemos el momento porque sólo se vive una vez.
I N T E R – N O S
Listos para…
La semana pasada fue organizada la jornada de estudio para dar un repaso a las materias de Moral, Derecho canónico y Pastoral para los Señores Diáconos que pronto serán ordenados como Presbíteros. Este curso, organizado por el Dr. José Luis Alvarado Jácome, formador del Seminario Mayor, sirve para regular los conocimientos ya adquiridos durante la etapa de formación y capacitar para ejercer la cura de almas mediante la Confesión sacramental. Es importante que los sacerdotes confesores sean sabios y tengan una metodología que ayude a resolver problemas morales. No basta con tener una buena intención y dar consejos de acuerdo a lo que se piensa, hay que saber dar buen uso a la ciencia teológica. Desde luego que la gracia divina es quien hace todo en la confesión pero hay que convertirse en un buen instrumento para ella.
Tras 93 años
En el jueves de Corpus Christi es costumbre salir en procesión con el Santísimo sacramento por las calles aledañas a Parroquias y Capillas. Esta usanza no es posible en algunos países donde existe represión ideológica y no permiten manifestaciones religiosas públicas. En otros más, como en Rusia, la situación va mejorando. En la ciudad de San Petersburgo después de 93 años por fin efectuaron la procesión de Corpus por las principales avenidas de esa ciudad. Un verdadero logro en la concordia y el respeto por el credo personal. Esperemos que en nuestra nación no se prohíba la libertad de culto y expresión, es un derecho innegable.
¿Tiene sentido nuestra existencia?
POR IGNACIO LAGUNES CARRERA
La pregunta del título guiará nuestra reflexión, pero antes es preciso señalar a qué nos referimos con ella. Seguramente, todos hemos tenido, tenemos o vamos a tener la tentación de creer que la vida es absurda. Es así como surge la interrogante por el significado, la dirección y lo paradójico de la existencia.
Las preguntas siempre surgen de las dudas y la duda es la vacilación o inestabilidad de la mente ante dos juicios que son diametralmente opuestos. Son así, las experiencias adversas las que provocan inestabilidad respecto al significado auténtico de la vida humana.
El hombre se nos revela esencialmente como alguien que existe junto a otros en el mundo, para realizarse personal y comunitariamente, buscando la verdad y los valores, y construyendo un mundo más humano. Las interrogantes nos surgen de la experiencia del fracaso y la derrota en este proceso de realización humana. Por eso para descubrir el sentido de nuestra existencia tenemos que hacer frente a los límites de la misma.
Englobaremos todos los obstáculos que se nos presentan en tres términos: fracaso, mal y muerte. Para Karl Jaspers, el fracaso se experimenta cuando el hombre se encuentra cara a cara ante los límites insalvables de la existencia, tales como el dolor, el sufrimiento y la muerte. La existencia humana es como un largo viaje que se encamina inevitablemente hacia el naufragio. Por su parte, el término mal tiene un sentido más general e indica toda forma de dolor, límite y sufrimiento, además refleja un juicio valorativo respecto a una situación que no es lo que debiera ser.
La muerte es el problema más radical de nuestra existencia porque se nos presenta como el fracaso total: pone en jaque tajantemente toda la existencia humana. ¿Qué sentido tiene todo lo que hacemos si estamos condenados a perecer para siempre? Todas nuestras conquistas se desvanecen y desmoronan ante la experiencia de la muerte. ¿Qué puede hacer el ser humano ante estas situaciones? Tal parece que la única vía para salir de ello es la fe religiosa.
Que la muerte sea una dimensión constitutiva de la existencia del hombre no nos autoriza a interpretarla o considerarla como el ápice de lo humano. La muerte es sencillamente el ser en su final. ¿Es, pues, absurda la vida? La muerte no expresa con evidencia lo absurda que es la existencia. No se puede decir que la muerte ponga radicalmente entre paréntesis el sentido de la vida. Resulta claro además que la vida no se vive espontáneamente como absurda, al contrario se vive como algo que tiene sentido. De hecho, se ama, se favorece a los demás, se crea justicia, se ejerce libertad, se promueve la investigación científica, etcétera. Podemos vivir la vida con sentido aunque la muerte siempre este a la vuelta esperando.
