Domingo 4 de mayo de 2008




Plana semanal del Seminario Arquidiocesano de Xalapa, Ver. MÉXICO
Desde el año 2000
Aparece los domingos en el Diario de Xalapa




E D I T O R I A L

Puentes

Hemos tenido un largo puente, con el Día del Niño, Día del Trabajo y la Batalla de Puebla. Por nuestra parte, hemos aprovechado para completar las tesis, o tesinas, que son uno de los resultados finales del estudio de la Filosofía.
Cada uno de los investigadores ha dialogado con un autor y encontrado diversas posiciones: a) Los que bajan los ojos como los cerdos hacia el hedonismo y todo lo terrenal (lo inauténtico); b) los que ven la vida de frente, con la ciencia y el arte, y tratan de dominar la naturaleza mediante la creación de un hombre nuevo dominador de todo y consciente de la muerte y c) los que alzan los ojos buscando a Dios y la verdad suprema.
Con todos ellos, a los que tomamos en serio, tratamos de comprender y de aprovechar lo que su gran inteligencia ha descubierto.
Los puentes son útiles también para la reflexión, no sólo para el descanso.


De niños, trabajos y batallas
S. PÉREZ PORTILLA

Durante la semana que concluye, el miércoles 30 de abril, se celebró el Día del niño. Festejo que esperan los pequeños, aunque no siempre cumple con todas sus expectativas. Con todo, es un día conocido y reconocido, no hay duda. ¿Por qué regalarles un día en especial? Es significativo que el común de la gente sienta un aprecio por los pequeños, los que junto con los borrachos siempre dicen la verdad, no importando que sus padres salgan mal parados, o que eso implique risas de los demás. Casi todos tenemos algún familiar cercano de corta edad, y cuando no, por lo menos un conocido muy próximo. Por eso el celebrarlos es celebrar a los que nos rodean, pero también nuestras esperanzas. La gran familia humana entiende que, por mucho que sea necesaria la madurez, no se puede nacer siendo adultos. El ser humano es parte de un proceso, él mismo es uno, y por tanto va de lo menos a lo más. Y no queremos decir que los pequeños valgan menos, pues esa es una mentalidad materialista. Queremos decir que el hombre se va perfeccionando, haciendo más independiente de los demás, pero establece a la vez una relación con los otros mucho más libre y perfecta. Pero volvamos con los niños, qué son, qué representan. Son expresión de cómo el Creador hace partícipes de la creación a los hombre y mujeres; son expresión de la sencillez y del perdón. ¿Cuántas veces vemos a un par de ellos peleando, y al poco jugando como si nada hubiera pasado? Además, representan la esperanza en su verdadero esplendor, pues, ¿cómo, si no es con los que han de ser, que pensamos cómo será el mañana? Darles un regalo, felicitarlos, festejarlos, todo une el hoy con el mañana, incluso con el ayer: el cómo fuimos, el cómo somos, y el cómo seremos.

Con el trabajo pasa muchas veces como con las escuelas: se lucha por estar en uno, y cuando se tiene, se quiere hacer lo menos posible, se quisiera no trabajar. Primero de mayo, Día del trabajo. Hace ya más de 100 años que se celebró el primer día del trabajo por los obreros de Chicago, o mártires, como los conocemos, y que se vieron reflejados en nuestros connacionales de Río blanco y Cananea, entre otros. En México se contabiliza un índice de 3.78% de desempleados, aproximadamente, de la población económicamente activa. ¿Por qué, pues, consagrar un día al memorial de los trabajadores? En el trabajo el hombre se hace hombre, con él cumple sus dimensiones creativa y cooperativa: creativa en cuanto desarrolla y cooperativa en cuanto desarrolla para los demás. En cualquier comunidad trabajar significa no sólo desempeñar algún oficio, sino participar en el progreso de la misma mediante la colaboración en aquello que se vuelve necesario para cada uno de los integrantes. Trabajar es participar de la obra creadora directamente, pues el Creador es un trabajador.

El día de mañana, 5 de mayo, celebramos un aniversario más de la Batalla de Puebla, que tuvo lugar en 1862 y en la que los mexicanos vencimos al ejército francés. Los franceses intervinieron México para exigir el pago de una deuda de la que nos habíamos declarado incapaces de pagar. Derrotar al ejército más experimentado y fuerte del momento fue motivo de alegría y de orgullo, pero más lo es saber que podemos decir que sentimos un patriotismo que nos ha llevado a tal victoria. Seguimos siendo México, y eso significa que seguimos siendo uno en la diversidad. Juan Pablo II, en el libro Memoria e identidad, diferencia entre patriotismo y nacionalismo. El primero es el que enorgullece, el que da identidad. El segundo es el que confunde el amor por la patria con un celo inadecuado. A éste debemos excluirlo. Todos los días libramos batallas, no siempre tan grandes y conocidas como la de Puebla, pero sí igual de trascendentes para cada uno de nosotros. Peleamos por nuestra libertad contra el egoísmo y la soberbia; peleamos por nuestra identidad contra todo lo que aliena; peleamos por nuestra comunidad contra el individualismo y el sentimiento de superioridad. Peleamos y seguiremos peleando, porque estamos en un mundo cambiante y muchas veces traicionero.

