Domingo 02 de mayo de 2010

Por lo menos ganamos una
POR CASAS


E D I T O R I A L

La Batalla de Puebla


La batalla del 5 de Mayo y nuestra victoria sobre los franceses es una de las pocas cosas que reconfortan el alma, porque en todas las demás ocasiones hemos sido derrotados, especialmente por las divisiones interiores, por las rencillas entre los mismos mexicanos. No es que queramos enaltecer los hechos de la guerra –la guerra es una cosa cruel e inicua siempre-, pero nos anima saber que como mexicanos somos capaces alguna vez de lograr la unión y vencer hasta a los más poderosos enemigos. Porque Francia era entonces el ejército más poderoso del mundo. Ahora que nos acercamos a la conmemoración del centenario de la Revolución y el bicentenario de la Independencia, nos animamos a ser mejores mexicanos y a mantener la unidad como uno de los más preciados dones.

C O N C I L I Á B U L O

La causa del padre Martín

El viernes 23, con una eucaristía solemne, se clausuró el proceso diocesano de la causa de beatificación del padre Juan Manuel Martín del Campo. Es bueno recordar una y otra vez a este sacerdote excepcional, aunque todos los sacerdotes con sus manos consagradas nos dan las cosas de Dios y con su predicación nos explican la voluntad del Señor. Las faltas o pecados de uno u otro sacerdote no nos deben impedir ver la grandeza de estos hombres que, como vasos de barro, están llenos de cosas preciosas.

Tesis, tesis…

En la semana que acaba de pasar se presentaron ya todos los trabajos escritos, o tesis, hechos por los alumnos de IV año de Filosofía. También hubo la presentación pública de dos de ellas. Merece especial mención el estudio de Andrés Próspero Romero sobre “La disputa de Valladolid”, o sea, la discusión entre Ginés de Sepúlveda y fray Bartolomé de las Casas. Éste último defiende con pasión y ardor la tesis de la igualdad de todos los hombres ante Dios y la necesidad de un único modo de evangelizar, o sea, por medio de la palabra y el ejemplo.

Un libro de De Lubac

A los que están enterados de los problemas teológicos alrededor del Concilio y del postconcilio recomendamos el libro Memoria en torno a mis escritos (Herni de Lubac. Ediciones Encuentro, Madrid, 2000). Contrasta el tono y la actitud de este teólogo con la arrogancia y autosuficiencia de otros que creen estar por encima de la Iglesia.

Otro libro

A la bibliografía que ya hemos publicado de obras sobre el santo Rafael Guízar hay que añadir el libro San Rafael Guízar y Valencia. Ejemplo de caridad pastoral (Regina Apostolorum, Roma, 2007). Allí se encuentran reunidas las actas de un congreso y, entre todos los capítulos, destaca el del padre Rafael González Hernández: Hacia una espiritualidad del clero diocesano a la luz de las enseñanzas de san Rafael Guízar y Valencia, quinto obispo de Veracruz (pág. 45).

¿Cómo contribuyen los fieles en la formación de los seminaristas?

POR JUAN CARLOS MATUS SÁNCHEZ

Ha concluido la semana de oración a favor de las vocaciones sacerdotales y del Seminario Arquidiocesano de Xalapa. Dicho evento, realizado del 23 de abril al 2 de mayo, tuvo como objetivos suscitar el incremento de jóvenes con deseos de ingresar al Seminario y recaudar fondos para el sostenimiento del mismo.
El Seminario de Xalapa agradece a todas las personas que, no sólo en estas fechas ayudan con su oración, sino que siempre están pidiendo por los sacerdotes, seminaristas y religiosas. A todas aquellas personas que se han desprendido de sus bienes materiales para poder ayudar a la formación de los futuros pastores; a todos, como decía San Rafael Guízar y Valencia, Concilio les desea que Dios los bendiga y los llene de su santo amor.
Un número considerable de fieles se dio a la tarea de poner su granito de arena en la formación de los futuros pastores de la Iglesia diocesana de Xalapa. Algunas mujeres expresaron, para Concilio algunas ideas y motivaciones a cerca de estos días.

