Domingo 24 de octubre de 2010

E D I T O R I A L
¿Cómo le haría el Obispo misionero hoy?

No sabemos cómo le haría el Obispo misionero en la actualidad, pero no dudamos que su ingenio le dictaría nuevas medidas. Nos consta que preparaba las misiones con antelación y que mandaba cartas invitando a las personas señalando el día y la hora de sus predicaciones. Y nos consta que pintaba las gallinas y preparaba las estampas para que los niños asistieran al catecismo. Pero ¿podría algo contra la televisión de hoy? En un libro reciente leímos que a los niños chinos sólo se les permite media hora de televisión y que todo el resto del día lo tienen que dedicar a las tareas escolares. Por eso, China está descollando entre todas las naciones del mundo. El misionero es el que nos trae a voz en cuello la palabra de Dios y el mensaje de la salvación a los que estamos preocupados y verdaderamente confundidos con Paty Chapoy y las mil cosas insustanciales que parecen formar la cultura de este mundo. ¿Cómo le haría el santo obispo? Eso nos preguntamos nosotros. De seguro que se dirigiría en primer lugar a los papás y les haría ver su inmensa responsabilidad.


C O N C I L I Á B U L O

Carta a los seminaristas

El Santo Padre, Benedicto XVI, nos ha enviado una carta donde podemos distinguir tres cosas: 1. Una vez más, deplora las malas conductas y desviaciones de varios sacerdotes, especialmente por el abuso de los niños, o pederastia; 2. Nos anima afirmando que ser sacerdote es algo noble y hermoso y 3. Reafirma el celibato como consagración a Dios, que es la parte de nuestra herencia.

El Día de la ONU

No ha tenido mucho éxito la ONU y parece que no lo tendrá, porque las armas nucleares se están difundiendo cada vez más. Una guerra atómica no está lejos. Si hasta Fidel Castro llama la atención sobre el asunto, es cosa que merece tomarse en consideración. La ONU es una gran idea, pero su realización concreta se encuentra bloqueada por el veto que tienen las grandes potencias. Tenemos que llegar a un parlamento verdaderamente universal y con una potencia coactiva que en verdad sirva.

Asamblea eclesial
Del 19 al 21 de este mes tuvo lugar en la Casa de la Iglesia –aquí cerca de nosotros- una asamblea eclesial de la arquidiócesis de Xalapa, con su Obispo a la cabeza, monseñor Hipólito Reyes Larios, donde se evaluaron los diversos departamentos que componen la estructura de la Iglesia.

¿Valen todavía los primeros viernes de mes?

En el Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia de la Congregación para el Culto Divino y los Sacramentos encontramos lo siguiente:
“En nuestros días, la devoción de los primeros viernes de mes, si se practica de un modo correcto, puede dar todavía indudable fruto espiritual. Es preciso, sin embargo, 1) que se instruya de manera conveniente a los fieles: sobre el hecho de que no se debe poner en esta práctica una confianza que se convierta en una vana credulidad que, en orden a la salvación, anula las exigencias absolutamente necesarias de la fe operante y del propósito de llevar una vida conforme al Evangelio; 2) sobre el valor absolutamente principal del domingo, la ‘fiesta primordial’, que se debe caracterizar por la plena participación de los fieles en la celebración eucarística” (n. 171).

EL PAPA BENEDICTO ESCRIBE CARTA A SEMINARISTAS DEL MUNDO

¿Vale la pena ser sacerdote?
POR IGNACIO LAGUNES CARRERA

El pasado lunes 18 de octubre, Benedicto XVI envío una carta a los seminaristas, jóvenes que han emprendido el camino hacia el sacerdocio en la Iglesia católica. En ella comienza por relatar una experiencia personal que ocurrió cuando se enlistaba para hacer el servicio militar: ante la afirmación del joven Ratzinger de querer ser sacerdote, un solado le responde que en la “nueva Alemania” no se necesitarían más a los curas. El hecho le permite poner de relieve la necesidad del mundo de sacerdotes católicos.

Hoy, escribe el Santo Padre, hay mucha gente que piensa que el sacerdocio católico no es una “profesión” con futuro sino que pertenece más bien al pasado. No obstante esto, el Papa considera que los hombres también en la época del dominio tecnológico del mundo seguirán teniendo necesidad de Dios. “Donde el hombre ya no percibe a Dios, la vida se queda vacía”. Recalca en la carta que Dios está vivo y necesita hombres que vivan para él y lo lleven a los demás.

El sacerdote, según enseña el Vicario de Cristo, no es el administrador de una asociación que intenta incrementar los miembros de la misma, sino un mensajero de Dios entre los hombres, que busca llevarlos a Dios e instala la comunicación entre ellos.

