E D I T O R I A L

El Día de la Madre

Este año no se ha notado un exceso de publicidad y alharaca por este domingo que es el Día de la Madre. Estamos deprimidos de muchas maneras: por la crisis global y por la Influenza A (H1N1). En todas partes se nota una ominosa calma que hace pensar que todos estamos expuestos y que la situación tan imprevista, como la famosa crisis global, nos pega fuertemente. Nosotros recordamos a nuestras madres con mucho cariño. Alguno ha dicho que la vocación sacerdotal –que, según la Teología, viene de Dios– en concreto nos llega especialmente por la oración y la espiritualidad de nuestra madre. La madre de un seminarista y la madre de un sacerdote tienen una categoría especial que la comunidad suele reconocer. Lo sabemos. Y nos alegramos en este día con todos los que celebran a su madre y, de una u otra manera, le manifiestan su cariño.

C O N C I L I Á B U L O

Alerta por la Influenza

Atentos a las indicaciones de las autoridades –y con no poco gusto-, suprimimos clases y nos fuimos a nuestras casas. El hecho de vivir tantos en un solo domicilio nos hacía especialmente vulnerables, porque con un enfermo podía haber contagio para muchos. Pero no ha pasado nada y regresamos a la vida de la rutina diaria sin quitar las precauciones que se han indicado.

¿Se debe quitar la Filosofía?

Hemos notado que son varios los que se preocupan por el proyecto de reforma de los programas de la Secretaría de Educación Pública, que incluiría suprimir la Filosofía. Por un lado, nos parece muy bien que haya programas uniformes y perfectamente estructurados para que la movilidad, que cada vez será mayor, no traiga demasiados problemas. Pero, por otro lado, pensamos con varios autores que la Filosofía no se debe quitar. Marcelo Ramírez Ramírez, fundador de la Academia Mexicana de la Educación A. C., es uno de ellos y también Gilberto Nieto Aguilar.


Las opiniones de los autores

Gilberto Nieto Aguilar (Diario de Xalapa, martes 5 de mayo 2009) dice: «La Filosofía contribuye a la formación de la ciudadanía, al respeto en la práctica del interculturalismo, a la evolución de los derechos humanos, al progreso crítico y al progreso de la democracia». Marcelo Ramírez (ibid), por su parte, escribe: «Independientemente de la adscripción a una doctrina filosófica determinada, podemos coincidir en que la Filosofía tiene la misión de ofrecer una visión totalizadora de la realidad humana y del mundo, de manera que los saberes específicos y nuestras decisiones prácticas sean o nos parezcan razonables y conformes con el sentido que buscamos realizar a lo largo de nuestras vidas».

Calumnia, que algo queda

Se atribuye a Voltaire esta sentencia que, por otra parte, se ha vuelto universal. Si tú esparces el mal, por inexplicables razones, esto tiende a prevalecer sobre el bien. ¿Por qué «las buenas noticias no son noticias» y lo que nos interesa más es la nota roja o policiaca? Nos parece que en todos nosotros hay una especie de morbo que hace que el mal venda más que el bien. «Algo queda siempre» y te llevas la duda en el corazón. Y el que ha hecho el mal, al fin y al cabo, sale triunfando y más si no hay reglas muy claras y precisas que hagan que los medios no se adelanten a calificar como culpable a quien solamente se le presenta como sospechoso o indiciado. Pensamos que en este caso debiera haber una legislación mucho más estricta, sobre todo para aquellos cuya reputación es esencial en su trabajo.

Un comunicador nato

El padre Raúl Rodríguez, que es fundador de un famoso semanario de la Arquidiócesis de Xalapa, ahora aparece por las mañanas en el Televisa Veracruz con reflexiones sensatas e interesantes fundadas en la concepción cristiana. Por otra parte, sabemos que también está publicando estas mismas reflexiones en alguno de los periódicos de la localidad.

Ser madre todos los días
por Sergio Pérez Portilla

El evangelio de san Juan nos cuenta una historia extremadamente bella, bella incluso habiéndose dado en un momento por demás dramático: al pie de la cruz, a punto de morir, Jesús deja a su madre al cuidado del discípulo a quien él amaba, y el discípulo la recibió en su casa. Luego de unos instantes, Jesús murió (cfr. Jn 19, 25-30).
El carpintero de Nazaret amaba a su madre, y sabía que dejarla sola, sobre todo en esa época y en esa sociedad, era condenarla al repudio, a la habladuría, a valer nada. La amaba y sabía que debía cuidarla, protegerla, dar por ella lo que ella misma dio por él: todo. ¿Cómo hizo Jesús para que su discípulo la aceptara? Le dijo “ahí tienes a tu madre”. No dijo “aquí está mi madre, te la encargo”, sino tu madre. El discípulo la aceptó porque ella se convirtió en su propia madre, y con esa aceptación demostró que también la amaba. Habría sido más difícil que el discípulo cuidara del todo a María si hubiese visto en ella a la madre de otro, por eso tenía que verla como suya.
Hoy celebramos el Día de la madre, día verdaderamente especial para los mexicanos. Pero la celebración debe ser el culmen de un camino: a la madre que diariamente se le ama, se le respeta, se le escucha, se le cuida, se le protege, a ella es a quien celebramos. Ella es madre todos los días, no sólo lo es un día en mayo, o en cualquier otra fecha. La que lleva por nueve meses en su vientre a otro, lo lleva en su corazón y en su mente por siempre.
El maravilloso don de la maternidad, por otra parte, hace que la mujer colabore en la obra creadora de Dios, pues Él también debe ser visto como una madre. Para nosotros, occidentales de este siglo, eran dirigidas las palabras de Juan Pablo I de aquel domingo 10 de septiembre de 1978, una de las pocas, claro, en las que, para hacernos entender cómo es el amor de Dios, nos dijo: “Dios es padre, más aún, es madre”. Sí, en nuestra cultura la confianza es mayoritariamente depositada en las mamás, y ellas a la vez son las que más nos demuestran su afecto, por eso ver a Dios como madre nos ayuda a entenderlo más, a entender más su amor por nosotros.
Conocer y reconocer lo que ellas han hecho por nosotros es amarlas, y amándolas podemos darles su lugar, aceptar su dignidad, verlas diferente.Un abrazo a todas las madres, a todas las que se aventuraron a darle vida a todos los que habitamos en este planeta. Feliz día, madre, feliz día, madres.

