“El seminario se quedó sin agua”

por Casas


E D I T O R I A L

No podemos dejar…

No podemos dejar de recordar que muy pronto, el 12 de Diciembre, nuestro pueblo celebra a la Virgen de Guadalupe como la verdadera misionera de este país. No queremos hacer menos a los franciscanos, dominicos y agustinos y a todos los que desde España nos trajeron la verdadera fe pero, como muchos han señalado, difícilmente se habría erradicado la idolatría sin la aparición guadalupana. En Filosofía de la Religión se suelen estudiar las diversas manifestaciones y los variopintos cultos de todas las expresiones religiosas y se pregunta uno si esto tiene algún sentido y si corresponde a alguna realidad verdaderamente trascendente. Los filósofos estudian todo, también la Religión. Concilio, con todo el pueblo mexicano, recuerda y celebra a nuestra Señora de Guadalupe.

C O N C I L I Á B U L O

Nada seguro, nada sólido

Nos dicen que el éxito de Nietzsche por estos días se debe no tanto al tema de la muerte de Dios sino a su afirmación general de que nada es seguro, nada es sólido, no hay ningún fundamento. Lo más que podemos decir es que todo está en flujo y devenir. En este sentido, para él, Dios sería el sinónimo de lo firme, de lo estable, aquello sobre lo que todo se apoya. Y eso es precisamente lo que afirmamos todos con los griegos y con las Sagradas Escrituras, porque “en Él vivimos, nos movemos y somos” (Hch 17, 28).
La defensa de la vida

Nos ha dado gusto que los señores diputados optaron por defender la vida en contraposición a lo que se está imponiendo en el Distrito Federal. Lo que admira y causa sorpresa es ver que temas tan serios están quedando en manos de unos cuantos que deciden por toda la mayoría. Quizá ni cuenta se dan nuestros padres conscriptos que “alzar la mano” cada vez más va a involucrar una decisión de conciencia que les va a tocar de manera personal lejos de presiones de partido y de acuerdos populares.
Una extraordinaria colección

Hemos descubierto que el Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (Imdosoc – Pedro Luis Ogazón 56, Col. Guadalupe Inn, México D. F.) tiene una extraordinaria colección llamada Diálogo y autocrítica, en la que han aparecido 54 títulos. Cada uno de ellos más interesante que el otro. La recomendamos vivamente.

¿En latín?


Nos enteramos que el viernes 04 de diciembre, los alumnos de primero de filosofía del Seminario, celebraron una misa en latín en la parroquia de San Pío X. Este grupo fue coordinado por el P. José Luís Alvarado Jácome quien presidió la ceremonia, también nos comentan que el maestro de latín de la Facultad de Filosofía del Seminario, José Eliud García Medrano fue quien asesoró a los muchachos para mejorar su latín y así poder celebrar conciente y activamente esta Eucaristía.


Verdad e interpretación
por Sergio Pérez Portilla

La luna es el único satélite natural de la Tierra. Es un cuerpo celeste que gira en torno a nuestro planeta y de hecho están en una relación de suma dependencia: ambas entidades afectan una a la otra. Pero la luna ha sido motivo de diversas interpretaciones: para algunos, ella influía -y no nos referimos a la acción arriba mencionada- negativamente en ciertas personas, por lo cual se les daba el nombre de lunáticos. Para otros, los lunares debían su existencia a la luna –no pregunten cómo idearon tal cosa-, y para otros más, la luna determinaba las eras y los acontecimientos que, cíclicamente, se sucedían y marcaban la bondad o la maldad de la naturaleza. Pero si hablamos de los poetas, o de los escritores, la luna se vuelve en una musa de indescriptible belleza, o en un recuerdo de la persona perdida. En el ámbito religioso, recuerdo que las narraciones de nuestros ancestros explicaban las caprichosas figuras que desde nuestra casa común logramos vislumbrar, como el famoso conejo; en el cristianismo, se ha dicho que la Iglesia es como la luna, pues refleja la luz del sol, siendo Cristo éste.
Bien, pero ahora digamos lo siguiente: muchas de las interpretaciones dependen de los tiempos, otras más de las circunstancias, unas de los sentimientos de las personas y otras tantas del conocimiento serio y verdadero que se tenga de ellas. Recordemos que se sigue investigando acerca de la dama nocturna, pues no hemos agotado ya todo lo que de ella se puede saber; pero –y este pero es importante- todo eso, ¿hace que la luna haya cambiado en sí misma? ¿La luna es más luna hoy que ayer, o lo será más que mañana? No, la luna es siempre luna, no importando las interpretaciones o concepciones que de ella tengamos, aunque éstas no tengan ninguna mala voluntad, y aunque esas interpretaciones se digan con toda la mejor disposición.

Lo mismo pasa con la verdad, la verdad en sí misma. Hoy sabemos de ella y hablamos de ella, pero el hecho de que para algunos sea verdad irrefutable tal o cual idea, no implica per se que lo sea para todos. Mas tengamos calma, porque podemos ser extremos y decir que entonces no podemos conocer la verdad o que la verdad es relativa. No, no es así. La verdad existe, es como la luna mencionada. El trabajo de los hombres es encontrarla, pero de una manera recta y bienintencionada. ¿Se puede acceder a ella? ¡Claro que se puede! Pero no cualquier búsqueda nos lleva a la verdad, aunque la búsqueda sana pueda llevarnos a descubrir parte de ella.