Este día se ve contextualizado por las tres celebraciones antes citadas. Fiestas que ayudan al hombre a reconocerse como peregrino que no se detiene, que se va realizando y que no está aislado. El hombre crece, debe hacerlo: crecer en estatura, en sabiduría, y en gracia.


El Seminario se viste de gala

EMANUEL TORRES FUENTES

61 familias reunidas con un mismo propósito: celebrar la “convivencia de padres de familia”. Venían procedentes de Córdoba y sus alrededores. También había gente de esta hermosa ciudad de las flores, Xalapa y por qué no, también de sus alrededores. Todos estaban felices por estar en este lugar donde se respiraba un ambiente lleno de paz y gozo. Unos jóvenes recibían amablemente a los invitados y les colocaban su gafete con su nombre. A todos los que iban llegando los pasaban a un lugar donde cantaban, reían, brincaban y alzaban las manos. Todos parecían estar contentos. Afuera en el pasillo central unos niños corrían de un lado para otro. Pocas veces este pasillo se viste de gala con tanta gente hermosa.

Sí, efectivamente, estamos hablando de la casa de formación del Seminario Arquidiocesano de Xalapa. Cada año los padres de familia visitan a sus hijos con el objetivo de involucrarse en el proceso de formación sacerdotal. Se les da a conocer los objetivos, la mentalidad y el espíritu con el que se vive en el Seminario, en este caso, de la etapa de filosofía. Los papás están conscientes de que sus hijos están recibiendo la formación sacerdotal para el servicio de Dios y la Iglesia.

Las familias de un sacerdote, de cuatro seminaristas y una mamá soltera fueron los entrevistados. En su mayoría fueron los papás los que nos contestaron las preguntas. Aquí se rompe la teoría de que los papás son poco participativos o incluso poco expresivos. La primera pregunta que les hicimos fue: ¿Cómo ha cambiado la vida de la familia desde que su hijo es seminarista?
“En lo personal, mi vida ha cambiado radicalmente al cien por ciento porque andaba por otros caminos y no me acercaba a la iglesia. He dejado vicios y ahora que estoy más cerca de Dios la vida es más fácil”. Así contestó el papá del seminarista Gerardo Vargas.
En cambio la familia Alvarado Jácome a esta misma pregunta nos respondió que se encuentran más unidos- papás y hermanos- desde que su hijo entró al seminario y aún más ahora que es sacerdote.
La familia de José Luis Hernández Marcelo y la de Sergio López Juárez comentaron que la familia había tenido algunos cambios que los invitaba a la oración y a la congruencia entre la fe y la vida.
Por otro lado, la familia Mora Cortés enfatizó que su vida cambio radicalmente para bien suyo. “Debemos estar preparados espiritualmente a través de la escucha de la Palabra de Dios para hacer su voluntad. Y de esta manera apoyar a nuestro hijo fortalecidos en la fe”.
“Bueno, yo siempre he dicho que mi hijo me cambió la vida. En primer lugar porque yo no era muy cercana a la iglesia; en segundo lugar porque me hizo reconocer y revivir los valores dentro de mi familia. Y en tercer lugar nosotros tres –mis dos hijos y yo- sentimos una tranquilidad y una armonía que nunca antes habíamos experimentado”, expresó la mamá del seminarista José Jair Hernández Acosta.
Sabemos que hoy en día son pocos los padres de familia que apoyan a sus hijos para consagrar su vida al servicio de Dios. Ustedes ¿qué les recomiendan a los papás que tienen hijos con inquietud de entrar al Seminario? Las seis familias entrevistadas señalaron que lo más importante es orar por sus hijos para ayudarlos a discernir el motivo por el cuál querrían entrar al Seminario.
No quisimos terminar la entrevista sin que nos dijeran el significado de la familia. Y esto fue lo que nos contestaron: “Algo muy grande. Nuestro modelo a seguir es la familia de Jesús. Puesto que en estas personas se resalta el diálogo, la comprensión y el amor”, afirmó la familia Vargas López. En cambio la familia Alvarado Jácome dijo que significa amor, paz y unidad. “Uuuh, la familia es el regalo más grande que Dios nos ha dado a todos. Ahí es donde nos educan y aprendemos los valores humanos y cristianos”, nos comentó la familia de José Luis Hernández. Para los papás de Sergio López la familia es lo más importante del mundo y la sociedad. Se debe cultivar y mejorar para dar testimonio a los matrimonios jóvenes. Y finalmente los papás de José Mora y José Jair definieron la familia como el pilar fundamental que rige a toda la vida, en todos sus valores. Nos queda claro que todavía, hoy en día, estamos conscientes de la importancia que tiene la familia en la sociedad.
Agradecemos a todos los papás que asistieron el sábado 26 de abril por la mañana al Seminario fundado por el señor Guízar a esta “convivencia de padres de familia”. Esperamos que se la hayan pasado muy bien pues todas las actividades fueron preparadas especialmente para ustedes.


