Domingo 18 de mayo de 2008

Plana semanal del Seminario Arquidiocesano de Xalapa, Ver. MÉXICO
Desde el año 2000
Aparece los domingos en el Diario de Xalapa



E D I T O R I A L

¿Fe y razón, o razón y fe?


Durante años se ha publicado en Madrid una revista que se llama Razón y fe. Pensamos que, en este caso, el orden de los factores sí altera el producto. Lo nuestro es fe y razón. Somos hijos de una tradición cultural judeocristiana y lo que hemos aprendido desde niños en la comunidad y en el ambiente nos da una base para poder ver otras posturas o definiciones del mundo, del hombre y de Dios. Esto quiere decir que nosotros no renegamos de la fe, sino que, aceptada la historia de salvación que sintéticamente se encuentra en el Credo, enfocamos nuestra realidad con toda la capacidad racional que nos sea dada y ante los nuevos planteamientos que se van proponiendo. Así que no se trata de filosofía antigua o escolástica, sino de un ejercicio de racionalidad en el cual nos han precedido autores muy ilustres.


¿No somos libres?


ELIUD GARCÍA MEDRANO


Una de las grandes preocupaciones del hombre, ha sido el saber si tiene o no la capacidad de ser libre, y si la tiene, bajo qué circunstancia se da. La cuestión se presenta cuando el joven, el adulto, el padre de familia, el ama de casa, el hombre de la calle, en fin, cualquier persona, se plantean las siguientes cuestiones: ¿cómo es posible la libertad? Si en primer lugar el hombre no es la causa de su existencia, y más aún, se da cuenta de que si todo en la naturaleza está causado, y él es parte de esa naturaleza, concluye que también él está causado. A pesar de todo ello, ¿será posible la existencia de la libertad?
Por otro lado, el hombre es consciente de que su ser está conformado por una serie de necesidades, como el lenguaje, la convivencia social, la educación y la moral entre otras. ¿Por qué tiene que obedecer y respetar ciertas normas, si él no las hizo? ¿Por qué tiene que ser responsable de una conducta que él no eligió?
Estas preocupaciones han sido siempre acompañadas por otras no menos importantes como: probablemente la libertad consista en hacer lo que el hombre quiera, pero si esto es así, entonces correría el riesgo de afectar el derecho del otro a que se le respete, o bien, el comportamiento humano en nada se diferenciaría de los animales porque ellos actúan movidos por sus deseos, por sus impulsos. Entonces, ¿en qué consistirá la libertad? Porque si no se tiene la posibilidad de elegir y actuar conforme a lo que se eligió, nadie puede ser responsable moralmente, y por lo tanto, la libre elección no es más que una ilusión. De este modo, al no haber responsabilidad, tampoco tendría por qué haber sanciones.
Tal parece que esta es la problemática de nuestro tiempo. Unas veces se le ve como un hacer y decir lo que las personas sienten, creyendo ser auténticas, sin importar las circunstancias u ofensas hacia otros. Otras veces el individuo, sobre todo en la etapa de la juventud, se cree libre porque según él, rompe con las normas elementales de su casa, de la escuela y de la sociedad, argumentando que tiene libertad, que tiene derechos, pero eso sí, sin ninguna obligación. A propósito de derechos, hoy se habla mucho de los derechos humanos, del niño, de la mujer, del estudiante, del ciudadano, etc., pero nada se dice de las obligaciones de la mujer, del niño, etc.
En nuestra sociedad se es libre de injuriar, de calumniar, de andar harapiento, de vestir como antropoide, de embrutecerse con alcohol y drogas, pero de lo que no se es libre, es de cambiar la Constitución, de quitar a funcionarios deshonestos, de hacer que la burocracia trabaje con eficacia, de cambiar de una vez por todas las programación televisiva que embrutece y rebaja la dignidad del hombre, y así millones de ejemplos. ¿Se vive entonces en una ficción de libertad? ¿No será posible al menos en buena parte rescatar la libertad?
Parece ser que para que se dé la libertad es imprescindible que exista conciencia de que el hombre es un ser limitado e indigente, que necesita de los demás, de la sociedad, que si acepta libre y conscientemente vivir en este núcleo social, llámese casa, familia, trabajo, etc., también se debe aceptar sus normas. Por otro lado, si el hombre es consciente de elegir, también tendrá que ser consciente de todo lo que acarrea sus decisiones, sólo así, será plenamente responsable de sus actos y responderá ante cualquiera, de su propia conducta.
¿Con qué criterio se podrá juzgar la moralidad de los actos humanos, si no se presupone la libertad? Además, la libertad se presenta ante el hombre, a veces como un dato de la experiencia cotidiana, otras veces la capta como una convicción que no proviene del entorno que lo rodea, sobre todo en el sector de la moral. En la esfera de la moral, la experimenta y da por hecho que es libre, ya que puede querer o no querer, querer esto o aquello.
Otro aspecto relevante de la libertad es el siguiente: si se observa con detenimiento el universo que se está alrededor, se llegará a la conclusión que el único ser capaz de progresar, capaz de hacer ciencia, capaz de hacer arte, y capaz de autotransformación es el hombre, y por tanto es el único ser que hace historia, y todo ello gracias a su libertad.


