Domingo 10 de septiembre de 2006

Plana semanal del Seminario Arquidiocesano de Xalapa, Ver. MÉXICO
Desde el año 2000
Aparece en el Diario de Xalapa

E D I T O R I A L

Cambio y permanencia

“Unos pescadores arrastraban una red y, como era pesada, se pusieron contentos y a bailar, creyendo que era mucha la pesca. Pero cuando la sacaron a rastras a la orilla encontraron pocos peces y que la red estaba llena de piedras y otros deshechos, se quedaron muy tristes, menos contrariados por lo que les había pasado que por haber imaginado lo contrario. Uno de ellos, viejo ya, dijo: <>” (Esopo, Fábulas).

Se acabó un período presidencial y pronto comenzará el siguiente. La impresión generalizada es que hay muchos mexicanos desilusionados por el sexenio gubernamental que finaliza, debido probablemente a una insensata idealización del “cambio”. Un optimismo realista obliga al mexicano del nuevo sexenio a evitar la alegría ingenua y el pesimismo irracional. Es tiempo de propuestas concretas y cumplimiento de la palabra dada. Es hora de equilibrar el cambio y la esencia, como decían los griegos. Llegó la hora de las acciones a favor de todos, especialmente de los más marginados de los beneficios sociales.



¿Desaparecen las naciones?
JOSÉ BENIGNO ZILLI MÁNICA

No son muchos los que saben que las “naciones”, tal como las entendemos hoy, son una creación de la modernidad, como tantas otras cosas. Hoy se dice que la modernidad está desapareciendo y con ella también las naciones.

Al acercarse las fiestas patrias, con la aparición de adornos y banderas por doquier, se renueva el sentimiento nacionalista. Pero, por otra parte, no es un mero sentimiento, sino una honda preocupación lo que se siente al ver los millones que han emigrado, la situación de miseria y abandono de los pueblos indígenas y las divisiones de los que se disputan en poder. ¿También la nación mexicana estará entre aquellas cuya desaparición se anuncia?

No es fácil decir lo que es una nación en sentido moderno: es una tierra, una gente, una bandera, un escudo, un himno, pero sobre todo es una historia compartida. Es un todo cuya suerte adversa te duele y cuya superación y triunfos te entusiasman. Pero debajo de ese todo hay unidades menores -las etnias, las regiones- que reclaman su aparición y su presencia. Y por encima de ese todo está la “globalización” que todo lo engloba, para decirlo con redundancia. Mientras dos cosas -la regionalización y la globalización- hacen su obra, las naciones siguen en pie.

Mientras el padre Hidalgo y Morelos, Juárez, Madero y Zapata – Independencia, Reforma, Revolución- signifiquen algo, y la bandera y el himno muevan los corazones, la nación mexicana está viva; y también mientras haya gente preocupada por su futuro. Porque es la historia y el destino lo que principalmente definen a una unidad política como la que en se creó entre nosotros, sobre una diversidad tan enorme. Por cierto, la república mexicana es anterior a Italia y Alemania, que como naciones se constituyeron más tarde.



Todo se puede aprovechar para nuestro bien
JUAN BERISTAIN DE LOS SANTOS

De todo lo negativo se puede sacar algo positivo. San Agustín, al respecto, llegó a mencionar que lo que admiraba del poder de Dios era no que permitiera el mal, sino que a pesar del mal él podía sacar cosas buenas. Me gustaría presentar un resumen de Rubert De Ventós Xavier que nos ofrece una verdadera reflexión sobre el modo de aprovechar positivamente lo que parece negativo.

“No ver claro” es una experiencia que a todos nos ha sucedido. Es frustrante, pero puede ser también fructífera. Se puede mostrar que este “no ver claro” puede ser una meta, un ideal a conquista.

Ocurre a menudo que las cosas se desenfocan y se hacen borrosas cuanto más nos acercamos a ellas. Frente a lo que nos importa poco, tenemos la sensación de que ya lo sabemos y pronto lo desechamos. Sólo cuando queremos de verdad a una persona o a una cosa es cuando sentimos los límites de nuestro conocimiento de ella. Sólo la ternura del corazón nos de la medida de la dureza y torpeza de nuestro entendimiento.

Pero, ¿por qué entonces necesitamos verlo todo claro? Es una necesidad más vital que intelectual, necesidad atávica o neurótica. Los antropólogos cuentan que los pueblos primitivos tienen una obsesión por explicarlo todo. Cada persona o animal, poblado o acontecimiento ocupa un lugar en el ámbito de un clan o una estirpe. Los primitivos son los más preocupados por clasificarlo todo, por conocer la razón de todo, entenderlo todo. Para ellos nada es casual sino causal pues todo tiene una causa. Explicarlo todo es de verdad una necesidad primitiva, pero también es una neurosis que se caracteriza por esta necesidad compulsiva de verlo todo claro. Esta necesidad de interpretar y calificarlo todo no responde tanto a nuestro deseo conocimiento como a nuestra necesidad de apaciguamiento. No es tanto un producto de nuestra curiosidad como de nuestra ansiedad. Que más que expresión de nuestro interés por el mundo responde al miedo que éste nos produce.