En la misiva, recuerda a los seminaristas que deben ser hombres que constantemente entablen un diálogo con Dios y participen activamente de los sacramentos. Manifiesta la importancia de la formación académica de los candidatos al sacerdocio, pues, la fe también posee una dimensión intelectual o racional. Los años del Seminario, constituyen un periodo de auténtica maduración humana integral, por lo que los jóvenes deberán desarrollar virtudes con base en la experiencia humana y la filosofía.

Por otra parte, el Papa hace conciencia de que todas las vocaciones por más variadas y distintas que parezcan coinciden en que en su totalidad están al servicio de una misma Iglesia. Para concluir su carta, recuerda a los seminaristas que siempre él reza por ellos, solicitándoles al mismo tiempo la oración constante por su persona para servir a Dios de la mejor manera.

Domingo mundial de las misiones


POR MARIO ALBERTO CERDÁN SALAS

El Domingo Mundial de las Misiones (Domund) es el domingo en que toda la Iglesia católica ora especialmente por la evangelización de los pueblos, realizada por los misioneros y misioneras; además, colabora económicamente con labor misional especialmente entre los más pobres.

Tuvo un gran antecedente. En 1926, se publicó la encíclica Rerum Ecclesiae del Papa Pio XI, en la que recuerda esencialmente que "la Iglesia no tiene otra razón de ser sino la de hacer partícipes a todos los hombres de la redención salvadora, llevando por todo el mundo el reino de Cristo".

Oficialmente, el Domund fue creado en 1943 por las Obras Misionales Pontificias de España. Aunque sus orígenes son más remotos, se inspiran en una tarea realizada -en la ciudad de Lyon, Francia, en 1822-, por iniciativa de la joven Paulina Jaricot, quien comenzó este prototipo con unos trabajadores de su localidad, los mismos que colaboraron con la misión por medio de una pequeña limosna semanalmente. Un siglo después, establecida ya la Obra en casi todos los países del mundo, el Papa Pío XI la convirtió en el cauce oficial de toda la Iglesia católica para coadyuvar, espiritual y económicamente, la actividad misionera de la Iglesia.

En la actualidad, con los donativos se sustenta a de las personas en misión. Se atienden demás necesidades como lo son la construcción de templos, la formación cristiana, el desarrollo de proyectos sociales, educativos y sanitarios.

Más de una cuarta parte de la Iglesia católica, conformada por un billón de personas aproximadamente –distribuidas en 2945 circunscripciones eclesiásticas de todo el mundo: prelaturas, diócesis y arquidiócesis- constituye el territorio de misión, de ahí que se dependa de la ayuda personal de misioneros y misioneras y de la colaboración económica de otras iglesias para realizar la empresa misionera.


Se proponen cinco objetivos: iniciar a los fieles en la “contemplación” del rostro de Dios, en el que se reflejan los rostros de los más pobres y necesitados; promover entre los fieles una sensibilidad y predilección hacia los que, aun sin saberlo, buscan conocer y ver a Jesús; participar en las actividades organizadas por las comunidades eclesiales con motivo de la celebración del Domund; colaborar con una generosa aportación económica para atender las necesidades materiales de los misioneros y de las misiones, y, por último, intensificar la oración y el sacrificio por las vocaciones misioneras de sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos.

Por lo mismo, la colaboración de todos los cristianos es de suma importancia. La distribución de los recursos económicos es de la siguiente manera, la Asamblea Plenaria de los Directores Nacionales de las Obras Misionales Pontificias, que se celebra cada año en Roma, distribuye equitativamente entre las solicitudes presentadas por los misioneros la totalidad de las aportaciones llegadas de todo el mundo. Por eso, se pide la colaboración con el Domund sin hacer referencia a proyectos concretos o particulares, sino a favor de la Iglesia Universal.
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EL PASADO miércoles 20 de octubre, el Dr. Juan Carlos Casas García presentó, a los alumnos del Seminario de Xalapa, el libro titulado Iglesia, Independencia y Revolución, una publicación de la Universidad Pontificia de México (UPM, México 2010). En mayo de este año, la UPM convocó a instituciones académicas e investigadores a unas jornadas de historia con la finalidad de establecer un diálogo plural y la puesta en común de las investigaciones en torno a esas fechas históricas tan importantes. El texto es producto de las jornadas, son artículos -recopilados por el Dr. Casas- que ponen en evidencia el papel clave que la Iglesia católica como tal jugó en el devenir histórico de la nación mexicana.
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EL DÍA 24 de octubre, en la Iglesia, celebramos a san Rafael Guízar, quien fuera quinto obispo de Veracruz y quien además es patrono del Seminario de Xalapa. Los seminaristas se prepararon para la festividad desde ocho días antes. Hicieron obras de teatro, momentos de oración, procesiones, conferencias, entre otras actividades; todas con la finalidad de disponerse para conmemorar la figura del santo y disponerse a adoptar el estilo de vida del obispo de los pobres.

FRASE DE LA SEMANA:



“Donde el hombre ya no percibe a Dios, la vida se queda vacía; todo es insuficiente”.

Benedicto XVI

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