DOMINGO 10 DE ABRIL
E D I T O R I A L
Hablar por hablar
En esta época donde todo mundo habla por hablar y escribe por escribir, puede ofrecerse una frase de Ortega y Gasset: el mejor acto de caridad que puede hacerse es quedarse callado. Si es verdad que se defiende la libertad de expresión también es cierto que debería hacerse de una manera reflexionada, apegada a la verdad y con una metodología que adecuadamente nos haga colaborar para lograr un mundo mejor. Tampoco se puede defender ese dicho de mi verdad es mi verdad y tu verdad es tu verdad, caeríamos en un relativismo dañino para los lazos y la convivencia social. Los jóvenes, próximos egresados de la facultad de filosofía, fieles a la metodología propia la van desarrollando para saber dialogar con los tiempos actuales, descubriendo en ello las partes que pertenecen a nuestra naturaleza humana y cuáles se van añadiendo por intereses personales. En esta ocasión presentamos tres trabajos más, cada uno tomando a un autor para posteriormente elaborar una propuesta que ayude a crear a la humanidad para no dejarla perder como arena entre las manos.
I N T E R   N O S
México cristiano
Nos dimos a la tarea de consultar directamente en la página web del INEGI las cifras que han causado revuelo en algunos círculos de México respecto al porcentaje de católicos. Encontramos lo siguiente comparando los datos de dos censo: del 2000 y 2010: Con respecto a la población en general se pasó de 97.5 millones a 112 millones de mexicanos, de los cuales en el 2000 había 74 612 373 que profesaban la fe católica y para el 2010 se contabilizó a 84 217 138 católicos, se pasó de un 92% a un 89.3% de la población. Los mexicanos que profesan una religión no católica eran 6 466 522 en el año 2000 y para el 2010 tuvieron un crecimiento a 10 076 056, es decir, pasaron de 4.5% a un 10.7 % de la población. Los que no tienen religión contabilizaron en el 2000 unas 2 982 929 personas y para el 2010 aumentaron a 4 660 692, se pasó de un 3.5% a un 4.9%. Así concluimos que en esta última década la religión católica aumentó 10 millones de fieles, y entre la población no católica y sin religión aumentaron 6 millones. Aunque en porcentaje se encuentra una disminución con respecto al total de la población, en realidad tuvo un incremento respecto a la cantidad de censados. Cabe mencionar que no fueron tomados en cuenta los menores de 5 años, pertenecientes a estas familias.
Libres de humo
Nos unimos a la propuesta de Ley de Protección contra la exposición del humo de tabaco presentada al Ayuntamiento y que puede llevar a la vanguardia a solucionar en nuestra ciudad este problema de salud. Según rumores no ha sido tomada en cuenta, hacemos votos y expresamos públicamente nuestro beneplácito al emprender acciones que ayudan a hacer posible el bien común.
Filosofía de la familia y el matrimonio
POR LUIS MARIO ROMÁN GARCÍA
En nuestros días, hablar de unión conyugal para muchos resulta un tema pasado de moda, para otros implica miedo por la responsabilidad que se contrae, y para otros más, una cierta indiferencia, incluso llegan a pensar que el matrimonio es cualquier unión entre dos personas aunque sean del miso sexo.
En esta realidad, hasta se llega a suponer que la Iglesia o el Estado impone los fines del matrimonio, los cuales son: la mutua ayuda y perfeccionamiento de los cónyuges como fin primario; la procreación y educación de los hijos, como fin secundario que de sí pertenecen a la impronta natural.
Francesco D’Agostino, filósofo, profesor y periodista italiano, en su obra “Filosofía de la familia”, nos proporcionan los elementos necesarios para demostrar que en nuestra sociedad el matrimonio es uno e indisoluble y que es la base de la familia.
La causa eficiente del matrimonio es el mutuo consentimiento de voluntades de los cónyuges, ese consentimiento es el acto de la voluntad por el que ambas partes dan y aceptan el derecho propio y el amor exclusivo de la otra persona que es amada. Esta unión está fundada en una decisión racional y no en el instinto y la pasión, por ello, su causa es un acto espiritual que es capaz de efectuar la unión de varón y mujer para siempre, y realizar la vivencia de un amor esponsal.
La unidad e indisolubilidad se fundamentan en la realización de los fines del matrimonio y en la misma naturaleza de éste. La unidad implica que el ser humano únicamente se puede unir en matrimonio con una persona a la cual le entregará todo su ser, esto lo realiza por amor y, por consiguiente, si existe una totalidad de entrega, no aceptará terceras personas en su relación, porque el amor no es divisible.
La indisolubilidad consiste en que esta unión que se ha efectuado, libre y voluntariamente, no tiene manera de ser disuelta ni por la ley positiva ni por los esposos, porque el bien de la naturaleza prevalece sobre el bien individual. De tal manera que cuando los cónyuges se unen por el vínculo matrimonial es con una sola persona y para toda la vida. Como dice Francesco D’Agostino: “El matrimonio no es sólo el encuentro de dos cuerpos, sino de dos almas que se unen”. Un encuentro que el Derecho protege, y que la Iglesia incluso honra como sacramento, es una realidad de encarnación.
Mounier y la defensa de la dignidad personal
POR JOSÉ LUIS GALÁN CERVANTES.