¡Cuatro éxitos del SAX!

MIGUEL ANTONIO LÓPEZ NIEVA

El 12 de mayo del presente año se realizó, en el Seminario Arquidiocesano de Xalapa san Rafael Guízar Valencia, la presentación de cuatro tesis, dos de las cuales fueron filosóficas y las demás teológicas. El evento estuvo a cargo de los prefectos de estudio, el Padre Juan Beristaín de los Santos de la facultad de Filosofía y el Padre Francisco Suárez González de la facultad de Teología.
La primera ponencia estuvo a cargo del joven Ventura Montalvo Pantiga de cuarto de Teología, en la cual presentó su tesina titulada: “La iglesia en el pensamiento de Benedicto XVI”. Ésta, a su vez, la describió -de manera segura y entusiasta- en tres partes, en las cuales había dividido su trabajo teológico. En la primera abordó las concepciones de la Iglesia a través de la historia, en la parte segunda enfatizó en el pensamiento del Cardenal Ratzinger sobre la Iglesia, y, finalmente expuso el pensamiento de Benedicto XVI sobre la Iglesia. Concluyó su presentación con palabras del Papa actual “La Iglesia es eclesiología eucarística, es eclesiología de comunión, y de esta manera la misa es la forma de la Iglesia”.
El seminarista filósofo, Sergio David Bonilla, tuvo a su cargo la segunda tesina a exponer, la cual tituló: “La paz terrena concebida como el orden social en la obra La Ciudad de Dios de San Agustín”. En ella expone dicho tema en tres capítulos: el primero contiene un breve análisis sobre el autor de la obra (San Agustín de Hipona), el siguiente habla de la paz terrena como orden social al bien común y finaliza con su tercer capítulo en el que aborda la paz terrena como la paz perpetua. De esta manera puntualizó –con una sonrisa y seguridad de palabra – que “la paz no es posible sin el derecho condicional de los derechos universales de las personas, y así, la paz se logra garantizar sólo en la justicia”.
La tercera tesis, fue presentada por el teólogo Valentín López Cruz, que dio por título: “Los significados del acto conyugal y el método Billings”. Ante un público atento e interesado en el tema, el seminarista comentó que la sociedad desconoce en general los resultados completos de los métodos anticonceptivos y que si estos llevan o no al ser humano a la plenitud del acto conyugal, por tanto, la Iglesia promueve el método Billings como una forma de que los esposos se interesen uno al otro tomando decisiones maduras y responsables, obteniendo las bondades de este método natural.
La tesis del filosofo Erik Cruz Morales, llevó por título “El complejo de inferioridad del hombre mexicano en la obra de Samuel Ramos”, la cual llamó la atención desde el título mismo y con claros ejemplos expuso el joven. El objetivo en este trabajo no es criticar al mexicano, sino obtener un psicoanálisis y buscar una salida a este complejo. Señaló, además, que Samuel Ramos indica que el mexicano tiene primeramente un complejo ante la cultura extranjera europea y norteamericana, y que ante este hecho mental, se necesita asimilar, asumir y aceptar la filosofía europea en la filosofía mexicana, y luego hacer filosofía mexicana. Puntualizó que Samuel Ramos garantiza que “mediante la educación cultural se puede quitar el complejo”, y, dio fin a las ponencias; describiendo al mexicano pelado, como alguien que se dice macho y denigra a otras personas asignándole dotes femeninos, se le enmarca su inferioridad personal en el acto de humillar a las personas de su alrededor.
Éstos son sólo cuatro trabajos expuestos, sin embargo existen otros más con temas diversos, ya que fueron dos generaciones que se dedicaron a elaborar estas tesinas con el motivo de finalizar sus estudios filosóficos y teológicos. ¡Felicidades a todos!