Ir tras la verdad es camino común de todos los hombres y de todas las mujeres, pues ninguno de ellos va en búsqueda de la mentira. Las diferencias, por demás comprensibles -sería absurdo negarlo- se dan en los caminos, no en el objetivo. Lamentablemente un camino puede alterar la actitud de muchos, y dejar de ser una vía recta para empezar a ser un modo de intolerancia. El que conoce la verdad sabe que no se puede ser intransigente porque sí, así sin más. El que ha conocido la verdad comprende al que no. Como filósofos, si conocemos la verdad, nuestra actitud no debe ser desacreditar a los que están equivocados, sino tratar de dar luz para que todos lleguen al conocimiento pleno de ella, para así vivir como seres humanos en relación, en comunión. La verdad ayuda al hombre a ser libre, no a ser esclavo de pasiones, posturas políticas, ideologías culturales o fanatismos religiosos. Esa no es la verdad.


El paseo de “los Lagos” se vistió de blanco
La peregrinación anual de Seminario hacia el Santuario del Dique
por José Carlos Moreno Barrera

El paseo de los lagos rodeado de árboles, junto con el suave aire de la tarde, la quietud del agua y el cantar de algunas aves, se convirtió en el escenario perfecto para que todos lo miembros del Seminario Arquidiocesano de Xalapa “Rafael Guízar Valencia”, se congregaran para iniciar su tradicional peregrinación hacía el santuario del Dique.

La tarde del primer día de diciembre, alrededor de las 16:30 hrs., comenzaron a reunirse las diferentes etapas del Seminario; tanto seminaristas como sacerdotes, tomaron como punto de reunión la ahora “Casa del lago UV”. Conforme iban llegando los seminaristas, arribaron a dicho lugar algunos feligreses de la parroquia de San Pio X, quienes se unieron a esta peregrinación. Seminaristas y sacerdotes se pusieron sus albas, indicando que pronto iniciaría su peregrinación. Un sacerdote tomó el micrófono y dio las indicaciones de cómo sería el orden de la procesión, fue entonces que dos estandartes se levantaron a la vista de todos, ambos con la imagen de la Virgen de Guadalupe, mientras los presentes entonaron el tradicional canto “la Guadalupana”.

El rosario inició a las 16:48 hrs.; mientras un seminarista dirigía el rezo, los demás contestaban; al finalizar la primera parte, caminaron ordenadamente en filas de cinco personas. Por delante, se llevaban los dos estandartes, después los sacerdotes seguidos por los jóvenes del coro y, por último, cada etapa del Seminario: el Seminario Menor, Curso Introductorio, Filosofía y al final, Teología.


El rosario se realizó caminando alrededor del lago, y a pesar de los ruidos externos no se interrumpió este acto de piedad, incluso otras personas se fueron integrando haciendo así más concurrido este acontecimiento; lo que causó asombro entre la población que se encontraba cerca. La gente se asombró al observar los rostros atentos y alegres de los seminaristas, quienes cantaban y rezaban con entusiasmo.



Después de haber recorrido el lugar y casi a punto de terminar con el rezo, la multitud salió por una calle aledaña para dirigirse al santuario del Dique. A unas cuantas cuadras de llegar a dicha parroquia, la alegría se desbordó entre los participantes; los sacerdotes, seminaristas y feligreses comenzaron a cantar, aplaudir, y levantaban sus manos, mientras caminaban y cantaban. Todo un gozo celestial. Cruzaron la calle y subieron la gran escalinata que lleva al templo, hasta que los dos estandartes se detuvieron al frente y todos permanecieron en las escaleras. Fue allí, en punto de las 17:50 hrs., donde finalizó el rezo del rosario: el sol estaba a punto de caer y la noche se hacía presente.

El presbítero Gilberto Suárez Rebolledo párroco del Santuario, salió a la entrada del templo y dio la bienvenida a todos a las 18:00 hrs., y todos entraron cantando al unísono: “La Guadalupana, la Guadalupana bajó al Tepeyac...”

Cuando ya se encontraban en el interior del templo, se sentaron un momento en lo que esperaban el inicio de la celebración Eucarística. Al ser las 18:05 hrs., de un costado del templo, una solemne procesión comenzó a salir. Al principio un turiferario y atrás de él, toda una larga procesión de seminaristas y sacerdotes.

La celebración transcurrió con el rito normal, y mientras el pueblo entonaba el canto de Gloria, una peregrinación llegó, eran los feligreses de la parroquia de san Rafael Guízar, quienes llegaron tarde a la celebración. La Eucaristía fue presidida por el presbítero Roberto Reyes, Rector del Seminario. Además fue destacada la presencia de jóvenes antorchistas oriundos de Chemax, Yucatán, y otros más de Ukum, Campeche. Durante la homilía, se resaltó el papel de María en el plan de salvación. En el transcurso de la celebración, un gran fervor religioso se logró percibir, con la participación de los presentes. Para finalizar la ceremonia religiosa, a las 19:10 hrs., se dio la bendición e instantáneamente todos dirigieron su mirada hacía la imagen de la Virgen de Guadalupe y elevaron una oración. Después de esto, se arrancaron los aplausos y cantos, mientras que los sacerdotes se retiraban hacía la sacristía. Para despedirse de la Morenita, el pueblo congregado cantaba acompañando con aplausos “la Guadalupana”. Todo concluyó a las 19:10 hrs., y comenzaron a retirarse después de haber participado de este acto de piedad, en el que la Iglesia demostró que está presente en medio de la sociedad en la que se desenvuelve.

FOTO NOTA

LA DIOCESIS de Tlaxcala celebró durante el mes pasado el 50 º aniversario de su fundación, por tal motivo se efectuaron diversos torneos deportivos y presentaciones culturales, en los cuales destacó la participación del Seminario de Xalapa: el día 14 de noviembre, con su selección de futbol; y el día 29 de noviembre con la presentación de la rondalla.
“La verdad puede ser eclipsada, pero nunca se extingue”
Tito Livio

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