Domingo 10 de junio de 2007


E D I T O R I A L

Educar para leer y leer para educar

La educación, según quienes más entienden sobre este asunto, es un acto natural y complejo, una realidad que se impone al hombre antes de que éste la transforme un sistema reflexivo. Un elemento esencial en la educación es saber leer, pero alguien tiene que ensañar a leer. ¿Por quién y desde cuándo? Por la escuela, en todos su componentes y desde que se entra en contacto con las primeras letras. Ya no se dice la “letra con sangre entra”, ahora se sustituye por la siguiente expresión: “la letra con letra entra”. Se aprende a leer leyendo buenas lecturas que no faltará quien las sugiera con toda la sinceridad. Siempre se tiene un tiempo libre en nuestra apretada agenda, por lo cual no está de sobre planear adquirir un buen libro pues la letra con letra entra. Después se puede leer el libro de la vida y explicarlo a quienes gusta de lecturas más exquisitas.

Llamo a los que Él quiso
Emanuel Torres
Fernando González T.
Eran 10:20 de la mañana del 8 de junio, cuando los seminaristas ensayaban para la liturgia de la ordenación, bajo la dirección del padre Rafael Luna. Al mismo tiempo los jóvenes del Curso Introductorio afinaban gargantas para cantar en la celebración. El tiempo transcurría y los asientos de la Catedral Metropolitana se iban llenando.
A las 11:30 Galdino Pérez de Las Casitas, Papantla, Ver., Silverio Sánchez de Plan de Arroyos y Marcos Mendoza de Bella Esperanza, parroquia de Tuzamapan, Cuatepec, Ver. se hicieron presente, y con alegría saludaban a las personas: familiares, amigos y sacerdotes. Es entonces cuando Concilio aprovecho la situación para entrevistar a cada uno, minutos antes de la ordenación. A simple vista, se lograba ver su nerviosismo y a la vez su alegría. No sabíamos lo que pasaba por sus mentes, y valiéndonos de ello, les hicimos cuatro preguntas, para que reflexionaran y así conociéramos un poco más sobre su llamado vocacional y el don del sacerdocio que en unos momentos iban a recibir de Dios por manos del obispo de Xalapa: Mons. Emérito Sergio Obeso Rivera.
La primera pregunta fue la siguiente: Después de muchos años de formación, llegas a la ordenación, ¿cómo te sientes? A lo que respondió Galdino: En primer lugar estoy nervios, pero a la vez satisfecho porque Dios me ha mirado con ojos de misericordia, y a pesar de mis faltas nunca me abandono, y sigue confiando en mí. Y por ello, me permite llegar a la ordenación.
Mientras que Silverio nos comentó: Me siento contento, realizado y agradecido con Dios. Porque es un sueño que siempre tuve, sé que hubo limitaciones como persona; pero siempre vi presente la gracia del Señor. Y ahora que veo el culmen, me siento muy emocionado y dispuesto a hacer la voluntad de Dios en lo que me ponga de aquí en adelante.
Por otro lado, Marcos nos dijo: También estoy contento y a la vez nervioso. Pero creo que los nervios que experimento son naturales. Porque incluso lo nuevo causa temor. Lo cierto, es que me siento agradecido con Dios, porque después de casi doce años, del 27 de agosto de 1995, Dios me concedió esta gracia.
Ahora, ¿piensan que esto es cosa suya o en verdad es vocación de Dios? Por lo que respondió Galdino: Es vocación. Si fuera cosa mía jamás habría logrado todo esto. ¿Por qué? Porque conozco mis limitaciones, eso mismo me hace pensar que es vocación. En los tiempos difíciles no se cómo sobreviví, pero aquí estoy, gracias a Dios.
Silverio: Es un llamado por parte de Dios y es un don de Dios. Uno se da cuenta a estas alturas que todo es gracia. Por las limitaciones no continuo, pero confirmo que es la gracia de Dios en su fuerza.
Marcos: No, desde luego que es una vocación de Dios. Los años que pase en el seminario no fueron de valde. Desde el primer momento, yo hubiera renunciado a esto. Puesto que las pruebas son muy difíciles y muchas de ellas con las capacidades humanas no se superan. Entonces en los medios que Dios me fue poniendo para llegar hasta aquí, es donde esta la intervención, la mano de Dios.
¿Estas dispuesto a servir a las comunidades dónde te mande tu obispo? Cometa Galdino: Esta es la intensión primer. Yo creo, que me ordeno para servir a la Iglesia y servir donde el obispo me necesite.
Silverio: Sí, dentro de un momento voy a prometer obediencia y sé lo que implica eso. Donde Dios me ponga estaré dispuesto.
Marcos: Claro que sí, para eso se prepara uno desde la formación. Para gastarse, darse y desgastarse por el servicio de las comunidades.
La última pregunta consiste en: ¿No te arrepientes de haber escogido este camino? Galdino: No, yo creo que si volviera a nacer escogería otra vez la vocación sacerdotal, a pesar de todo. Eso sí, si volviera a nacer, haría mejor las cosas. Llegaría preparado a la ordenación. Pero no se puede retroceder, creo que me mantengo firme con lo que Dios ha hecho conmigo.
Silverio: No, por ahora no. Estoy seguro y amo mi vocación. Sé que este es mi llamado y desde ahora con mis limitaciones voy a poner todo el esfuerzo y sobre todo la gracia de Dios me va a ayudar.
Marcos: Para nada, en ningún momento pensé en eso, y aunque en su momento hubo ciertas incertidumbres, fueron muy buenas para afianzar esta decisión. Y los momentos difíciles sirvieron para estar completamente seguro.
Cada uno nos dio un comentario personal: Pues la vocación, en primer lugar, es un don; lo mismo que el sacerdocio. Y cuando Dios elige, Dios no se equivoca. Y Dios nunca abandona. Dijo Galdino.
Todos tenemos un llamado. Y en relación con los seminaristas deben cuidar también su vocación. Les invito a que se esfuercen ya que vale la pena. Dios nunca defrauda. Comentó Silverio.
Por último, Marcos dijo: Aquellos que se sienten llamados a consagrar su vida a Dios, no tengan miedo, habrán su corazón. Que encontrando su vocación se llega a la felicidad plena que el Señor nos ofrece.
Después del rito de la consagración sacerdotal Mons. Sergio Obeso comunicó el mandato de nuestro obispo electo, Mons. Hipólito Reyes el lugar donde van a estar prestando su ministerio sacerdotal. El padre Silverio estará en la parroquia de la Asunción como vicario. El padre Galdino estará como vicario parroquial de san Antonio de Padua. Y el padre Marcos prestará su servicio ministerial como parte del equipo formador del Seminario Mayor.
Al termino de la celebración todos los presentes pasaron a besar las manos de los recién ungidos sacerdotes con lágrimas y risas, en especial sus familiares. En estos momentos la Arquidiócesis de Xalapa cuenta ya con tres nuevos sacerdotes.

