Domingo 20 de enero de 2008

Plana semanal del Seminario Arquidiocesano de Xalapa, Ver. MÉXICO

Desde el año 2000

Aparece los domingos en el Diario de Xalapa

E D I T O R I A L

Ser esencialmente indagatorio y explorador

Estudiar la ciencia de la Filosofía siempre ofrece ventajas. Un primer beneficio que obtenemos al ser estudiantes de filosofía es que nos da un lugar en el campo del saber frente a los otros saberes. La filosofía nos ofrece la perspectiva de estar en el mundo de un modo esencialmente indagatorio y explorador. En este sentido, la filosofía sirve para promover en nosotros una serie de destrezas y habilidades de índole cognitivas, por ejemplo, su capacidad analítica, crítica y reflexiva; además ayuda al desarrollo de actitudes y valores particulares, muchas asociadas con la ética y la convivencia armónica, tales como la tolerancia frente a diferentes puntos de vista, y la solución de conflictos a través del diálogo constructivo razonado. Se necesita estar atento para aprovechar la oportunidad que ofrece la situación para filosofar con oportunidad y sin ella.

La fe es proletaria: Mons. Sergio Obeso

ARTEMIO DOMÍNGUEZ RUIZ

¿Qué significa esto? Significa que la fe es para todos. Los intelectuales no se dan en mata, pero los cristianos sí. La razón es que al cristiano todo se le da. La Revelación es gratuita. Dios da todo, al cristiano sólo le toca responder a esta apertura de Dios. Esta reflexión nos compartió Mons. Sergio Obeso Rivera, en una conferencia académica de apertura de cursos, en el Seminario Mayor de Xalapa, el pasado martes 15 de enero del presente año.

Todos nos acercamos con gran expectativa a este evento. Los que apenas empiezan en el estudio filosófico tal vez pensaron en escuchar algo ajeno a su pensamiento. Los mayores, que están en el grado teológico, supusieron alguna remembranza de lo ya estudiado. Sin embargo, el tema tratado abarcó a todo público: “Los retos que enfrenta actualmente la filosofía y la teología”. El P. Juan Beristain De los Santos, delegado de estudios de la Facultad de Filosofía presentó a Monseñor Obeso y, tras una invocación al Espíritu Santo, comenzó esta conferencia. Monseñor Sergio nos agradeció la invitación y con un profundo gesto de alegría y sinceridad corroboró el honor que sintió poder compartir su reflexión con todos nosotros.

Empezó, como buen filósofo, distinguiendo el ámbito de la razón y también el de la fe. Acomodando en su lugar a la filosofía y a la Teología. Entonces, pregunta: ¿Tienen relación? Y comienza explicando a la misma razón. Dice que ésta es un instrumento para hacer filosofía. Igual que la fe lo es para la Teología. Recomienda tener cuidado en el mundo de la fe, porque la razón interviene sólo a partir del dato revelado, ya que es un don de Dios que se revela en Cristo.

La razón –sigue explicando Monseñor- es la facultad que tenemos de abstraer, de hacer juicios y de raciocinar. Menciona que éstas son las tres grandes operaciones de la mente. Abstraer significa sacar conceptos de la realidad, sacar lo común a los distintos ámbitos de la realidad. El concepto es una palabra analógica que hace alusión a la concepción humana (concebir, fecundar en el vientre humano); es decir, la mente debe fecundarse de la realidad. Y la razón conecta distintos juicios en cuanto tienen relación natural. Por tanto, la razón debe estar apegada siempre de la realidad, fecundada de lo real. Lo contrario impondría un reto.

Deja el expositor por un momento a la razón y ahora explica qué cosa es la fe. Menciona que ésta va por otro camino. Porque para poder concebir conceptos en la fe, quien fecunda el conocimiento humano es la Palabra de Dios gratuitamente dada. El contenido de la fe está sintetizado en el Credo y, cualquier afirmación sacada de éste, proviene de lo alto. Es decir, la inteligencia recibe todo lo que el Señor le entrega. En este sentido la fe es proletaria, es para cualquier cristiano porque todo se le da ya hecho. Ahora, el conferencista comienza a relacionarlas magistralmente. ¿Cómo interactúan las ciencias humanas y la teología? ¿Cómo se relaciona la ciencia y la fe? Para responder esto, cita a santo Tomás de Aquino como una humilde inteligencia luminosa. Agrega que no se puede hablar de una inteligencia cristiana soberbia, porque el cristiano siempre sabe que hay una inteligencia superior a él.

Entonces pasa a su pensamiento: la fuente de la razón y de la fe es la misma. Dios es su autor. Él nos da capacidades para teologizar y filosofar. Por tanto, de la misma fuente no puede salir agua pura y agua infectada. De esta convicción nace el respeto del lugar privilegiado de la razón. La razón es luz porque proviene de Dios. Claro, queda debilitada por el pecado, pero no imposibilitada. No se puede afirmar que está chispeante, como cuando salió de Dios, pero tampoco podemos aniquilarla. Lo mismo se diga de la Revelación. El Señor la entrega. Así, no se puede afirmar, a priori, que se dé una oposición entre ambas, porque tienen un mismo autor.

