Domingo 13 de agosto de 2006

Plana semanal del Seminario Arquidiocesano de Xalapa, Ver.
MÉXICO
Desde el año 2000
Aparece en el Diario de Xalapa


E D I T O R I A L

Entre las dudas: la esperanza y el miedo

Ninguno de nosotros puede sustraerse de hacer un comentario, con o sin conocimiento de causa, sobre el ambiente postelectoral que estamos viviendo en este último mes. Aunque todo parece que nos iremos al caos, lo cierto es que siempre se mantiene un margen de legalidad en el ambiente nacional llenos de tensiones y oposiciones, pues las leyes, que mantienen la estabilidad social del país, permanecen un poco silenciadas. El gran filósofo romano, Marco Tulio Cicerón, anotaba que en tiempos de conflicto la ley se mantiene tácita: Silent enim leges inter arma (Las leyes callan en tiempo de guerra). Los sentimientos encontrados respecto a nuestro futuro son, hasta cierto punto algo natural, pues como decía el poeta romano Virgilio: Spemque metumque inter dubiis (Entre las dudas están la esperanza y el miedo). Pero que prevalezca más la esperanza.



Salvar la familia por amor
ALEJANDRO ADÁN DÍAZ BALBUENA

Los días 3 y 4 de agosto los alumnos del seminario recibieron un taller sobre el trabajo de la pastoral familiar. En este taller se hizo, entre otras cosas, un análisis de la realidad a nivel general y de las cosas en la política y la sociedad que actualmente están amenazando a la familia como institución.

Algunos de los enemigos que amenazan directamente a la familia en general son: la pobreza, la contaminación, vicios, intereses políticos, hambre, desempleo, prostitución infantil, crimen, inseguridad, violencia familiar, desintegración, emigración. En México, algunos de los temas que se siguen tratando en relación a la familia actualmente son: la conveniencia del aborto, los anticonceptivos como indispensables, programas de esterilización, la homosexualidad como decisión alternativa posible, matrimonios homosexuales, adopción por parejas homosexuales, despenalización de pederastas, entre otros.

Sin embargo, para muchos la familia sigue siendo valorada. En un sondeo realizado en diferentes lugares de la zona de Xalapa y Córdoba a varios adolescentes y jóvenes, el 90 % de un total de 120 ponía a su familia entre sus tres principales valores. Esto dice del gran respeto y cariño que la familia tiene entre la juventud. Sin embargo, esta célula originaria de la sociedad, está actualmente en gran riesgo.

La familia desde hace mucho tiempo ha venido variando es sus conformaciones y en el número de los integrantes: antes las familias eran muy grandes, ahora tienden a ser menos numerosas; generalmente el jefe de familia es el padre, pero también la madre asumen en muchos casos este papel; se ha pasado de la familia con esposo poligámico (un padre con varias esposas) a la familia monogámica (una solo esposa). Estos cambios como muchos otros que se han venido dando son siempre para mejoramiento de la institución familiar. Sin embargo, no todos los cambios resultan ser buenos.

Algunas tendencias de la actualidad proponen giros que más que estar a favor de la familia son un verdadero atentado contra su naturaleza y esencia. En el compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, basándose en la ley natural, se afirma en el No. 456 que “en el plan de Dios un hombre y una mujer, unidos en matrimonio, forman por sí mismos y con sus hijos una familia”. Pareciera innecesario pero es conveniente recalcarlo: una familia está compuesta por un hombre, una mujer y sus hijos. Y es que si se pierde la esencia de algo, ese algo deja de ser eso y se convierte en otra cosa. Por ello es indispensable defender la institución familiar de los cambios que la pueden destruir, degradar, alienar, deformar. Pero debe procurarse promover los que la ayuden a ser una verdadera escuela de valores y una verdadera “comunidad de fe, esperanza y amor” (compendio CATIC).



El miedo a elegir
JUAN BERISTAIN DE LOS SANTOS

Sartre, filósofo existencialista francés, había proclamado que el hombre está condenado a ser libre. Lo que significa que en cada situación de nuestra vida debemos tomar la rienda de nuestra existencia para delinearla con rasgos definidos y específicos, desde luego, para alcanzar el bien común y personal.

