Domingo 6 de abril de 2008



Plana semanal del Seminario Arquidiocesano de Xalapa, Ver. MÉXICO
Desde el año 2000
Aparece los domingos en el Diario de Xalapa




E D I T O R I A L

Tampoco hay tiempos de gloria absoluta

Es un deseo común de mucha gente evitar los excesos en cualquier dimensión de la vida. Para tener una visión clara de la historia de la patria o de la alguna nación es necesario también el llamado justo medio. Por ejemplo, no se deben exagerar los aspectos positivos ni mucho menos minimizar los aspectos negativos. El justo medio en la comprensión de la historia de una patria ha de consistir en entender que, así como toda persona individual tiene virtudes y defectos, toda época histórica tiene a la vez luces y sombras, aspectos positivos y negativos, afirmaciones y negaciones, avances y retrocesos. En otras palabras, así como no existen hombres perfectos, tampoco hay tiempos de gloria absoluta. No dejemos que se deforme la historia en las mentes de nuestros conciudadanos, permitamos que sus mentes se formen con justeza en el contacto con la historia de la patria.



“El Seminario de Xalapa sale a la calle”

JESÚS TORRES FUENTES

Un día al año el Seminario Arquidiocesano de Xalapa sale a la calle y trata de hablarles a los fieles laicos para que colaboren con esta Institución que el señor Guízar a puesto en el corazón de la iglesia de Xalapa. Padre, ¿cree qué los fieles reciben con gusto esta invitación? “Yo creo que sí, san Rafael Guízar Valencia se encargó de dar toda una promoción y resaltar un cariño especial por el Seminario. Sin embargo, es necesario que la gente conozca cuáles son las necesidades actuales del Seminario para el sostenimiento de la formación de los futuros sacerdotes. Gracias a Dios vemos que hay mucha aceptación y mucho cariño y esto se ve expresado a través del apoyo que se brinda año con año al Seminario en víveres, en donativos económicos y en donaciones que se hacen por las vocaciones sacerdotales”.

El P. Rafael Velasco Hernández, ecónomo del Seminario Mayor, también nos dijo en esta entrevista que el Seminario vive fundamentalmente de lo que aportan los fieles católicos en la colecta anual, pero ésta no es suficiente para solventar los gastos que el Seminario tiene, puesto que esta casa de formación requiere de seis millones de pesos anuales para mantener tanto el Seminario Mayor como el Seminario Menor. En las colectas pasadas sólo han recaudado un millón y medio de pesos, entre las parroquias, el boteo que se hace en diferentes partes de la diócesis y algunos donativos especiales; por ello, implica la búsqueda de conseguir otros fondos económicos y poder completar la cantidad restante para el sostenimiento del Seminario.

Al enterarnos de que el Seminario tiene más de cuarenta años de construido le preguntamos si faltaba mucho por renovar sus instalaciones. El padre Velasco, como le suelen llamar, nos miró con una pequeña sonrisa y nos dijo que se habían dado a la tarea de ir mejorando toda la infraestructura de este edificio empezando por lijar y pintar puertas y muebles, pero lo más urgente es la reparación de la instalación hidráulica y el sistema de calentamiento de agua para los baños. También comentó que todo esto requiere de una inversión mayor, por ello van sacando las necesidades más urgentes y van elaborando algunos proyectos para que el Seminario tenga lo necesario y brinde un buen servicio a los jóvenes seminaristas.

Padre, nos han dicho que el arzobispo Hipólito Reyes Larios ha decidido hacer la capilla y el auditorio. ¿Cuándo empezaran éstas obras? “Son dos grandes proyectos que se han tenido desde que el arzobispo Hipólito Reyes Larios era rector de este Seminario. Estas dos obras se han ido retrasando debido a los altos costos que tienen. Sin embargo, hemos recibido el apoyo de la Facultad de Arquitectura, la cual ha elaborado algunos proyectos de estas construcciones y estamos afinando algunos detalles, pues, nuestra idea, es que en este año podamos poner la primera piedra para iniciar estos trabajos”.