¿Cómo explicar las múltiples oposiciones que se dan? –Se vuelve a preguntar Mons. Sergio- Y menciona que hoy esto es un reto. Dice que algunos autores piensan que la razón lleva un camino distinto al de la fe. Nietzsche, por ejemplo, dice que la fe es para los esclavos. Sin embargo, hay que ponerle un paréntesis a esas oposiciones. Todas son superables. La verdadera teología no se opone a la filosofía. La verdadera fe no se opone a las ciencias. Porque se puede dar una suposición de teología de lo que no lo es, pero también de la filosofía de lo tampoco es. Lo científico, lo demostrado, debe colaborar con la fe. Y la fe debe colaborar con el mundo. No van por rumbos distintos.

Entonces, finaliza Mons. Sergio, los retos, ya los he ido tocando, son: primero, para el mundo intelectual la fe es ridiculizada porque se ignora mucho y, segundo, nosotros estamos llamados a insistir con oportunidad o sin ella (prudencia) a explicar con claridad todo esto. Somos llamados a ser maestros en la fe, pero también se debe tener dominio de lo humano, continuamente preguntando al que sabe más.Tras esto último, siguió un momento para preguntas y, finalmente, el mismo P. Juan Beristain, agradeció a Mons. Sergio su aporte a esta Institución. Nosotros quedamos instruidos y solamente podemos decir ¡gracias por su compartir!

Nietzsche, el orador que hace fe

EDUARDO GARCÍA ORTIZ

Las palabras bien hechas siempre tienen gran impacto sobre el que las lee o escuha. En ocasiones éstas pueden ser incluso falsas, contradictorias o sin ningún fundamento, pero no por ello pierden su fuerza; sólo su veracidad. Ya lo decía Cicerón, el gran orador: el que oye al orador, cree en las cosas que éste dice, piensa que son verdaderas, está de acuerdo con ellas, las prueba; la oración hace fe. Y esta situación hace pensar en algunos hombres de palabras fuertes, que desgraciadamente no tienen valor más que en lo literario, pues no se halla en ellas por ningún lado la verdad.

Nietzsche, aplicando la frase de Cicerón, es un orador que hace fe con sus frases similares al viento fuerte ante el cual no se puede escupir. Y puede sonar trillado que aquél que es el más ateo de los ateos haga fe; pero sin duda ante la ausencia de un dios, él mismo crea a su héroe mítico: el superhombre, una manera pobre de sustituir la admiración a una divinidad. El genio literario de Nietzsche hace que el que lee sus frases resulte impresionado, pero su pobreza filosófica y sus frecuentes contradicciones dejan mucho qué desear para cualquier verdadero amante de la sabiduría. Él mismo dirá: los poetas son unos mentirosos, siendo él mismo un poeta, que se reconoce en su obra como poeta, así, también lo hace indirectamente un mentiroso.

En su obra “Así habló Zaratustra”, escoge precisamente a este personaje del oriente que representa al primer moralista de la historia y al creador de aquel arte del deber ser. Y todo esto para romper con moral, para decirle a sus discípulos y seguidores que no sigan más al rebaño pastoreado por los predicadores de la muerte y también de la moral. Pero es aquí donde se encuentra precisamente la gran contradicción, pues enseña que sus seguidores deben dejar de obedecer a la moral, es decir, a la ciencia que les dice lo que deben o no ser. Así pues, la fantástica obra nietzscheana constituye una nueva moral, carente de fundamentos y argumentos, misma que encierra gran riqueza literaria pero una gran pobreza filosófica. Nietzsche logra llamar la atención con frases pintorescas, fuertes y amarillistas, pero pierde esa misma atención provocando carencia plena de argumentos, sólo palabras comparadas con llamativos vasos de colores, aparentemente bellas por fuera, pero vacías por dentro. Muchos hoy en día se sienten llamados por las impresionantes palabras de Nietzsche, al darle crédito sólo por su valor literario pero sin fijarse en el filosófico. Especialmente los jóvenes que buscan coherencia en la religión, familia, amigos y que desgraciadamente se ven desilusionados por el antitestimonio y la incoherencia de vida de algunos y es el mismo Nietzsche el que ofrece una aparente solución con sus propuestas excéntricas y llamativas, pero al mismo tiempo infundadas y mentirosas. Es así como se puede llegar a la conclusión de que Nietzsche es un orador que hace fe; una fe cimentada en la arena de alguna bella playa, llamativa a la vista por sus paisajes y colores; pero fácilmente deslavable, al ser una fe tan pobre y vacía como su obra.

C O N C I L I Á B U L O

Los de cuarto de Filosofía

Preparan su trabajo de investigación, o tesina, y al mismo tiempo hacen la síntesis general de todas las disciplinas filosóficas. En este curso la maestra doctora María del Rosario Amieva da la filosofía del lenguaje y el maestro doctor Pedro Chavarría Xicoténcatl, la filosofía de la ciencia. Parece un buen grupo y estudia con mucho ánimo, según se nos ha dicho.