Putnam, un rasgo de la naturaleza de la filosofía
Juan Beristain de los Santos
Aunque la filosofía hoy en día ya no puede arrogarse el monopolio del estudio todos los problemas fundamentales que emergen en la vida de los hombres, tampoco se le debe excluir de la búsqueda interdisciplinaria de las soluciones a dichos problemas fundamentales. Un estudio profundo y responsable del cualquier tema básico impone, por necesidad y honestidad intelectual, el deber de incluir y consultar todos los posibles enfoques para lograr la mayor certeza que dé la seguridad de un conocimiento seguro y abierto. Putnam es un autor que ha puesto de relieve esta necesidad interdisciplinaria que se vislumbra mejor a través de la pregunta concreta pero abierta a las soluciones más factibles y sugerentes.
Kant descubrió que la pregunta filosófica es una característica de la razón humana que no se puede evitar ni eludir en la vida del hombre, pues le pertenece a su naturaleza humana racional. Kant indica la existencia de un cierto acoso inquisitorio para la inteligencia: "La razón humana tiene, en una especie de sus conocimientos, el destino particular de verse acosada por cuestiones que no puede apartar, pues le son propuestas por la naturaleza de la razón misma, pero a las que tampoco puede contestar, porque superan las capacidades de la razón humana". En lenguaje de Putnam la pregunta inevitable de la mente humana se refiere expresamente a "una aspiración a alcanzar una perspectiva superior"; una perspectiva que "dé al filósofo que todos llevamos dentro un momento de paz".
Este momento de paz, producto de una perspectiva superior propia del filósofo, son las diversas “soluciones filosóficas” que se alcanzan en diferentes momentos. Pero haber dado con una solución no quiere decir haber "acabado" con el problema o con las ansias de la razón humana de encontrar soluciones. Claro que el ansía de encontrar soluciones no es lo que los psicólogos llama el complejo de Prometeo, deseo enfermizo de saber por saber. Pero tampoco se trata de acabar con esa tendencia de la razón humana a plantearse problemas que le superan, pues sería equivalente a renunciar a nuestra misma capacidad de pensar. Mientras exista gente reflexiva en el mundo, "la discusión filosófica no desaparecerá". Lo mismo sucederá cuando se estudie la mente desde los varios ángulos de las diversas ciencias que convergen en dicho objeto de estudio.
Adviértase que este momento de paz que no connota pasividad, sino aliento en el largo camino de la sofocante búsqueda de una verdad. Paz que no se obtiene como un premio a los esfuerzos personales e incisivos de la búsqueda, sino que esta paz es un punto de partida y de apoyo para no desanimarse en este camino largo y arduo de la filosofía como búsqueda.
Putnam ha adoptado una actitud concreta ante los problemas filosóficos, y por extensión ante los problemas de la representación y el significado. Si antes buscaba "soluciones" a los problemas filosóficos, ahora piensa que "los problemas filosóficos no tienen solución". Si esto es así, ¿qué sentido tiene la investigación filosófica? Putnam considera que la clave del progreso filosófico está en "transformar los términos en los que las preguntas se presentan ante nosotros".
