Domingo 1 de octubre de 2006

Plana semanal del Seminario Arquidiocesano de Xalapa, Ver. MÉXICO
Desde el año 2000
Aparece en el Diario de Xalapa


E D I T O R I A L


Garantías para todos

Ya estamos en el mes de octubre que nos recuerda fundamentalmente dos acontecimientos pasados: las olimpiadas del 68 que se efectuaron en nuestro país y el movimiento de estudiantil del 2 de octubre. También no podemos olvidar que hasta ahora no se ha resuelto la situación de los maestros de Oaxaca. Los mexicanos no debemos perder la esperanza de lograr una añorada solución real y factible para las situaciones conflictivas que se dan o puedan dar en el país. Un camino seguro, no inmediatista o al vapor, es asegurar para todos los actores en conflicto los derechos fundamentales: El derecho a la vida, la libertad religiosa y la libertad de expresión, pilares de la defensa de la dignidad humana sobre la que puede construirse la paz.



Sois la esperanza del pecador
NELSON RODRÍGUEZ VILLANUEVA

La devoción profunda de nuestro santo Monseñor Rafael Guizar con relación a María Santísima la vemos reflejada en aquella frase de un canto escrito de su puño y letra, que dice: ¡Oh Virgen Santa Madre de Dios, Sois la esperanza del pecador! En donde reconoce las tres verdades fundamentales de María proclamadas por la Iglesia antes de 1950.

En primer lugar le llama la Virgen perpetua, así como lo expresa el profeta Isaías “la Virgen está en cinta y dará a luz un hijo” (Is 7,14; Mt 1,23) y que nosotros al rezar el santo rosario decimos Virgen antes, en y después del parto.

En segundo lugar manifiesta que María es Santa, es decir, sin mancha, sin pecado original ni personal como lo afirma el Ángel Gabriel con las palabras “llena eres de gracia” (Lc 1,28). En tercer lugar reconoce la verdadera maternidad divina de María (Lc 1, 43) al ser elegida por Dios para ser la madre del Salvador. Por medio de su maternidad Dios le otorga todas las gracias, dones y virtudes para poder llevar a cabo la colaboración de la salvación del género humano.

En último lugar reconoce su más profunda devoción por María Santísima como Nuestra Señora de la Esperanza. Aprendida sin duda desde el seno familiar, continuada en la formación del seminario, en el sacerdocio ministerial y como 5º Obispo de Veracruz. Enseñó a las personas que se acercaban a él para dialogar, recibir algún sacramento o favor especial dirigirse a María como el modelo de toda esperanza, sobre todo en las dificultades diarias de la vida. A los niños los animaba a través de juegos, cantos y diversiones sanas a confiar en Dios y en María. A los adultos por medio de la predicación, la confesión y la buena orientación les exhortaba a ser mejores personas.

El 3 de junio de 1903 fundó una comunidad religiosa bajo el patrocinio de Nuestra Señora de la esperanza. Sus misiones pastorales eran realizadas con devoción a la Virgen de la Esperanza. A los pecadores les hablaba de la confianza en María Madre, vida, dulzura y esperanza nuestra. Como coincidencia de la profunda devoción que tenía hacia ésta advocación, después de ser nombrado en Cuba el 5º Obispo de Veracruz, llega a nuestro Estado en un buque llamado la Esperanza.

La esperanza cristiana indica la adhesión a Dios en la espera de los bienes prometidos. María por medio de su vida sencilla, humilde, de servicio y de aceptar ser la madre de el Hijo de Dios se adhiere al designio divino. No hizo otra cosa que hacer siempre la voluntad del padre confiando en él a pesar de los obstáculos que le presentaba la vida. Ella se mantuvo confiada en Dios en los momentos más cruciales de su Hijo, como el sufrimiento de la cruz. Nuestro Santo Rafael Guízar y Valencia admira la capacidad que tiene María de mantener firme la esperanza en el Padre Dios en los momentos de prueba. De ahí que manifieste una fiel devoción a Nuestra Señora de la Esperanza.

Claro está que, no sólo tenía la devoción por la Virgen de la Esperanza sino también de María como Educadora, Orientadora, protectora, Madre de Dios y sobre todo un Amor singularísimo a nuestra Madre Santísima de Guadalupe. Él fue el que inició la tradicional peregrinación diocesana a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe.
Una práctica muy común que hacía de manera personal y enseñaba a los fieles que la hicieran era el rezo del Santo Rosario. Cuando viajaba siempre rezaba el rosario. Reprendía a los párrocos que no fomentaban el Santo Rosario en las parroquias diariamente. Les decía: “Me escandaliza que un párroco no acostumbre rezar diariamente con su pueblo el Santo Rosario.” En sus misiones predicaba bajo el amparo y protección de la Santísima Virgen.

Un instrumento eficaz de evangelización de nuestro gran santo Monseñor Rafael Guizar y Valencia fue el canto. Uno muy popular que generaciones tras generaciones de cristianos hemos cantado es el ¡Oh Virgen Santa! Entonado en las peregrinaciones, Eucaristías, convivencias y actividades pastorales en general. Niños, jóvenes y adultos lo aprenden fácilmente de memoria para expresar su más profunda devoción a María Santísima como lo hiciera san Rafael Guízar.

