E D I T O R I A L
Ordenaciones

El día viernes 14, en la parroquia de Cosautlán fue ordenado Ignacio Gustavo Pimentel Colula. Y el sábado 15, en la parroquia de La Asunción, en la colonia Carolino Anaya, de Xalapa, se ordenó José Luis Ortíz Gómez. Dos hombres más cuyas manos y cabeza han sido consagradas para comunicar las cosas de Dios e iluminar la vida de las comunidades. Nos es muy grato felicitar a estos dos hermanos que han de ser sembradores de confianza y esperanza en medio de una sociedad que cada vez parece más inmersa en un profundo extravío. Esto que decimos se nota especialmente en las noticias tan repetidas sobre los divorcios tempranos de tantas y tantas parejas y en las páginas de nota roja, que suelen ser lo más atractivo de los periódicos. En este año, consagrado especialmente a los sacerdotes, se espera que éstos dediquen su vida a la guía espiritual de las personas, con humildad y sencillez, gustando y viendo la bondad de Dios en las cosas ordinarias y ayudando a todos para llevar una vida mejor. Nuestra felicitación y nuestras oraciones.





Con la Lectio Brevis dio inicio la apertura del curso escolar en la Facultad de Filosofía, “Rafael Guizar Valencia”, la cual se efectuó el lunes 10 del presente mes, donde el padre Francisco Palmeros expuso de modo magistral “El concepto de Modernidad, en Romano Guardini”. Trabajo que presentó como tesis para obtener su licenciatura en la Universidad Salesiana de Roma. Compartió con los alumnos las motivaciones que lo llevaron a elegir el tema de tesis, el método utilizado, la manera como fue seleccionando el material bibliográfico, el contenido de la investigación, las conclusiones y los problemas que quedan abiertos para seguir escudriñando el pensamiento de Romano Guardini. También se aprovechó el momento para dar la bienvenida a todos los alumnos y presentar a los de nuevo ingreso.

C O N C I L I Á B U L O

El progreso de los “latinos”


Nos ha dado gusto leer en los periódicos todo lo referente al nombramiento de la abogada neoyorquina Sonia Sotomayor, para ser la primera juez de origen hispano en los Estados Unidos de Norteamérica. Esto se une a la elección tan significativa del mismo presidente Barack Obama a la primera magistratura. Todos estos ejemplos nos demuestran que la cuestión no es el color ni la raza, sino la educación, la perseverancia y la cultura. Lo decimos porque son muchos los que todavía están bajo el yugo de ciertos tabúes, que parecen intocables.

La muerte de Pablo Latapí
Nos llena de tristeza la muerte de Pablo Latapí, que fue jesuita y fundador, en 1962, del Centro de Estudios Educativos, y en 1998, del Observatorio Ciudadano de la Educación. Un hombre extraordinario. En febrero de 2007 dijo: “La educación (…) ni empieza ni termina en los territorios de la razón. Abraza otras formas de desarrollo de nuestro espíritu, las que hoy empiezan a vislumbrar las teorías de las inteligencias múltiples y de la inteligencia emocional. Lo mejor de la educación que recibí –y creo haber recibido una educación intelectualmente exigente- fue precisamente lo no racional, la apertura a dimensiones humanas que considero esenciales: el mundo simbólico y artístico, el ámbito de lo dionisíaco, el orden de la ética que fundamenta la dignidad de nuestra especie y el de las virtudes humanas fundamentales, sobre todo, el respeto a los demás y a la vida. Me horroriza una educación que excluya la compasión, que renuncie a la búsqueda de significados y que cierre las puertas a las posibilidades de la trascendencia”. ¡Fue grande Pablo Latapí!

Remilgos
Hay muchos que han roto sus vestiduras porque en el Día internacional contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas, el presidente Felipe Calderón se expresó así respecto de muchos niños y jóvenes: “Tienen pocos asideros trascendentes. Tienen poco que creer; no creen en la familia, que no tuvieron; no creen en la economía o en la escuela; no creen en Dios, porque no lo conocen”. Como decimos, muchos se escandalizaron en lugar de aprobar la valentía y coherencia con la que habló el Presidente de la República, sin menguar en lo mínimo la laicidad del Estado, donde todas las expresiones religiosas tienen iguales derechos.

La caridad en la verdad

Seguimos estudiando la encíclica Caritas in veritate, que nos parece sumamente profunda. El Papa dice que la economía, duramente sacudida por la crisis, debe inspirarse en el amor y fundarse en la verdad… Sin la apertura aun más allá de sus solas fuerzas y ambiciones, el hombre no puede alcanzar un verdadero desarrollo: “Finalmente, la visión de desarrollo como vocación comporta que su centro sea la caridad”.

¡Hay dos nuevos trabajadores!
por Moisés A. Martínez Mtz.