Hacer de nuestra vida un proyecto definido es un derecho pero también una obligación. Pero lo grave, hasta ahora, sería suponer que nos está prohibido aconsejarnos de alguna persona prudente o pensar que estamos solos en esta ingente tarea para configurar una vida llena de sentido. Creo que no estamos solos en la construcción y vivencia de nuestra existencia personal. Es más no debemos tomar decisiones sin el consejo o parecer de alguien que ve la vida desde diferente perspectiva que nosotros.

En un libro de Enrico Brizzi, hay un pasaje que ayuda a comprender que no estamos solos en la elección de la dirección y sentido de nuestra vida. El autor pone en labios de Ermanno, el joven protagonista de su novela, esta reflexión: “Hace tiempo, cuando no era más que un mocoso imberbe, creía que la máxima libertad consistía en poder elegir en cualquier circunstancia. Luego he comprendido que el verdadero bienestar consiste en poner la propia vida en manos de directores de escena capaces de emocionarte”.

Naturalmente, la novela habla de un protagonista verdaderamente paradójico y de una situación límite, pero esto nos permite llegar al corazón de un problema que todos tenemos que enfrentar en determinado momento de la vida al tener que elegir algo concreto y específico.

Este miedo a elegir se hace, conforme pasa el tiempo, más patente en muchas las personas del siglo XXI. Este miedo a elegir es ese extraño temor, esa especie de alergia a la decisión, y en particular a la decisión que compromete la vida, que imprime una orientación fundamental a la existencia propia de cada uno, que marca nuestra historia para siempre. Este problema se podría llamar “No al compromiso. Sí a lo light”.

El miedo a elegir y a ser consecuente con las consecuencias de la elección se manifiesta hoy en muchos personas en la incapacidad de pensar y tomar una decisión que abarque toda la vida, motivada por un pasado que va en una determinada dirección y proyectada hacia un futuro que deberá hacerla realidad de manera progresiva. La causa de dicha incapacidad es centrar la propia vida solo en el momento presente.

La vida se convierte cada vez más en un flujo de instantes sucesivos, independientes los unos de los otros, y todos ellos autosuficientes. Pero entonces sucede que se esfuma la vida personal, como evaporándose sin poder evitarlo. Incluso se pierde la conciencia de la contradicción personal: da lo mismo el sí y el no, se confunde lo malo y lo bueno hasta la impotencia de no distinguirlos, impera el mínimo grado de orden, aparece la anarquía como estandarte imperial que justifica cualquier acto violatorio de la legalidad y de la gobernabilidad. Resulta que todo es confusión porque donde no hay distinción, reina la confusión en sumo grado.

La consecuencia es que cada instante de la vida personal y social se convierte en un absoluto incomunicado que está prácticamente desconectado tanto del instante que lo precede como del que lo sigue, y entonces se puede elegir casi en el mismo instante aquello que se había rechazado un poco antes; desaparece la coherencia de las opciones personales en el tiempo como expresión siempre nueva de una única y gran opción (la llamada fidelidad creativa), y resulta imposible construir el sentido de la persona, de la sociedad y de la nación como una identidad dinámica orgánica y significativa. Queda entonces de la persona un mero sustrato biológico-físico sin identidad suficiente. Y entonces desaparece también todo concepto de la vida como historia, y más aún como historia abierta a lo trascendente. Y un hombre sin historia, o una historia sin hombre sería también, necesaria y trágicamente, un caos sin un proyecto ideal en el cual regocijarse cuando se vive de cara al pasado, presente y futuro.



C O N C I L I Á B U L O

Ejercicios Espirituales

Del 7 al 11 de agosto del año en curso, los seminaristas del Seminario de Xalapa se encontraron en “Ejercicios Espirituales”. En la etapa de Filosofía lo impartieron los Pbros. Quintín López Cessa, a los alumnos de primero y Jesús, a los de segundo y tercero. En la etapa de Teología lo dirigió el Pbro. Francisco Hernández, actualmente rector del Seminario de la diócesis de Tuxpan.

Acto Académico

El día de ayer se realizó el acto académico en nuestro seminario, con una conferencia sobre Historia por el Pbro. Dr. Juan Carlos Casas, profesor de la Universidad Pontificia de México. Con dicha conferencia se dio inicio a las clases.

Inicio de clases
El día de mañana los seminaristas despolvarán sus libros, con el cual dará inicio a un nuevo ciclo escolar 2006-2007, los futuros sacerdotes también necesitan formarse intelectualmente para poder dar un mejor servicio al pueblo de Dios. Les deseamos un feliz comienzo de clases.

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