Los cristianos católicos de la arquidiocesis de Xalapa y de toda la república mexicana nos alegramos por la canonización de nuestro Santo Rafael Guizar y Valencia el día 15 de octubre de 2006 en la ciudad de Roma, Italia y pedimos a Dios profesar la misma fe en María santísima como lo hiciera nuestro santo con el canto “¡Oh Virgen Santa Madre de Dios, sois la esperanza del pecador !”



La matanza de Tlatelolco

SOTERO DOMÍNGUEZ GÓMEZ

Las olimpiadas iniciarían el 12 de octubre de 1968. Todo estaba preparado para una de las fiestas deportivas más esperadas a nivel mundial; es más, esta vez a lo deportivo se le uniría lo cultural y habría también por primera vez una olimpiada cultural.

Unos meses antes multitudes de estudiantes de muchas partes del mundo (Londres, Tokio, New York, Tiananmen, París, Sri Lanka, México y otras tantas capitales) protestaban por múltiples motivos.

Y sucedió lo impensable: la represión brutal donde miles de estudiantes fueron masacrados inclementemente. En México, en la Plaza de las tres culturas los cuerpos maltrechos de los muchachos fueron recogidos en camiones del ejército cuales perros acribillados y luego incinerados en los crematorios militares para que no constara el número de muertos.

El Presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz, el Secretario de Gobernación Luis Echeverría, el Regente de la Ciudad de México Adolfo Martínez Domínguez y el Secretario de la Defensa Nacional el General Barragán decidieron que para preservar la tranquilidad del ambiente previo a las olimpíadas era necesario reprimir a los líderes del movimiento estudiantil y a sus ideólogos. Quizá pensaron que las consecuencias no serían tan trágicas. Desafortunadamente ninguno de ellos ha aceptado tener responsabilidad en los sucesos del 68. Hoy la justicia investiga en los archivos recientemente abiertos y se espera haya resultados para acabar con la impunidad.

¿Esto que tendrá que ver con nosotros que vemos tan lejos el 1968? Justamente tiene que ver mucho porque se abrió un horizonte que ahora heredamos ya establecido y con algunos frutos: la opción democrática.

Esos muchachos que animaron a tantos más a participar en aquella manifestación nacional y que aglutinaron a obreros, campesinos, académicos, intelectuales, etc. probablemente no imaginaron que estaban haciendo un parteaguas por el cual decimos hoy : antes y después del 68.

No perdamos la memoria histórica, pues nosotros somos también lo que fuimos, somos partícipes de una historia que todavía nos reclama si estamos haciendo lo justo para que todos gocemos de los bienes que a todos corresponden; de si alzamos la voz razonada para defender a quienes no les llega aún el fruto de la democracia y la justicia social; de si somos capaces de protestar responsablemente cuando alguien inescrupulosamente pisa las libertades individuales y los derechos humanos. Habrá que pensarlo, sobre todo ahora que a nadie se le pondría el mote de “comunista” o “socialista” o “guerrillero” sólo porque expresa sus razones a favor de los más desprotegidos de los privilegios de una sociedad y un estado todavía injustos.

Aquella vez las olimpiadas, magníficamente organizadas como una de las mejores de todos los tiempos, se celebraron sin mayor problema. Por el momento los juegos deportivos distrajeron el dolor del pueblo mexicano y hasta habrán pensado algunos que aquella matanza caería en el olvido y no tendría trascendencia.



C O N C I L I Á B U L O

En peregrinación

El día de ayer, 30 de septiembre, se llevó acabo dentro de las festividades con ocasión de la Canonización de Mons. Rafael Guízar Valencia una peregrinación con sus reliquias, partiendo del Monasterio de las Hermanas Adoratrices (Av. 20 de noviembre n. 150) hacia nuestra Catedral. Este evento culminó con la celebración de la Palabra en la Plaza Lerdo de Tejada, dirigida por Mons. Sergio Obeso Rivera. Cabe señalar, que dicho acontecimiento fue magnánimo, al acudir con gran ánimo y fervor el pueblo católico.


Nos vistaron
La semana pasada el Seminario de Xalapa contó con la grata visita de los señores Obispos Mons. Hipolito Reyes Larios (Orizaba) y Eduardo Leal Patiño (Córdoba) con el fin de convivir con sus seminaristas.


El niño milagro
El miercoles 27 el seminario tuvo una conferencia especial sobre el milagro que llevó a Mons. Rafael Guízar a los altares, con la participación del Pbro. Elías Rafael Soto, el Dr. José García y la Familia del niño Rafael de Jesús Barroso Santiago. El milagro consistió en que a Rafaelito se le había diagnosticado en los meses de gestación la enfermedad de labio leporino y paladar hendino; pero al encomendarse a nuestro próximo santo ante su tumba, se realizó el milagro de sanar a Rafael de una manera inexplicable.

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