Uno de los fenómenos actuales que afectan a nuestra sociedad es la pérdida de valores. Desafortunadamente nos situamos en una época en la que es muy común apreciar: la desintegración familiar, la prostitución y drogadicción, guerras con un sin fin de inocentes muertos, la contaminación que acaba con el planeta ó el querer legalizar el aborto. ¿Qué lugar se le está otorgando al derecho a la vida? ¿qué pasa con el valor de la dignidad que cada ser humano posee? ¿cuál es el futuro que le espera a las nuevas generaciones?
Frente a esta realidad social y ante estas interrogativas, nos parece oportuno citar la filosofía personalista de Emmanuel Mounier en su obra: Manifiesto al Servicio del Personalismo. En el capítulo 1 tiene como fin rescatar el valor fundamental de la dignidad de la persona atropellada por el marxismo y el capitalismo, donde el valor se deposita en la producción, no en la persona. Pues ésta es considerada una maquina productiva que a los ojos de la sociedad había perdido el valor de su dignidad.
Ante este fenómeno de deshumanización, Mounier, en el capítulo II, ofrece una forma diferente del concepto de persona mediante una descripción: es un ser sociable por naturaleza que actúa con libertad y autonomía, creada para vivir en relación, con capacidad de trascendencia y con acceso a un mundo de valores que la definen como persona; posee una dignidad como principio ético que le hace ser en sí misma un valor absoluto, goza de una vocación a la que se inclina por naturaleza: ser persona, y posee una capacidad de apertura y donación que la hacen apta para poder transformar la realidad social. Esto es lo que le hace ser distinta de cualquier otra realidad material.
Por lo tanto, no es lícito cosificar a la persona o tratarla como objeto de producción o de consumo, se necesita liberarla de las garras del individualismo que hace que se recree en sus propios gustos y placeres perdiéndose en una vida sin sentido,  olvidándose de alcanzar la estatura para la que ha sido creada.
Es urgente que en la realidad del mundo actual, se escuche su grito que clama desde su esclavitud y privación de sus derechos, el auténtico reconocimiento y valoración de su dignidad. Sólo aquel que es consciente de lo que es, es capaz de transformar una sociedad individualista en un universo de personas.
 La libertad
DESDE LA FILOSOFÍA DE SAN AGUSTÍN
POR HÉCTOR CORTÉS CID
Económica e ideológicamente, hoy existe una dependencia de los países más débiles respecto de los más fuertes. Las decisiones que el mismo hombre toma no son realmente libres sino que se ven limitadas o coaccionadas por asuntos políticos, económicos e ideológicos.

Surgen entonces varias interrogantes: ¿Qué es realmente la libertad? ¿Por qué estoy sujeto a normas -como la propia cultura- que me regulan, y que me dicen cómo comportarme y que no me hacen elegir todo lo que quiero? ¿Qué debo hacer para alcanzar la felicidad? 
Es oportuno ensayar una respuesta y presentar un punto de vista desde la filosofía de san Agustín.  En la obra Del Libre Albedrío, expone la importancia que tienen las facultades propias del hombre -la inteligencia y la voluntad- en el acto de elegir; además presenta las condiciones de posibilidad para que el hombre ejerza su libertad cabalmente.
Es indispensable, para hacer una elección, conocer y querer aquello que se conoce. El conocimiento comienza desde los sentidos hasta llegar al conocimiento puramente intelectual y abstracto. Es en el conocer (acto mismo de la inteligencia)  que el sujeto ve lo que es bueno, lo que es agradable.
La voluntad depende de la inteligencia directamente y, además,  fundamenta la libertad en el actuar. La inteligencia es la que presenta a la voluntad el bien y ésta tiene la capacidad de aceptar, rechazar y/o elegir entre las opciones que le son posibles, por un acto de libertad. Entonces, la auténtica libertad consiste en elegir el mejor de entre los diversos bienes presentados por la inteligencia. De aquí se sigue que la libertad humana, en el pensamiento agustiniano, no es absoluta, ya que está condicionado y limitado en cuanto a lo que le es presentado como bueno en la  elección.
El hombre, en definitiva, actúa por iniciativa propia, atendiendo a lo que está en su inteligencia y la voluntad lo lleva a actuar con plena libertad. De este modo aunque el ser humano esté afectado por su contexto, su voluntad libre siempre le permitirá elegir lo que se le presenta como un bien y determinarse a hacerlo, conquistando así su felicidad aspirando a unos valores más altos como son los  espirituales y éticos. Todo esto, para  llegar  al valor supremo, al bien infinito y verdadero, es decir, Dios.

 Temas interesantes y actuales

 EN ESTA ocasión los alumnos del Instituto de Estudios Superiores de Filosofía “Rafael Guízar Valencia”: Luis Mario Román García, José Luis Galán Cervantes y Héctor Cortés Cid, nos presentan sus tesinas que nos hablan acerca del matrimonio, la dignidad de la persona y la libertad de elección respectivamente.

ESTO YO NO LO SABÍA…
Tomás Moro: mártir
POR ALFREDO  GONZÁLEZ COCOTLE
Al no aprobar el matrimonio del Rey Enrique VIII y por mantenerse fiel a la Iglesia Católica, murió decapitado el  6 de Julio de 1535 en  Londres. Fue  canonizado el 1935 por el papa Pío XI. Sus últimas  palabras fueron: “Muero siendo el buen siervo del rey, pero primero de Dios”.
…PERO AHORA YA LO SÉ

FRASE D ELALSEMANA
“Aprender es descubrir lo que ya sabes. Actuar es demostrar que lo sabes”.
Richard Bach

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