Hacer filosofía requiere ser lo bastante ingenuo para reconocer que no vemos las cosas claras. Para aceptar sin reservas ni cuartadas el desconcierto, la desazón y el vértigo que nos produce lo que no entendemos. La filosofía no sabe mucho ni aporta casi nada. No proporciona ni la seguridad que nos ofrece la ciencia, ni el placer que produce el arte, ni el consuelo que puede dar la religión. En vez de buscar una explicación, una fórmula o concepto que suavice nuestro horror al vacío y nuestro terror ante lo desconocido, la actitud filosófica es aquella que osa desmoronarse y hurgar en la perplejidad misma.

Con frecuencia actuamos queriendo hacernos la ilusión de que el problema está donde nosotros lo podemos controlar. Pero lo que la perplejidad filosófica puede ensañarnos es que a menudo el problema está donde no se deja captar ni manipular. O que está, por lo menos, fuera del ámbito de nuestra experiencia.

Filosofar, por el contrario, es llegar a poner en contacto lo que sabemos con lo que sentimos, lo que pensamos con lo que hacemos; es desconfiar de las explicaciones que satisfacen; arriesgarse a menudo a ver más, o menos, de lo que quisiéramos ver. Menos, en todo caso, de lo que podríamos ver si osáramos prescindir de la seguridad o la claridad que nos proporciona cada ámbito de la experiencia por separado. “Cualquier oficio se vuelve poesía, cuando el trabajador cuando entrega a él su vida, cuando no permite que su vida no se parta en dos mitades. Es así cómo cualquier pensamiento se vuelve filosofía. Como pueden ver, todo es aprovechable cuando se tiene actitud positiva y crítica.

La bolsa o el Paseo de la Reforma
Las amenazas de las últimas semanas tienen forma de dilema
MARISSA PONCE DE CHÁZARO

“La bolsa o la vida”. ¿Qué posibilidad ofreció esta medida que valió tanto como para poner en entredicho las intenciones de un grupo?

Si entrego la bolsa, pierdo; y si no la entrego, también pierdo: si se recurre a la fuerza pública habrá acusación por autoritarismo, es decir, pierdo; si no se recurre a la fuerza pública habrá acusación por complicidad, es decir, también pierdo: de todos modos, pierdo.

Cuando se llega a este punto, no hay duda, se ha logrado arrinconar la situación de tal manera que haga lo que haga el amenazado siempre escogerá la opción que lo comprometa y que lo haga aparecer como equivocado.

Buscar el mal menor: Si no se utiliza la fuerza pública y se permiten las presiones criminales y fascistas ¿se consigue un mal menor? A simple vista, no lo parece.

En el dilema, lo importante es evitar la conclusión del argumento y hay quienes lo logran de varias maneras -no sin dificultad ni firmeza, claro está. Primero: se prueba que ambas propuestas carecen de fundamento racional. Este es el camino que la ciudadanía –pacientemente- ha recorrido: ha tratado de dialogar directa o indirectamente con los agresores.

Segundo: si no se puede probar que ambas propuestas son irracionales, entonces se prueba que una de las dos lo es: este es el camino que el TRIFE designado por el Congreso de la Unión, y el Gobierno Federal han seguido. Tercero: "se voltea la tortilla", se coloca al agresor en otro dilema. Si velas por mi país no amenazas sus cimientos, si las amenazas es que no velas por él.

Reforma y los servicios no son de unos cuantos, son de los ciudadanos que defienden el voto y dicen: Estaciona la carpa a un lado y avanza que el semáforo en México ¡hace mucho se puso en siga!



C O N C I L I Á B U L O

Las Fiestas Patrias
El próximo 15 de Septiembre el Seminario también festejará las Fiestas Patrias como todo mexicano. Para tal festejo se tendrá una convivencia deportiva en la cual participarán todas las etapas de formación (Seminario Menor, Propedéutico, Filosofía y Teología).


La necesidad de líderes
La sociedad, el mundo y la Iglesia necesitan de personas que sean líderes, es decir, que tomen las riendas de grupos, de comunidades. Es por eso, que el Seminario se preocupa por formar guías o cabezas, que puedan conducir a los fieles a la Salvación. Hoy se esta impartiendo a los seminaristas de filosofía un taller sobre el “Liderazgo alternativo”, que imparte el Psicólogo Román Segura.


Un nuevo encuentro
El aprehender es una necesidad primaria para el ser humano. La Facultad de Filosofía del Seminario de Xalapa, presentará el día 13 de Septiembre el libro: “Ciencia y fe: Nuevas perspectivas” del autor Mariano Artigas, de la Ed. EUNSA, Pamplona (España). Sus expositores serán el Pbro. Lic. Juan Beristain de los Santos, Lic. Sergio Pérez Portilla y Dr. Pedro Chavarría Xicoténcatl.


Nuevos Santos
El próximo 15 de octubre será canonizado el Beato Mons. Rafael Guízar y Valencia quien fuera el quinto Obispo de Veracruz, por el Papa Benedicto XVI en la Basílica de San Pedro en Roma, Italia y con él al P. Filippo Samaldone, italiano, fundador de Instituto de las Hermanas Salesianas de los Sagrados Corazones, a Rosa Venerini, virgen, Fundadora de la Congregación de las Maestras Pías Venerini; y a la franco-norteamericana Theodore Guérin (Anne-Thérèse), Virgen, Fundadora de la Congregación de las Religiosas de la Providencia de Santa María “ad Nemus” (Saint Mary of the Woods).