Regularmente cuando una persona va a solicitar trabajo busca por todos los medios agradar al dueño y cubrir todas las expectativas que le pide. Y ya que lo obtiene se esmera por hacerlo bien y obtener recursos para beneficio personal y familiar. Sin notarlo, poco a poco se va identificando con su puesto, su dueño y su empresa. Se siente parte de su nueva familia laboral. Sin embargo, para los nuevos sacerdotes Gustavo Ignacio y José Luis, que el pasado 14 y 15 de agosto, respectivamente, recibieron el Orden Sacerdotal, fue totalmente distinto. Pues aunque la Iglesia, por su labor evangélica, podría ser analógicamente una empresa (como muchos la catalogan de manera despectiva), es aún más que eso. La formación sacerdotal exige estudiar dos licenciaturas (Filosofía y Teología), pero su acción laboral no es una profesión, sino un estilo de vida, una consagración. Los motivos, las razones, las circunstancias; los por qué, lo explican ellos.
“Considero que este trabajo es el mejor que puede existir en la vida, porque está al servicio de la humanidad, la misma que Dios ha creado, y que ha hecho a su imagen y semejanza. Vale la pena entregar la vida, trabajar por el Evangelio para las personas”. Así lo manifestó el presbítero José Luis Ortiz. No es una mera acción donde la prioridad sea el progreso material, sino un trabajar para que a todas las gentes se les ofrezca y conozcan la salvación que Cristo les obtuvo, y finalmente opten por ella. El padre Gustavo Pimentel Colula expresó al respecto: “Lo más interesante de esta labor es que el Patrón, Dios Padre, es el dueño de todo. También me impresionó tanto la vida de Jesús: un amor total y sin límites que nos lo expresa con la cruz, con la resurrección de Jesús, y nos sigue invitando todos los días a que nos entreguemos totalmente a Él en los demás, y a que le podemos decir amigo”.
El Dueño a ellos los escogió: “Lo que más me agrada es que a este trabajo no entra uno porque es bonito o tiene muchas cualidades, sino que Dios escoge porque tiene una misión para cada uno. Me llama la atención que Él me llama a pesar de mis limitaciones”, dijo el padre Gustavo. El padre José Luis, por su parte expresó: “Lo que Dios quiere es que los hombres nos salvemos, para eso quiere personas, instrumentos. Por eso me ha llamado”.
Los nuevos sacerdotes dicen que el fruto del trabajo, que de manera específica realizarán, es la salvación de los demás y la propia, que se inicia con el estilo de vida cristiano en vistas al Reino. Por esta razón las exigencias para su persona requieren generosidad de su parte. Al respecto José Luis dijo: “Lo que Dios me exige es mucha humanidad: que sea una persona muy humana, generosa, entregada, de oración, sencilla, que se ponga en los zapatos de los demás, del que necesita, del que busca perdón y misericordia de Dios”. Gustavo Pimentel manifestó: “Dios me pide que responda así como soy, con lo que tengo. Él me dio carismas, dones que debo reconocer para descubrir por dónde Dios me pide trabajar”.
El ver y quehacer de los seminaristas que iban a sus pueblos fue lo que los motivó para aceptar este estilo de vida, que se confirmó y plenificó con el sacramento del Orden: “En la secundaría veía a los seminaristas que iban a mi parroquia para colaborar en la pastoral. Veía cómo trabajaban con alegría. Los seminaristas motivaban mucho a seguir en la Iglesia”, comentó el presbítero José Luis Ortiz.
Lo mejor que le puede pasar a uno es hacer lo que a uno le agrada, lo que le va a llevar a la felicidad a él y a los suyos. En este estilo de vida lo atractivo es que se tendrá una relación muy cercana con el Dueño de la mies. “Más que como Dueño lo veo como un Amigo: ahora no los llamo siervos, los llamo amigos. Trabajar con el amigo es lo más hermoso, lo más placentero. Sé que no me va a exigir, más de lo que no puedo dar, que él está conmigo, que es alguien muy cercano a mí”, expresó el padre José Luis. El padre Gustavo, por su parte, agregó: “Yo siempre lo he repetido: es el amor que nos tuvo lo que me agrada, el amor sin condiciones. El evangelio de Juan 3, 16 lo dice claro tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo único. Lo más importante es que Dios nos da lo mejor que tiene. A mí me impresiona tanto eso, imagínate que tú tienes lo mejor y de pronto se lo das a las personas: tu tiempo es a veces algo importante, y si ese tiempo se lo das a las personas… Para Dios lo más valioso que tenía era su Hijo. Es dar lo mejor que se tiene”.
Ellos ya tienen en qué gastar y desgastar su vida. Por último, dan un pequeño mensaje para aquellos jóvenes que en algún momento tienen la espinita para entrar a vivir con Cristo totalmente: “Vale la pena trabajar con Jesucristo como amigo, descubran dónde Dios los quiere y dónde los necesita, y no tengan miedo. Nos damos cuenta de la realidad, pero tenemos confianza porque el Dueño es Dios. Ábranse a Él y entréguenle todas sus dificultades, sus problemas, para que los transforme en gracia. Poco a poco te va moldeando. Tú solo tienes que ser el mismo barro, que Él va a ir trabajando. A final de cuentas lo transforma con sus propias manos para gloria de los demás”, concluyeron.
Les agradecemos su disposición para esta entrevista y les brindamos una gran felicitación a los ya ahora sacerdotes y esperamos que desempeñen un excelente labor al pueblo en general.