Usted como ecónomo está contento de ver que los fieles aman al Seminario como el señor Guízar se los enseñó. Si una persona quiere donar una beca qué debe hacer. “Existen varias maneras de apoyar al Seminario: La primera es a través de la oración, el mismo Jesucristo nos pide orar y pedir a Dios para que envíe trabajadores a su campo. Del 13 al 20 de abril unámonos en oración ofreciendo nuestras Eucaristías, nuestros rosarios y nuestras oraciones por las vocaciones sacerdotales, por los que se encuentran formándose en el Seminario y por los que estamos en el ministerio sacerdotal.

En segundo lugar, se puede ayudar por medio de donativos el día de la colecta, Y en tercer lugar, si alguien se interesa por dar una poyo económico mensual puede hacer su depósito directamente a la cuenta del Seminario; la otra forma es a través de cargos a tarjetas crédito, de débito de cualquier banco. Finalmente, si usted lo desea, una persona autorizada puede pasar a su domicilio a recoger víveres o cosas comestibles.

Gracias padre Velasco por su atención y amabilidad al concedernos esta entrevista que más de uno nos agradecerá el saber cómo ayudar al Seminario en sus múltiples necesidades. El Seminario de Xalapa sigue teniendo fama, gracias a monseñor Rafael Guízar Valencia, pero también gracias al amor que todos los fieles católicos le tienen al Seminario.


Ahora decimos: “…por muchos”

VENTURA MONTALVO PANTIGA

Se ha preguntado el por qué del ajuste en las palabras de la consagración en la Eucaristía y si la actual expresión, “por muchos”, quiere decir que Jesucristo no murió por todos. Los cambios en las expresiones utilizadas en las palabras de la consagración buscan expresar de manera más clara y familiar los misterios de la fe, de tal forma que todos participemos conciente y activamente en las celebraciones litúrgicas. Los cambios responden a que el lenguaje es dinámico, factor de identidad y de unidad, su dignidad y sencillez favorecen una mayor comprensión y participación de los fieles. Constituye el primer paso en la inculturación de la liturgia y es una tarea irrenunciable de las conferencias episcopales.

En México nunca usamos la forma gramatical “vosotros”. Entre los mexicanos es usual utilizar el término “ustedes”, por eso se solicitó a la Santa Sede el permiso para realizar este cambio en los textos litúrgicos. Esta variación es muy fácil de entender, pues en último término se trata de una cuestión de identidad lingüística. El pronombre personal “vos”, “vosotros”, y la desinencia verbal de la segunda persona del plural “tomad”, “comed”, “bebed” son más propios de los españoles que de los mexicanos.

El segundo cambio en la traducción es la expresión “por muchos” (en latín pro multis). Antes se decía por todos. Una de las razones de este cambio es el ajuste al sentido literal de la traducción, pues en los textos originales nunca aparece pro omnia (por todos), sino pro multis (“por muchos”). Por muchos es una traducción fiel del pro multis (texto latino) en tanto que por todos es más bien una explicación catequética. Enseñaba que Jesús murió y resucitó para salvar al hombre. La expresión por todos no sólo distorsiona el texto latino original, sino que connota que todos los hombres se salvarán, sin importar cual sea su relación con Cristo y con su Iglesia. Esto puede crear irresponsabilidad en la respuesta a Dios y falta de compromiso en la vivencia de la fe.
La traducción más natural es por muchos, la cual sugiere mucho más exactamente que los dolores redentores de Cristo hacen la salvación accesible a todos, de allí no se entiende que todos se hayan de salvar. El sacrificio en la cruz por la salvación es ofrecido por todos, pero no todos se benefician de los frutos de este sacrificio, ya que habrá quienes lo rechacen, se rehúsen a participar internamente o simplemente no quieren ser salvados por Cristo.
La expresión por muchos, mientras permanece abierta a la inclusión de cada uno de los seres, refleja, además el hecho de que esta salvación no es algo mecánico, sin el deseo o la participación voluntaria de cada uno. El creyente es invitado a aceptar por la fe el don que le es ofrecido y a recibir la vida sobrenatural que le da a los que participan del misterio, viviéndolo como lo viven aquellos que están en el número de los muchos a los que se refiere el texto. Ser conciente del contenido de estas palabras (“por muchos”) implica creer en Cristo como Salvador, celebrar bien la Eucaristía con la conciencia y certeza de la presencia de Cristo, y dar testimonio con una vida coherente entre la fe y las obras.
A cualquiera le podría parecer exagerado todo esto de pedir permiso para realizar un cambio tan pequeño, casi imperceptible. La razón de todo esto es que los misterios de la fe son algo sagrado, santo, tan grande, que muchas veces el lenguaje humano no puede expresarlos con toda su riqueza y la máxima autoridad en la Iglesia. El Papa, quien custodia la fe verdadera, es el único que puede aprobar estos cambios, porque al fin de cuentas se trata de expresar de la mejor manera la fe auténtica de la Iglesia.



