Domingo 12 de septiembre de 2010 (Página que no se publicó en el Diario de Xalapa)

E D I T O R I A L


El Bicentenario y las cuestiones sociales

Son varios los que dicen que no hay que celebrar el Bicentenario y que no estamos para fiestas, porque las cuestiones sociales –y ahora las inundaciones- exigen de nosotros una actitud sobria y poco festiva. Más conveniente nos sería poner una cara triste que celebrar con la consabida euforia de los mexicanos. Pero nosotros pensamos que, pase lo que pase, hay que recordar con mucha alegría el día y la hora en que dejamos de ser una colonia para llegar a la dignidad de nación soberana, y esto se lo debemos, en buena parte, a algunos sacerdotes. Estos héroes de la patria, hombres cercanos al pueblo, no deben ser olvidados nunca, y los niños los deben amar y respetar al mismo tiempo que toman conciencia de cómo México es una nación original y muy digna en el concierto de las naciones.

C O N C I L I Á B U L O





Una valiosa edición

Gilberto Guillermín Rodríguez ha conseguido una valiosa edición bilingüe de la Crítica de la razón pura, de Kant. Ha sido publicada por el Fondo de Cultura Económica y la Universidad Autónoma Metropolitana (México, 2009).

Las inundaciones

Esta vez, el Seminario parece haberse liberado de las inundaciones que cada año lo afectaban. No se nos olvida que el coche de la maestra María del Rosario Amieva se quedó atascado en medio de la corriente tumultuosa que atravesaba el campo del Seminario. Y era el coche más valioso de todos los coches que tienen nuestros maestros. Ahora las inundaciones han sido en el sur del estado, y lo que más nos duele es que Tlacotalpan –“patrimonio de la Humanidad”- está bajo el agua. Alguno por ironía dice que Tlacotalpan es “patrimonio de la humedad”. Estos fenómenos naturales pueden ser controlados, y el ejemplo de ello, aunque en pequeño, está en la obra que se hizo dentro del Seminario.

El estandarte de Hidalgo

El padre Hidalgo era un hombre sumamente inteligente. El haber tomado a la Virgen de Guadalupe como estandarte fue una iniciativa genial, que hizo que las multitudes lo siguieran como si se tratara de una causa sagrada. Es que la Virgen de Guadalupe, en buena parte, se identifica con lo mexicano. Lo decimos con toda paz y respeto porque no queremos decir que son menos mexicanos los que dicen no amar a nuestra Señora, la Virgen María.


El nuevo libro

El célebre físico cuadrapléjico Stephen Hawkins ha escrito un nuevo libro donde declara que no le parece necesaria la hipótesis de Dios. Lo que le impresiona es que se han descubierto nuevos planetas semejantes al nuestro y que giran en torno a una estrella, y según eso, habría una multitud de mundos que no necesitarían de un creador. Pero nosotros pensamos que, haya o no vida en otros planetas, el Creador eterno tiene que ser la explicación y, si hay seres inteligentes en otros planetas, habría que ver qué relación guardan ellos respecto de Dios. La relación que nosotros tenemos con Él la conocemos bien: somos una humanidad pecadora que Él mismo ha salvado mediante su Hijo santísimo.



EN MÉXICO, TODOS SOMOS PROTAGONISTAS DE NUESTRA HISTORIA


Quien no aprende de la Historia está condenada a repetirla

POR IGNACIO LAGUNES CARRERA


Al inicio de su obra Persona y democracia, la filósofa española María Zambrano anota que hasta hace algún tiempo “la historia la hacían solamente unos cuantos, y los demás sólo la padecían” y más adelante menciona que por muchas razones hoy la historia la hacemos todos, “todos hemos venido a ser sus protagonistas”. Próximos a celebrar los doscientos años del inicio del movimiento de Independencia en México y cien de la Revolución. Los habitantes de este país necesitamos preguntarnos sobre nuestro papel en la construcción del mismo, pues es bien sabido que quien no aprende de la historia está condenado a repetirla.

Para resaltar la forma de pensar de Zambrano, se puede citar el hecho de que “en nuestro país el Estado y el gobierno hayan sido también durante muchos años dueños de la Historia”, según apunta Armando Fuentes Aguirre. No obstante, se tiene que notar que el proceso de construir la historia que se nos presenta a los mexicanos como reto, es arduo y difícil. Pues, según el pensar del citado periodista, en México los vencedores han deshecho nuestra historia, desposeyendo a los mexicanos de ella y obstaculizando con ello el conocimiento de nuestra verdadera identidad. Por lo tanto, urge el esclarecimiento de nuestro pasado para amar a México en la verdad.

Al nuevo mundo siempre se le acusa de ser una caricatura del occidental. La Independencia de México, como muchos lo han dejado ver, ha sido un momento de imitación en nuestro país, y como anota Guillermo Francovich “la imitación no es un pecado, sino la mala imitación”. La Revolución Francesa fue el detonante que en el ambiente europeo produjo un estremecimiento político, religioso y social a principios del siglo XVIII. Los anhelos de igualdad, libertad y fraternidad dejan de ser propios de un país para motivar a las colonias oprimidas a buscar su libertad, en la Nueva España motivó, en cierta manera, a resistir a la Corona española. Es justo que en adelante nuestro país se construya auténticamente, para eso simple y sencillamente tenemos que ser lo que somos: mexicanos.

El acontecimiento de la Independencia, como el de la Revolución, debe analizarse y comprenderse desde una perspectiva amplia y optimista. No aprenderemos nada de una falsa historia, es preferible amar incluso los errores. No podemos anular nuestras raíces y olvidarnos de dónde venimos. Los obispos mexicanos en una carta dirigida con motivo del Bicentenario manifiestan que es “deber incontestable nuestro buscar con una perspectiva histórica amplia y con un sosegado estudio de las fuentes, una mayor y mejor comprensión de estos dos sucesos históricos de nuestra Patria”.