Festividad en el Seminario
por José Carlos Moreno Barrera

El sol iluminaba el medio día del pasado jueves 13 de agosto, en el cual las instalaciones del Seminario Arquidiocesano de Xalapa “Rafael Guizar Valencia” se convirtieron en el lugar de encuentro de diversas personalidades: seminaristas, religiosas, laicos. Todos con un mismo sentir que era el celebrar el onomástico del Arzobispo Hipólito Reyes y de ser testigos de la apertura del nuevo curso escolar 2009–2010.
El salón Anexo del Seminario fue utilizado para la celebración Eucarística. En las puertas algunos jóvenes seminaristas amablemente recibían a las personas que llegaban, pues desde las once con quince minutos de la mañana comenzó la gente a llegar a este lugar. Se lograba mirar en la parte de enfrente el altar cubierto con un mantel rojo y blanco, unos hermosos arreglos florales y sillas. Como fondo de este escenario estaba un gran crucifijo y dos imágenes a los lados, una de monseñor Guízar Valencia y otra de la Virgen de Guadalupe. Todo esto era iluminado por los rayos del sol que atravesaban a través los amplios ventanales. La claridad se extendió por el amplio recinto y todas las sillas que se colocaron en el interior poco a poco iban siendo ocupadas por la gente, mientras se escuchaba los armoniosos cánticos del coro que estaba ensayando.
Dio inicio la celebración a las 12:00 hrs. Los feligreses se pusieron de pie y el coro entonó su cántico. Todos los sacerdotes con sus albas y estola roja avanzaban hacia el altar y al final de todos ellos iba Monseñor Hipólito Reyes. Toda la celebración transcurrió en el mismo orden y por supuesto no faltaron los aplausos. Dentro de ella se dio lectura de la nómina completa de maestros que trabajan en el Seminario, en todas sus etapas: Seminario Menor, Curso Introductorio, Filosofía y Teología. Del mismo modo los vicerrectores correspondientes proclamaron su juramento frente al Arzobispo.
Durante la Eucaristía la gente mostró su emotividad y atención a cada parte de ceremonia participando. Antes de concluir la celebración, el padre Virgilio Mirafuentes Lima dio unas palabras en nombre de la comunidad de Xalapa felicitando al don Hipólito Reyes por su cumpleaños, al terminar se escucharon los aplausos. Después de esto, se invitó a los presentes a compartir el banquete preparado en el comedor del Seminario. Todo concluyó a las 13:40 hrs. y la gente comenzó a pasar a felicitar al Arzobispo lo que provocó que se hiciera una larga fila, mientras otros pasaban al comedor del Seminario.En la parte del comedor todo estaba preparado, mesas puestas con su loza, la gente llegó tomó su lugar y a las dos de la tarde entró Monseñor Hipólito y se escucharon las tradicionales “Mañanitas”. La comida fue amenizada por las alegres melodías del grupo “Violines Internacionales” a cargo del maestro Capilla. Todos deleitaron el banquete y 15:30 horas las personas comenzaron a retirarse poco a poco hasta que en el Seminario sólo quedaron los seminaristas. En ambiente de alegría y emotividad parte de la comunidad católica xalapeña vivió dicha festividad.




ESTO YO NO LO SABÍA...
por Artemio Domínguez Ruiz

El Clero

El IV Concilio de Letrán (1215) afirma que los términos “Iglesia” y “hombre de iglesia” se aplican exclusivamente al clero. “Clero” deriva de la palabra griega que significa “lote” o “selección”. Desde el siglo II existe en la Iglesia una clara distinción entre laicos y clérigos y desde el siglo IV hasta el siglo XII el clero forma un grupo reducido constituido por hombres. Durante este periodo, el clero es visto y respetado como representante del pueblo; los sacerdotes son encargados de interceder ante Dios, por todos los vivos y muertos.

(Cf. MEYER Jean, El Celibato Sacerdotal, Su Historia en la Iglesia Católica, TUSQUETS Editores, México 2009, p. 96)
...pero ahora ya lo sé.





“No puedo parar de trabajar. Tendré toda la eternidad para descansar”.
Teresa de Calcuta

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

sus comentarios nos ayudan