C A P S U L A S R A D A R

Les presentamos esta nueva sección de “capsulas radar” a bien repasar la historia del estado de Veracruz, del País, y de la Iglesia católica que el Dr. José Benigno Zilli Mánica transmitió durante la década de 1986 a 1996. Estas cápsulas duran aproximadamente cada una 4 minutos, las cuales se encuentran en formato digital que por supuesto se comparte ahora en Internet en http://zillijb.blogspot.com/. Hasta ahora la clasificación se ha hecho solamente por datación, relativo al año de 1986.

Busterella
(Capsula del 12 de enero de 1986)

“Hola habla el padre Zilli. Hay una palabrita y una práctica italiana que poco a poco está entrando a todas las lenguas. Se trataría de un autentico italianismo aceptado en todas las lenguas del mundo y desde luego en español. ¿Sabe cuál es? Busterella. ¿No lo había usted oído? Pues prepárese para oírla y entenderla, porque es una palabra que poco a poco se está haciendo universal.
Ya sabe usted que es cosa aceptada que de cuando en cuando una palabra que viene de otra lengua se haga universal, y sea aceptada sin ningún titubeo por todos los idiomas. Le pongo por ejemplo la palabra “mafia”, de Italia la hemos recibido, y la palabra “logia”. Son palabras hoy por hoy aceptadas y comunes entre nosotros. Pues lo mismo va a pasar con busterella.
La busterella es literalmente el sobre, mas bien el sobrecito. Un sobre muchas veces bastante grueso porque está cargado de liras o de pesos, que ya casi es lo mismo, y que se entrega discretamente a la persona que nos va hacer un favor. ¿Sabe de qué favor se trata? Pues de acomodar en posición alta a un recomendado o recomendada. Estos sobrecitos o busterellas son recibidos siempre por el jefe o el funcionario de manera discreta e italianisima o mexicanisima si usted quiere, y son el modo de pagar para que nuestro recomendado suba a una determinada posición. Suelen ser un medio muy eficaz, ¿de veras muy eficaz? ¡Sí! Por lo menos mucho más eficaz, que muchos años de estudio o muchas campañas políticas, porque el que entra por medio de la busterella, entra limpiamente sin tanto esfuerzo ni fatiga, así nada más como quien dice automáticamente y tanto más grande es el puesto que uno alcanza cuando más voluminosa es la entrega de la busterella. Pero yo creo que usted ya comprendió que se trata de una actividad profundamente inmoral. Bueno hasta pena da hablar de estas cosas, porque hay muchas personas que piensan que eso de la moral es asunto anticuado, obsoleto, que son meras trabas al progreso del hombre. ¿En qué está lo inmoral de la busterella? Pues en que los puestos públicos se confieren a ineptos, a incapaces, a los que no han estudiado ni demostrado que son aptos para ejercer lo que debe redundar en beneficio de toda la colectividad, o sea, que cosas que son propias de la colectividad se hacen cosas privadas, o se hacen objeto de trafique entre personas particulares. Por ejemplo se sube al amigo, al compadre, a la cuñada, a la prima, a la suegra y a veces alcanza hasta para la abuela. Nepotismo para arriba que también los hay. ¿Es inmoral esto? ¡Sí hombre! Lo que es de la comunidad se hace de la familia y de los amigos y así se arruina a todos. Y es que suele hablar de por medio busterellas. ¿No sabía usted estas cosas? No, sí las sabía. Lo que faltaba era ponerles el nombre y sobre todo el calificativo”. ¡Hasta pronto!

ESTO YO NO LO SABÍA...
Hafefobia
por Hugo Cortés Chantres

La palabra hafefobia proviene del griego αφή (haphé), que significa tacto, y φoβέw (phobéo), temer, espantarse. La hafefobia, es entonces, el temor enfermizo a ser tocado. También se conoce como afenfosfobia.

... pero ahora ya lo sé.



“Solo una madre sabe lo que es amar y ser feliz”.
Albert Von Chamizo

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