Domingo 4 de enero de 2009


Plana semanal del Seminario Arquidiocesano de Xalapa, Ver. MÉXICO
Desde el año 2000
Aparece los domingos en el Diario de Xalapa


E D I T O R I A L
¡Ya vienen los Reyes!

Pocos son los recuerdos que uno guarda de la infancia. Y entre ellos destacan las fiestas de las posadas y la llegada de los Reyes magos. Los niños de México esperan con ansias el día de los Reyes y muchos ya les han escrito su cartita. Pero los Reyes son imprevisibles por no decir caprichosos: traen lo que ellos quieren no lo que uno espera. Los cristianos adultos saben que este día de los Reyes se llama “Día de la epifanía”: se conmemora la presentación del niño Jesús a todas las razas del mundo, a todas las naciones. Porque lo cristiano es universal, no es sectario ni elitista. Nos alegramos con los niños y buscamos entender cada vez más la universalidad de la Iglesia.

De magos, bautizos y bodas
SERGIO PÉREZ PORTILLA

En el día a día vamos conociendo, a veces de manera superficial y otras, las menos, de manera íntima, a muchas personas. Pero lo cierto es que conocemos sobre todo lo que ellas mismas dicen de sí. El cómo somos, el qué pensamos, el qué sentimos, todas estas dimensiones internas se ven reflejadas en nuestros actos, aunque no pocas veces actuamos tratando de esconder precisamente lo que somos, pensamos o sentimos. Desde ahora lo advertiremos, pero por el momento nos interesaremos en lo que dijimos al principio: conocemos de las personas su forma de ser, pensar y sentir, según lo que cada una de ellas expresa de sí misma.

Por otro lado, los cristianos católicos celebramos hoy la fiesta de la Epifanía del Señor, ¿y qué es esta fiesta? No es otra cosa sino la expresión del ser de Dios según lo que ha querido revelarnos de sí mismo en Cristo, su Hijo, o más concretamente, el cómo se ha manifestado Jesús a todos los pueblos y, mediante su propia manifestación, el conocimiento de la voluntad salvadora del Padre eterno. Son tres los momentos que la Epifanía recoge, pero algunos más le dan peso a esta fiesta: en primer lugar tenemos a los magos de Oriente que le traen al pequeño recién nacido ofrendas por reconocer en él al rey. El relato es de la mayoría conocido. La Iglesia ha visto en este gesto el alcance universal de la salvación por Cristo, pues los magos representan a todas las naciones fuera de Israel. Es el pueblo santo el elegido para ser el centro desde donde irradie la luz que llegará a todo lugar.

El segundo momento es el bautismo de Jesús en el Jordán, por Juan el bautista. Y es precisamente cuando Jesús ha sido bautizado que encontramos esa manifestación de lo que él es: una voz desde lo alto dice “Este es mi hijo amado”. La voz no es sino del Creador de todo y Padre de todos. Se revela que Jesús no es solamente un hombre más, sino también el Hijo de Dios. Y el tercer momento está en el también conocido pasaje de las bodas de Caná, lugar donde Jesús transforma el agua en vino. San Juan es muy concreto: fue el primero de los signos de Jesús, gracias al cual manifestó su gloria y sus discípulos depositaron su fe en él.

Cristo es el Dios único que se hizo hombre, y como tal asumió nuestra naturaleza desde la más absoluta fragilidad y dependencia, fue un niño pequeño que necesitó de sus padres para poder llegar a ser el hombre fuerte y decidido que entregó, libremente, su vida por toda la humanidad. Poco a poco se manifestó a nosotros, y aunque en reiteradas ocasiones quedó muy lejos de lo normal según nuestras formas de pensar, simplemente fuimos conociéndolo. Conocimos su forma de ser, pensar y sentir, según su vida misma y según esos momentos que quedaron grabados en todos. Cristo es el Dios único que se hizo hombre, y que siendo como nosotros manifestó su divinidad.

A todas aquellas personas con las que convivimos, cada vez que interactuamos con ellas les estamos pidiendo de muchas formas que nos digan quiénes son: les preguntamos sus gustos, disgusto e indiferencias; sus sueños, sus logros, sus ideales y su historia; les preguntamos todo porque a final de cuentas lo que nos interesa es saber quiénes son. A él, al pequeño de Belén, al hombre del Jordán y de Caná, también le pedimos que nos diga quién es, y él, él siempre, poco a poco, se va dejando conocer.