Al principio mencionamos que es preciso reflexionar sobre nuestro quehacer, el primer paso para ello indudablemente es amar nuestra Historia para comprender mejor nuestro ser aquí. Pero no basta con esto, la eficacia de esta reflexión, justo en este momento de nuestra historia, radica en resolver a fondo tres asuntos: cuáles son nuestras adquisiciones del pasado, cuáles las potencialidades de nuestro presente y, por último, qué proyecto tenemos para nuestro porvenir. Éste es ahora nuestro reto, porque ya hemos venido a ser los protagonistas de nuestra historia.



Los desastres que no son tan naturales

POR CARLOS DANIEL BARRIENTOS SÁNCHEZ


Los desastres naturales se miden en virtud de los daños ocasionados al ambiente y al hombre. Pero no podemos llamarle desastre natural al movimiento y acomodo de los elementos que componen la naturaleza para mantener su equilibrio.

En este sentido no es la naturaleza la que perjudica al hombre, sino que es el hombre quien ocasiona tal desequilibrio en el planeta, y la naturaleza responde en un intento de recuperar lo perdido. Basta pensar en la alteración del clima global por el aumento en la concentración de gases invernadero, como el dióxido de carbono, producidos por los aerosoles, la basura, es esmog, etcétera. Estos gases forman una capa cristalina en la atmósfera, la cual absorbe y remite la radiación de onda que sale de la tierra y la devuelve a la superficie terrestre, causando así el aumento de la temperatura ambiental.

Como consecuencia del aumento de la temperatura global se están derritiendo grandes porciones de hielo en los casquetes polares. Dichos glaciares mantienen el equilibrio magnético de la Tierra. Tal desaparición ocasiona la variabilidad climática. Es precisamente lo que está ocurriendo en nuestros días. El clima está cambiando. Y como respuesta a esto, los patrones de precipitación global y corrientes marinas también se alteran.

Otro aspecto importante a resaltar es la tala de los árboles. Se nos olvida que ellos son los encargados de producir el vital oxígeno y purificar el ambiente. Pero también los estamos desapareciendo. Millones de hectáreas de bosques se pierden cada año y pocas son las esperanzas de recuperarlas.

Cambios y más cambios. Sin embargo, los que deberíamos cambiar de mentalidad y actitud no lo hacemos. Mucho se ha hablado al respeto a nivel mundial con campañas exorbitantes de no tirar basura por ejemplo. Todavía no vemos los resultados. Por lo pronto es necesario contender con lo que nos corresponde asumir como consecuencia de las malas decisiones que se han tomado.

Éste es el lugar que habitamos, y así como tratamos de mantener limpia nuestra casa para que no se llene de basura, así mismo debemos hacer mucho por conservar lo mejor posible nuestra Tierra. ¿Quién dijo que este mundo podía soportarlo todo?

Ante todo esto, ¿por qué nos extrañamos de las lluvias torrenciales, y como resultado, de las inundaciones, del desalojo de pueblos enteros, de pérdidas materiales casi totales, de albergues llenos de familias y de clases suspendidas en todos los niveles? Desafortunadamente los que terminan pagando son los más vulnerables, es decir, los más pobres y los que menos tienen culpa de lo que está ocurriendo. Como es el caso concreto de nuestros vecinos de la Cuenca del Papaloapan (Tlacotalpan, Cosamaloapan, Acula), municipios afectados por las fuertes lluvias en el Estado de Veracruz, a quienes podemos decir, sin ánimo ofensivo, les ha llovido sobre mojado.

¿Cuál será el destino de nuestro planeta? Sin dudarlo: el que nosotros decidamos. Por algo se empieza. Para qué esperar las grandes campañas (que también producen mucha basura) para adquirir una conciencia ecológica. Sencillamente se trata de sentirse pertenecidos a un mundo natural que nos provee de lo necesario para la subsistencia. No merece menos de nuestra parte que el buen cuidado.

Lo que parecían teorías futuristas y ajenas al hombre de la actualidad, caóticas y de mal gusto, desastrosas y temerarias de la naturaleza, son ahora una cruda realidad que afecta no sólo al ambiente, sino también al hombre. El mismo que lo ha ocasionado. Desde ese punto de vista, los desastres naturales no son naturales, sino artificiales, provocados por el hombre.


ESTO YO NO LO SABÍA…


Patrona de nuestra libertad

POR JOSÉ ROBERTO GUILLERMÍN RODRÍGUEZ

El documento Sentimientos de la nación del cura don José María Morelos y Pavón, dice textualmente: “Que en la misma (patria) se establezca por Ley Constitucional la celebración del día doce de Diciembre en todos los Pueblos, dedicado a la Patrona de nuestra Libertad, María Santísima de Guadalupe (...)” Como elemento cultural de nuestro pueblo sería aceptable la inclusión de la Virgen de Guadalupe en los festejos públicos del Bicentenario, bueno, es una simple opinión.

… pero ahora ya lo sé



¡Viva México! ¡Cumplimos 200 años!

POR MORALES



FRASE DE LA SEMANA


“Soy siervo de la Nación porque ésta asume la más grande, legítima e inviolable de las soberanías.”


José María Morelos y Pavón











1 comentario:

  1. Anónimo10:35 a.m.

    Muy bien el "Esto yo no los sabía" de José Roberto; me parece excelente. Además, creo que es él nuevo en la página, eso es bueno, que escriba gente nueva y no los mismos de siempre.

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