Cambios cambios

Como ya habíamos mencionado, ha habido cambios en las parroquias cercanas al Seminario. El padre Carlos Carmona, quien durante ocho años dirigió la parroquia de San Bruno, pasó a San Rafael Guízar. Nos dicen que lo hizo muy bien en San Bruno, junto con los seminaristas cercanos a la ordenación sacerdotal que lo han acompañado en el último año. También ha habido cambio en la parroquia de los Doce Apóstoles, en la colonia Veracruz. El padre Hugo Gasperín ha pasado a la parroquia de Santa María Magdalena, de Altotonga. Hermosa parroquia. Un descubrimiento que se ha hecho es que la Arquidiócesis de Xalapa es fundamentalmente rural aunque la gente se está viniendo a la ciudad de Xalapa y la cultura está cambiando mucho. El nuevo arzobispo, monseñor Hipólito Reyes Larios, conoce bien esta situación y trata de atender, mediante sus presbíteros, las barriadas o colonias más alejadas de las que está llena la ciudad capital. Porque una cosa es lo que aparece en los medios masivos y otra es la realidad vivida directamente.
El martes 15 tomó posesión de la parroquia de San Bruno el padre José Ignacio Barrera Murrieta, precedido de muy buena fama.

Benedicto XVI no fue a la universidad La Sapienza de Roma

Por una reacción de un grupo minoritario de profesores y alumnos, el Obispo de Roma prefirió no presentarse personalmente en la inauguración del año académico. Pero envió su discurso que tiene que ver con la misión de la universidad. Algo de eso ponemos aquí.
“¿Qué es la universidad? ¿Cuál es su tarea?: El verdadero, íntimo origen de la universidad es el deseo de conocimiento que es propio del ser humano. Quiere saber qué es todo lo que le rodea. Quiere verdad. Pero la verdad no es sólo teórica. (...) Verdad es más que saber: el conocimiento de la verdad tiene como fin el conocimiento del bien (...) ¿Cuál es el bien que nos hace verdaderos? La verdad nos hace buenos, y la bondad es verdadera: éste es el optimismo que vive en la fe cristiana, porque a ella se le ha concedido la visión del Logos, de la Razón creadora, que en la Encarnación de Dios, se ha revelado como el Bien, como la misma Bondad".

En la Academia Mexicana de la Educación

La Academia Mexicana de la Educación, sección Veracruz, cumple 25 años. Fue fundada en enero de 1983 por Reynaldo Ceballos Hernández –el “Motorcito”-, Jesús Jiménez Castillo, José Benigno Zilli y otros. Sus grandes apoyos y amigos fueron el doctor Gonzalo Aguirre Beltrán, Ángel José Hermida Ruiz y Rafael Arreola Molina. Ha tenido varios directores y ahora el dirigente es el maestro Mariano Ortiz Galván quien, desde el lunes 21 de enero próximo, comenzará las celebraciones en la casa de la Asociación Mexicana de la Educación, ubicada en la calle Bocanegra número 10. El inspirador y alma ha sido siempre el maestro Marcelo Ramírez Ramírez, quien fue su primer presidente. De nuestros docentes de la Facultad de Filosofía “Rafael Guízar Valencia” son miembros el maestro José Teódulo Guzmán Anell y el doctor José Benigno Zilli Mánica.

¿Misa de espalda al pueblo?

Muchos están sorprendidos porque la última misa en la Capilla Sixtina fue celebrada por el Papa al estilo antiguo, o sea, el canon de espaldas al pueblo. ¿Un retroceso? Pensamos que, más bien, el Papa quiso dar un ejemplo de lo que desde agosto de 2007 se ha permitido a todas las parroquias del mundo: poder celebrar según el rito antiguo o misal de san Pío V. Pero parece que entre nosotros nadie ha pedido esta innovación, que para algunos es un retroceso. Pensábamos que algunos fieles de la iglesia de Santiago lo pedirían al padre Lao, pero no ha sucedido así. Es en Europa donde un grupo muy conservador, o lefebvriano, exige el latín y el rito anterior. Entre nosotros el cambio fue mucho más fácil y hasta recibido con gusto.

El nuevo general de los jesuitas

Ayer sábado fue elegido el nuevo general de la Compañía de Jesús en la XXXV congregación general. Doscientos diecisiete jesuitas de todo el mundo eligieron al que se llama “el papa negro”. Como es sabido, los jesuitas tienen una formación especializada y suelen ser personas muy preparadas e inteligentes que lo mismo dirigen grandes universidades o misionan en las regiones más apartadas y pobres. Ser “jesuita” es una vocación muy especial. Entre nosotros los jesuitas atienden el templo de Los Corazones donde están los padres José Teódulo Guzmán y Fernando José Orozco Fernández.

“No es perezoso solamente el que nada hace, sino también el que estando en sus manos hacer las cosas, no las hace”

(Sócrates)