MARÍA DEL Socorro Ortega, dijo: “Hago oraciones ante el Santísimo Sacramento, el rezo del rosario por las vocaciones y el ofrecimiento de la santa Misa por los sacerdotes; desde pequeña mi madre y abuela me inculcaron que debía ayudar al Seminario, ellas oraban y organizaban colectas de dinero a favor del Seminario; siempre lo vi y ahora yo trato de imitarlas. A los seminaristas les pido que amen mucho al Señor, que se entreguen con fe y esperanza en su vocación, que entreguen su vida a Dios y que amen mucho a la Iglesia; a los sacerdotes les pido amor a Dios para que amen a sus hermanos”

MARTHA LIMA Maldonado dijo: “En el grupo juvenil, se pensó que lo primero que debíamos hacer para ayudar era hacer oración. Así que preparamos un “ramillete espiritual”, en el que se ofrece por los seminaristas y sacerdotes, un número determinado de misas, de rosarios, de Horas Santas, etc. Organizamos también un boteo para recolectar fondos para el Seminario. A los seminaristas les pido que oren mucho, y que no sirvan por compromiso, sino por amor a Dios para que como sacerdotes sirvan a sus comunidades con prontitud, pues necesitamos del consuelo de Dios y de la confesión.”

ANA BEATRIZ Lima Maldonado dijo: “Con los jóvenes se han abordado temas acerca de la vocación, del llamado al matrimonio, al sacerdocio y a la vida religiosa, para que ellos se animen a optar por alguna de estas formas de vida. Para ayudar al Seminario en sus necesidades materiales se realizamos colectas casa por casa, en algunos cruceros y calles de la ciudad. Yo a los seminaristas les pidió que se formen y aprovechen el tiempo de su estancia en el Seminario para que puedan dar testimonio en su sacerdocio, y que los sacerdotes ayuden a formar a los seminaristas con los medios que estén a su alcance.”




HACER JUSTA LA MEMORIA DE LOS HÉROES
Bicentenario de la independencia y Centenario de la Revolución
(Conferencia del Padre Alejandro Cruz Márquez, Lic. En Historia de la Iglesia
)

POR RICARDO LÓPEZ LUNA

“Tal pareciera que a México le gusta celebrar las guerras y batallas por las que de define su historia” son las palabras del P. Alejandro Cruz Márquez en la Conferencia que impartió el pasado jueves 22 de abril a los alumnos de teología del Seminario Mayor de Xalapa. Dado que el tema era: Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución, la mirada giraba hacia la historia de nuestro país, sin embargo, como no existe una historia definida sino más bien existen “tantas historias como historiadores que la analicen”, el sacerdote se limitó a hacer comentarios generales en torno de dichos sucesos pretéritos.
Acerca de la celebración que envuelve a nuestro país en este año dijo: “la conmemoración que en este 2010 nuestro país recuerda no es la Independencia o la Revolución en sí, es en realidad el inicio de los movimientos armados”, el inicio de las guerras, del derramamiento de sangre que marcó el cambio, la transformación del país en dos momentos de su historia que también estuvieron anticipados y sucedidos por muchas otras batallas en mayor o menor grado.
El 16 de septiembre es una batalla de mexicanos y criollos contra la opresión del poder peninsular, mientras que la Revolución es la guerra civil de mexicanos contra mexicanos para fundar una nación democrática y atenta a las órdenes sociales. Tanto una como la otra a simple vista parecen acontecimientos comunes, poco carentes de sentido para tanto festejo, pero en realidad son acontecimientos complejos por sus personajes, sus situaciones histórico-sociales y sobre todo porque marcaron el rumbo de la historia de nuestra Patria.
Uno de los aspectos que el padre Alejandro Cruz resaltó de los festejos del Bicentenario fue, entre otros, el resurgimiento de los héroes. Ellos “entraron en la historia con su muerte”, fueron héroes de luchas aunque no por eso los méritos de su vida son menos importantes. “Tenemos héroes nacionales, héroes regionales y héroes locales”, comentó. Muchas veces los héroes nacionales opacan la figura de los héroes locales porque se han vuelto símbolos de las guerras acontecidas. Así, hablar de la Independencia es sinónimo de hablar de Hidalgo, Morelos, etc., como hablar de Revolución es, de Madero, Zapata, Villa, etc. No por esto hay que dejar de lado a nuestros héroes locales, que a la medida de sus posibilidades hicieron lo suyo.
Para terminar lanzó al público presente una pregunta: ¿Vale la pena celebrar todo esto? A lo que él mismo contestó: “Sí, vale la pena. Sobre todo por los héroes y las miles de personas que también sufrieron y murieron, algunos conocidos y otros no, cuyos nombres se han perdido en la historia, pero al fin de cuentas héroes de nuestra patria”.

FOTO-NOTA:

LOS SEMINARISTAS de filosofía del Seminario Mayor recibieron, el pasado martes 27 de abril, un curso de primeros auxilios. El curso fue impartido por dos señoritas, quienes son técnicos en urgencias médicas. Los jóvenes aprendieron seis acciones básicas para salvar una vida, además tuvieron la oportunidad de prácticas algunas técnicas de primeros auxilios.

FRASE DE LA SEMANA:

“Si confieres un beneficio, nunca lo recuerdes; si lo recibes, nunca lo olvides.”

Quilón

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