Los reyes magos, ¿sí existen?
ALEJANDRO ADÁN DÍAZ BALBUENA

Recuerdo que una de mis primeras preguntas escépticas sobre las cosas que creemos fue estando en el primer grado de primaria. Era sobe la existencia de los reyes magos. Recuerdo una discusión entre los compañeros de grupo, pues a uno de ellos le habían hablado de la posibilidad de que esto fuera sólo un mito.
Hoy, muchos años después mis preguntas y escepticismos son muchos y sobre muchas cosas. Pero una cosa de la que estoy completamente convencido es que los reyes magos sí existen.
Sí, los he visto en varias partes y hasta he platicado con ellos. Mucha gente también los ha visto, eso es seguro. Sólo que quizá no los han reconocido porque seguramente no traían las ropas con que los vemos en los nacimientos y es muy probable que tampoco sus animales. Yo me los he encontrado con ropa común de nuestro tiempo, como nosotros nos vestimos. Los he visto en bicicleta, en coche o en camión (les sería difícil entrar a algunos lugares con su camello, caballo y elefante con el tráfico que hay). Algo interesante es que ya no sólo son tres. Como la población ha crecido mucho también ellos han necesitado refuerzos. Tampoco son solamente “reyes magos”, he visto también “reinas magas”.
Quizá a alguien pudiera parecerle muy fantasioso esto que estoy contando. Pero no. Cualquiera con un poco de cuidado lo puede comprobar. La semana pasada vi a uno de ellos vestido de rojo, con un casco y una manguera. Estaba con otros compañeros suyos intentando salvar las pertenencias de una familia. Vi después a otro llevando alimentos a su casa. Una vez traté con uno que vestía de bata blanca: se notaba preocupado por lo que le iba a la persona que le estaba consultando para mejorar su salud. Conozco a otros reyes y reinas magos que se esmeran en que los niños aprendan cómo triunfar en la vida en aulas escolares. También vi a algunos recolectando y llevando víveres a las personas que fueron golpeadas por los huracanes. He visto a muchos otros en muy diferentes oficios, profesiones y situaciones, a reyes y reinas magos de muy distintas edades.
Por eso yo sigo creyendo y estoy convencido de que los reyes magos no son un mito, como algunos dicen. Los reyes magos existen y trabajan no sólo el 5 y 6 de enero, sino todo el año. Los reyes magos, hoy no sólo reparte juguetes a los niños, sino que les procuran alimento, salud, seguridad y educación a los de su casa y a los de las casas de otros.
A los reyes magos se les distingue de los demás en que todo o que los hace felices es dar y darse a los demás. Lo que hacen lo hacen con esmero único, alegría y entusiasmo. Los reyes magos sí existen y están entre nosotros.


Y todavía lo que viene
JUAN CARLOS MATUS SÁNCHEZ


Mucho antes de que llagaran las fiestas decembrinas fuimos testigos de múltiples eventos que afectarían seriamente los bolsillos de las personas; así es: la crisis alimentaria y la tremenda recesión económica mundial.

En su momento, estos hechos suscitaron una preocupación asemejada al desentendimiento; sin embargo, al verse los gastos aumentados casi al doble de lo normal, se dio una sincera alarma colectiva, pues había sido afectada la economía, no sólo de la ya precaria clase media-baja, sino que también la de los que más tienen .
Dado que la mayoría de la población se encuentra dentro de la clase media-baja y puesto que ya se acabaron las fiestas de Navidad y Año Nuevo (además se acerca la del día de reyes), se hará mención de lo que a todos preocupa: la economía del común de la gente.

Seguramente que los pasados eventos mundiales no impidieron que se llevaran a cabo las fiestas de Navidad y Año nuevo, de manera frugal, pero se realizaron. Y es que pudo haber pequeños sacrificios con tal de tener la típica cena de Navidad y Año Nuevo, súmese a esta cuenta la de los regalos.

Sin duda, grandes cantidades de personas se debieron haber visto empobrecidas a comparación de otros años, los regalos deben haber pasado de pequeños lujos a cosas verdaderamente necesarias y económicas (no muy grato para los niños), los monumentales nacimientos se debieron haber reducido a sólo las imágenes de San José, La Virgen y el Niño; pero bueno, sólo una cosa es la importante en estas fechas celebrar el nacimiento de Jesucristo.