Pero los problemas filosóficos admiten distintas formulaciones o enfoques: desde uno, marcadamente científico, hasta el metafísico o el ético, religioso o cognitivo. La filosofía como cualquier ciencia es una actividad que propiamente no tiene fin porque siempre se están planteando nuevos problemas ante las situaciones cambiantes. Desde luego, al ocuparnos de los problemas filosóficos, encontramos, si no respuestas, sí al menos posibles vías de solución, que nos conceden un alivio temporal que nos capacitan para seguir buscando. Cada ciencia tiene un enfoque propio y específico que puede aportar muchos elementos y explicaciones para una compresión de los grandes problemas. Existe un interés común y primario que acompaña a la filosofía: El interés emancipatorio. Este tipo de interés, siempre que sea posible, ofrecerá la posibilidad real de ensanchar la visión reduccionista sobre un tema. Cuando surge una posibilidad de ensanchamiento, entonces se abren una infinidad de ángulos para estudiar temas tan complejos como actuales.
Hoy más que nunca es necesario ensanchar las perspectivas para abordar los grandes temas que la sociedad veracruzana está viviendo. Problemas y desafíos tales como la despenalización del aborto, el narcotráfico, la pobreza, el rezago en material económica y educativa, la emigración al país vecino, la inseguridad, etc. siguen siendo una invitación y un reto a dejarse involucrar en buscar y ensayar soluciones comunes para el bien de todos.
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CONCILIÁBULO
Manos consagradas
El viernes 8, Silverio Sánchez, Galdino Pérez y Marcos Mendoza vieron consagradas sus manos. Se les confió el poder de consagrar el pan y el vino y de perdonar los pecados en nombre del Señor Jesús. Nos alegramos con ellos y los felicitamos.
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¿Quién está llamado?
Nos preguntan si cualquiera puede ser sacerdote. Respondemos que todos los bautizados – hombres y mujeres – participan del sacerdocio llamado “común “o “bautismal”. Todos han sido “ungidos”. Pero para el sacerdocio “ministerial” y para presidir en nombre de Jesucristo a la comunidad cristiana hace falta un llamado especial. A este llamado se le suele llamar “vocación”. Es Dios mismo quien llama y lo hace a través de la misma comunidad y en especial a través del obispo. Así que no cualquiera puede ser sacerdote, sino el que es llamado o aceptado por el obispo. Pero, claro, todo esto supone que uno ha dado su voluntad y se ha entregado a una larga preparación.
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Estudiar con nosotros
Lo que sí es completamente libre es estudiar con nosotros en la Facultad de Filosofía “Rafael Guízar Valencia”. Es difícil, pero no imposible. Algunos le tienen miedo a las lenguas o idiomas (Griego, Latín, Inglés). Y no solamente estudiamos filosofía y pensamiento científico, sino también repasamos el pensamiento pre-filosófico o mítico. ¿Qué se necesita? Un gran deseo de saber y mucha disciplina. Algunos de nuestros alumnos “externos” han resultado excelentes maestros y comunicadores. Si alguno piensa estudiar con nosotros que llame a Francisca Zaragoza Pavón al 8-40- 79-59.
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¿Dónde andamos?
Luego del duro trance de los exámenes nos vamos a nuestras casas. Nosotros volveremos a empezar al comienzo de agosto. En el verano salimos. Y andaremos con la gente – de misión, le llamamos - o en cursos especiales. Aquí están nuestros datos: Los muchachos de filosofía de Xalapa nos vamos de misión a san Judas Tadeo. Dirección: Campo de Tiro, con el padre Martín Arturo Ciruelo C. del 24 de junio al 15 de julio. Los muchachos de Teología de Xalapa se van del 22 junio al 15 de julio al municipio de Los Pescados con el padre Fabián Morales Pedraza. Se van al curso de Medios de Comunicación del 9 al 27 de julio: Fernando González Topal (2 nivel) Emanuel Torres Fuentes y José Jair Hernández Acosta (ambos primer nivel). En el Instituto de Comunicación y Filosofía, los Paulinos en México.

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