C O N C I L I Á B U L O


Benedicto XVI y la Iglesia en Pentecostés


El domingo de Pentecostés, el papa Benedicto XVI pronunció una homilía breve pero de una gran profundidad. Nos llamó la atención, sobre todo, lo que dice sobre el Espíritu Santo y la Iglesia. Todas estas cosas tienen mucho que ver con la idea que se tenga de la Iglesia y de su unidad: no es una confederación de diócesis o de estados, como serían los Estados Unidos o la Unión Europea, sino un solo cuerpo que ya desde tiempo atrás llamábamos “cuerpo místico de Cristo”. La expresión “cuerpo místico” no está tal cual en la Sagrada Escritura, pero resume muy bien lo que esta masa enorme de creyentes significa, a diferencia de otras instituciones o sociedades.
“En Pentecostés la Iglesia no queda constituida por la voluntad humana, sino por la fuerza del Espíritu de Dios. E inmediatamente se puede ver que este Espíritu da vida a una comunidad que es al mismo tiempo única y universal, superando así la maldición de Babel”.
“De hecho, sólo el Espíritu Santo, que crea unidad en el amor y en la recíproca aceptación de las diversidades, puede liberar a la humanidad de la constante tentación de una voluntad de potencia que quiere dominarlo y uniformarlo todo...”.
“…pertenecen a la Iglesia los diferentes idiomas y culturas; en la fe pueden comprenderse y fecundarse mutuamente… Habla desde el inicio todos los idiomas, pues el Evangelio que se le ha confiado está destinado a todos los pueblos, según la voluntad y el mandato de Cristo resucitado”.
“La Iglesia que nace en Pentecostés no es ante todo una comunidad particular, la Iglesia de Jerusalén, sino la Iglesia universal, que habla los idiomas de todos los pueblos… De ella nacerán después las demás comunidades en todas las partes del mundo, Iglesias particulares que son siempre expresión de la única Iglesia de Cristo”.
“La Iglesia Católica no es por lo tanto una federación de iglesias, sino una única realidad. La prioridad ontológica corresponde a la Iglesia Universal. Una comunidad que no fuese en este sentido católica no sería ni siquiera Iglesia”.
“Pero no sólo hay que pensar en estos encuentros ‘en la cumbre’. La Iglesia realiza su servicio a la paz de Cristo sobre todo en la presencia y acción ordinaria en medio de los hombres, con la predicación del Evangelio y con los signos de amor y de misericordia que la acompañan”.
“La paz de Cristo se difunde sólo a través de corazones renovados de hombres y mujeres reconciliados, servidores de la justicia, dispuestos a difundir en el mundo la paz con la única fuerza de la verdad, sin rebajarse a compromisos con la mentalidad del mundo, pues el mundo no puede dar la paz de Cristo: de este modo la Iglesia puede ser levadura de esa reconciliación que procede de Dios”.

Un nuevo libro de Jacob Buganza
Jacob Buganza, cuya agudeza de miras y amplitud de visión hemos comentado, nos envía su último libro (Filosofar en clave periodística, Editorial Verbum Mentis, Córdoba, Veracruz, 2008). En este volumen reúne sus participaciones periodísticas desde que muy joven entró a primer año de filosofía en la Facultad Rafael Guízar Valencia. El autor da cuenta, en la presentación del libro, de la manera como fue entrando poco a poco a los diversos medios periodísticos y de cómo poco a poco su radio de acción y sus publicaciones se han ido incrementado. Su ideal es lograr un equilibrio entre la especialización y la divulgación.
Por supuesto, Buganza acepta que el libro es discutible o criticable, que genere una crítica reflexiva, porque solamente así se puede desarrollar el pensamiento filosófico.

¿Por qué hacemos tesis?
En muchas facultades se ha quitado la exigencia u obligación de culminar los estudios redactando una tesis. Se aducen muchas razones para hacerlo. En primer lugar, el hecho de que, en realidad, se trataba de pegostes de Internet o de otros libros más o menos relacionados con el tema. También, se insistía en exceso en los formalismos metodológicos sin ir al fondo del asunto.
A nosotros se nos dice: “¿Qué sostiene este autor? ¿Cuál es su tesis? ¿Con qué razones o argumentos mantiene su posición? y, por último, ¿de qué nos quiere convencer o en qué quiere que cambiemos nuestra vida? A nuestro método lo llamamos semiótico y en realidad es muy sencillo: ¿Qué dice? ¿Por qué lo dice? y ¿qué quiere de nosotros sus lectores? Es cierto que esto nos lleva a leer muchas cosas sobre un tema o un autor determinado, pero siempre con la mente puesta en las tres cuestiones fundamentales.
Por supuesto, la tarea del tutor o asesor de tesis libremente elegido es muy importante para clarificar el tema y la manera de tratarlo sin que se reduzca a método u ortografía.



“A nadie le falta fuerza; lo que a muchos les falta es voluntad”
(Víctor Hugo)

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