ESTO YO NO LO SABÍA…
Día del Trabajo

CRISTÓBAL UBALDO GARCÍA

El término trabajo viene del latín labor,-oris que significa el esfuerzo resultante de una actividad. El 1º de Mayo en casi todos los países democráticos se celebra <> instituido en 1889 por el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, para perpetuar la memoria de los trabajadores que fueron detenidos y sentenciados a la pena de muerte por realizar una huelga en la ciudad de Chicago el año de 1886 en petición de una jornada laboral de ocho horas. La primera vez que se conmemoró esta fecha fue en 1890 en España. Además el año de 1955 el papa Pío XII apoyó a los trabajadores declarando ese mismo día la festividad de San José Obrero.
…pero ahora ya lo sé.


C O N C I L I Á B U L O

Congreso eucarístico

Del 30 de abril al 4 de mayo ha habido en Morelia, Michoacán, un Congreso eucarístico nacional al que asistieron del Seminario los padres Rafael Luna y Javier Aguilar y los seminaristas Gustavo Pimentel y José Luis Ortiz, de IV de Teología. Estas grandes concentraciones parecen parte de la naturaleza humana, junto con la necesidad de pequeños grupos y de la defensa del individuo como sucede también en las manifestaciones artísticas. En este caso, la concentración es en torno del Cuerpo y Sangre del Señor reverenciado por toda la multitud con gran respeto y devoción.

Contra Benedicto XVI

Ya habíamos hablado de ese libro infame y anónimo que se llama precisamente Contra Ratzinger. Además de las ridiculeces y falacias, el libro es una defensa del relativismo más descarado mientras el papa Benedicto XVI reafirma, con persuasión y energía, la verdad de la visión cristiana del mundo.

Encuentro con representantes de otras religiones

Esto último apareció con toda claridad en los encuentros que tuvo Su Santidad primero con los representantes de otras religiones. Después de alabar las convivencias y progresos en el diálogo interreligioso e intercultural, se lanzó con fuerza a afirmar la convicción fundamental de la Iglesia católica: “ante estos interrogantes más profundos sobre el destino y origen del género humano, los cristianos proponen a Jesús de Nazareth. Él es, así lo creemos, el logos eterno, que se hizo carne para reconciliar al hombre con Dios y revelar la razón que está en el fondo de todas las cosas. Es a Él a quien llevamos al forum del diálogo interreligioso. El deseo ardiente de seguir sus huellas impulsa a los cristianos a abrir sus mentes y sus corazones al diálogo”.

En el diálogo con los protestantes

Lo mismo pasó en el encuentro ecuménico con las diversas denominaciones protestantes. Les dijo con toda claridad: “También en el movimiento ecuménico los cristianos se muestran reacios a afirmar el papel de la doctrina por temor a que esto sólo sirva para exacerbar, más que para curar, las heridas de la división. A pesar de esto, un testimonio claro y convincente de la salvación que Cristo Jesús ha realizado a favor nuestro debe basarse en la noción de una enseñanza apostólica normativa, esto es, una enseñanza que realmente subraye la palabra inspirada de Dios y sustente la vida sacramental de los cristianos hoy”.
Como puede verse, el Papa quiere que los encuentros no se reduzcan a meras convivencias, sino que se busque conjuntamente la verdad, tanto en lo que respecta a las otras religiones como lo que toca a la división de los cristianos, y lo hace de una manera tan persuasiva y amable que todos los que lo escuchan lo aprueban con entusiasmo.

En la ONU

No nos detendremos en el discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, pero se comprende que es de una gran importancia: la tesis fundamental es que no todo es cuestión de votos y de consensos sino que hay que buscar el fundamento de los derechos humanos en algo más profundo: “Dichos de derechos están basados y plasmados en la naturaleza trascendente de la persona que permite a hombres y mujeres recorrer su camino de fe y su búsqueda de Dios en este mundo. El reconocimiento de esta dimensión debe ser reforzado, si queremos fomentar la esperanza de la humanidad en un mundo mejor y crear condiciones propicias para la paz, el desarrollo, la cooperación y la garantía de los derechos de las generaciones futuras”.
El viaje a Estado Unidos fue todo un éxito y la figura del Papa está creciendo ante los ojos de todos por su sabiduría y capacidad de persuasión. Él reafirma una y otra vez la verdad objetiva frente a quienes piensan que todo es cuestión de votos y de consensos. Podemos llegar a ponernos de acuerdo en cualquier cosa por la presión de la multitud o de las circunstancias y destruir toda la naturaleza salida de las manos de Dios: la vida, la familia, la educación. Los “diputados”, “representantes”, no son precisamente unos sabios.


“Lo que importa es cuanto amor ponemos en el trabajo que realizamos”
(Teresa de Calcuta)

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