C O N C I L I Á B U L O

Seminaristas últimos

En nuestro número anterior se habló de la reunión de los “seminaristas últimos” que alguno, preocupado, confundió con los “últimos seminaristas”, pero no hay que hacer esta confusión.
Lo seminaristas últimos son –como lo explicábamos -, los de cuarto de Teología. Y la reunión fue de jóvenes que vinieron de todas partes de la República Mexicana. Porque Dios sigue llamando misteriosamente a algunos que deciden consagrar su vida al servicio de las comunidades cristianas.
En una encuesta se reveló que la vocación de los que respondían a las preguntas había nacido principalmente de dos circunstancias: a) su condición de monaguillos, o acólitos, o su cercanía con el altar, coros y actividades caritativas de la Iglesia y b) el funeral de algún sacerdote.
Dios sigue llamando a los jóvenes, a pesar de las dificultades, que son grandes, especialmente la larga carrera de los años de estudio y el celibato.
Los padres Francisco Palmeros y Nahum Herrera atienden a todo aquel que siente el llamado de Dios.


La imagen de Jesús como el filósofo

En la más reciente encíclica de Benedicto XVI, Spe salvi, se habla de la antigua representación de la figura de Cristo, como filósofo y como pastor. Es muy interesante y poco conocido lo primero (lo del pastor es muy sabido), por eso lo ponemos aquí.
“En los antiguos sarcófagos se interpreta la figura de Cristo mediante dos imágenes: la del filósofo y la del pastor. En general, por filosofía no se entendía entonces una difícil disciplina académica, como ocurre hoy. El filósofo era más bien el que sabía enseñar el arte esencial: el arte de ser hombre de manera recta, el arte de vivir y morir. Ciertamente, ya desde hacía tiempo los hombres se habían percatado de que gran parte de los que se presentaban como filósofos, como maestros de vida, no eran más que charlatanes que con sus palabras querían ganar dinero, mientras que no tenían nada que decir sobre la verdadera vida. Esto hacía que se buscase con más ahínco aun el auténtico filósofo, que supiera indicar verdaderamente el camino de la vida. Hacia fines del siglo III encontramos por vez primera en Roma, en el sarcófago de un niño y en el contexto de la resurrección de Lázaro, la figura de Cristo como el verdadero filósofo, que tiene el Evangelio en una mano y en la otra el bastón de caminante propio del filósofo. Con este bastón él vence a la muerte; el Evangelio lleva la verdad que los filósofos reambulantes habían buscado en vano. En esta imagen, que después perdurará en el arte de los sarcófagos durante mucho tiempo, se muestra claramente lo que tanto las personas cultas como las sencillas encontraban en Cristo: Él nos dice quién es en realidad el hombre y qué debe hacer para ser verdaderamente hombre. Él nos indica el camino y este camino es la verdad. Él mismo es ambas cosas, y por eso también la vida que todos anhelamos. Él indica también el camino más allá de la muerte; sólo quien es capaz de hacer todo esto es un verdadero maestro de la vida”. ¡Un filósofo que ayuda a vivir!

Último libro de Jean Meyer

Hemos recibido el último libro del célebre autor de la Cristiana (tres tomos, editorial Siglo XXI). Este libro se llama La Cruzada por México – Los católicos de Estados Unidos y la cuestión religiosa en México - (Tusquets Editores, México, 2008). Obra seria, de investigación, basada en los archivos del arzobispado de México y en los archivos de los Caballeros de Colón, de los Estados Unidos.

“La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia"

Sócrates

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