Claro, en el caso de la cena de Año Nuevo el sacrificio debió haber sido más duro, pues las bebidas alcohólicas no son muy baratas que digamos, y éstas no pueden faltar en la despedida del Año Viejo.

En fin, estas festividades ya han pasado y, por supuesto, ya han provocado estragos en los ingresos de la gente, ¿se debió a una mala planeación? ¿Despilfarro? Cada quien sabrá de acuerdo a lo que se haya decidido.

Una última cuestión; se acerca el día de reyes y el “aguinaldo” se está acabando, los mexicanos son como “magos” si se trata de que el dinero alcance para lo que quiere. ¿Qué puede hacer felices a millones de niños este 6 de enero y que no produce gastos excesivos? Aquí está la pauta para los papás a la hora de comprar: el amor, un amor paterno sincero, tanto que los niños lo perciban y no quieran otra cosa. ¿Hay regalo más grande? ¿Se puede comprar este regalo?

Ahora bien, sin duda la cuesta de enero se hará sentir, una vez más, pero se sabe como evitarla en años venideros, si se quiere. Aún queda una fiesta pendiente y se puede ahorrar unas monedas más. No se olvide, por último, el sentido primordial de estas fiestas, donde no es necesario lo ostentoso, recordando las raíces de estas fiestas y su sentido primordial, sin duda que obtendremos más de un beneficio.

C O N C I L I Á B U L O

Más de dos millones

Durante el año 2008 más de dos millones de fieles y peregrinos participaron en alguna celebración presidida S.S. Benedicto XVI. Somos todavía muy pocos los cristianos en medio de la humanidad, todavía una pequeña grey. Pero da gusto saber que son muchos los que buscan estar cerca del sucesor de San Pedro.

Examen de los profesores

Nos preguntan cómo hacemos el examen o evaluación de nuestros maestros. Desde luego, no lo hacen ellos mismos, sino una licenciada en pedagogía. Y todas las respuestas son anónimas, de modo que uno no sabe quien a dicho que.

Los aspectos considerados este año

Hubo tres aspectos: consideraciones generales, metodológicas y conocimiento y manejo del tema. (A) 1 puntualidad; 2 responsabilidad; 3 respeto; 4 asistencia. (B) l programa; 2 exposición clara; 3 presentación temática; 4 respuesta oportuna a interrogantes; 5 disposición para aclarar dudas; 6 motivación al grupo 7 uso de recursos didácticos. (C) 1 si muestra manejar bien toda la materia; 2 si da respuesta a las inquietudes de los alumnos. La sorpresa de este año es que la nueva maestra de inglés licenciada Liliana Sosa Dorantes estuvo entre los primeros lugares.

El memorandum

Una cosa importante también es tener completo el memorandum o las memoranda de cada seminario. Completo y engargolado se presenta como una obra de todo el grupo y hasta se pueden hacer comparaciones con los trabajos hechos en años anteriores. Estas bitácoras suelen ser un objeto de admiración para los años posteriores, porque uno se da cuenta de cómo va creciendo, paso a paso, si es que de verdad estudia y reflexiona.

Sagrada Familia

El domingo pasado la Iglesia celebró a la Sagrada familia. Una familia como esa no la ha habido ni la habrá jamás. Se trata de un modelo completamente fuera de serie. Se nos propone como un ideal, pero en verdad es un ideal inalcanzable. De todos modos, por lo poco que nos cuentan los evangelios, sabemos que tuvieron mucho que sufrir. Mucho más – quizá – que las familias ordinarias. Empezando por la necesidad de la posada y el parto en el pesebre, la persecución del cruel Herodes, la pérdida del niño, la muerte de San José…
Pero en medio de estas cosas extraordinarias –y algunas de ellas dignas de nota roja- hubo una vida ordinaria donde el amor y la ternura lo llenaban todo. Y la vida está hecha de cosas ordinarias. Lo que hay que cuidar es que no se acabe el amor. Eso es lo esencial. Y en esto es nuestro modelo la sagrada familia de Nazaret.

“La paciencia y el tiempo hacen más que la fuerza y la violencia”.
Jean de La Fontaine

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