El existencialismo de hoy
POR PABLO MARTÍNEZ MARTÍNEZ
A lo largo de la historia de la filosofía se han ido desarrollando diversas corrientes y sistemas que intentan dar respuesta a las diversas cuestiones que el ser humano se plantea sobre el mundo, Dios y sí mismo, obteniendo como resultado una ideología propia, un pensamiento que etiqueta a cualquiera que haga uso de este como filosofía de vida. Tal es el caso de la filosofía existencialista, la cual intenta responder a las preguntas ¿de dónde viene el hombre? ¿para qué ha sido enviado al mundo? ¿qué sentido tiene él aquí? ¿por qué y para qué existe? Con estas cuestiones quiere resaltar el sentido de la presencia del hombre en este mundo.
El existencialismo cuenta con diversos filósofos que respaldan esta filosofía, mismos que aportaron mucho de su pensamiento para dar un nuevo sentido al hombre en el mundo. Algunos como Jean Paul Sartre, Gabriel Marcel, Martin Heidegger, Soren Kierkegaard y Friedrich Nietzsche, creyeron que sus aportaciones eran bastas para explicar la existencia del hombre, sin embargo, cometieron el error de limitar a la humanidad quedando totalmente explicada y sin más que decir sobre ésta; lo que produjo un reduccionismo del ser humano, creyendo haberlo explicado con pocas palabras.
La verdad es que hablar de existencialismo o de maneras de existir en nuestros días es algo muy subjetivo y relativo, ¿por qué? Porque a pesar de que nos encontramos en el mismo mundo y universo, las vidas de los hombres toman diversos cursos. Sirva de ejemplo para ilustrar nuestro tema la manera de vivir o existir de un hombre que a lo largo de su vida ha sufrido mucho, ha tenido diversos problemas de todo tipo y se encuentra en la desesperación; por otro lado un hombre a quien la vida le ha sonreído, vive en paz y goza de total y plena tranquilidad; ¿acaso tendrán la misma concepción de la vida? por supuesto que no. No es la misma concepción que tienen de la vida los japoneses, recientemente afectados por la naturaleza, a la de los estadounidenses que no padecieron tal catástrofe.
La existencia cobra un sentido diferente según la experiencia de cada persona y de cada comunidad. Aquí en nuestro país no se vive ni existe de la misma manera que en algún otro país que goce de menos violencia e inseguridad que el nuestro. El existencialismo no se puede poner la misma plataforma para todos los seres humanos puesto que cada persona vive de manera diferente según su entorno.
Cambios en la Catedral
POR MARIO ALBERTO CERDÁN SALAS
El viernes 17 de junio a las 20:00 hrs. el Padre Rafael González Hernández tomó posesión como párroco en la parroquia de la Inmaculada Concepción –Catedral de Xalapa-, hecho que contó con la presencia de cientos de fieles, una veintena de sacerdotes y Monseñor Hipólito Reyes Larios, arzobispo metropolitano. El mitrado primeramente agradeció con los fieles de Catedral el trabajo y la dedicación pastoral del Padre Quintín López Cessa, quien estuvo al frente de este oficio por casi dieciséis años, y le encomendó actualmente la Parroquia de San Jerónimo en Coatepec. Al dirigirse al padre González le encomendó nuevas tareas pastorales, entre las que destacan: la difusión y acompañamiento en la devoción a san Rafael Guízar por parte de los fieles; el comienzo del proyecto de la Iniciación Cristiana para Adultos; la reubicación de las criptas episcopales; la remodelación y mantenimiento del interior del templo catedralicio; la utilización y conservación de los antiguos confesionarios; así como la administración de los sacramentos, la impartición de las catequesis, la atención y apoyo a los grupos, movimientos, caminos y asociaciones que integran la parroquia. Para lo cual se anunció la colaboración próxima de dos vicarios parroquiales que ayudarán en la nueva misión encomendada.
ESTO YO NO LO SABÍA…
¿Zanahorias negras?
POR ROBERTO C. CANO MOTA
Hablando de las diferentes formas de existencia, las zanahorias no siempre han sido color naranja. La prueba más antigua que se conoce del uso de zanahorias por parte de humanos, en Afganistán, data del año 3.000 a. C. Aquellas zanahorias eran de color púrpura por fuera y amarillas por dentro.
Más tarde, cuando los comerciantes árabes extendieron la semilla de zanahoria por Asia, África y Arabia, surgieron variedades con diferentes tonos de púrpura, blanco, amarillo, verdes e incluso negro.
… PERO AHORA YA LO SÉ
FRASE DE LA SEMANA
“Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es”.
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