Domingo 15 de marzo de 2009

Plana semanal del Seminario Arquidiocesano de Xalapa, Ver. MÉXICO
Desde el año 2000
Aparece los domingos en el Diario de Xalapa



E D I T O R I A L

San José, el obrero

Este tiempo de Cuaresma es interrumpido el día 19 por la fiesta de san José obrero, a quien la Iglesia tiene especial veneración. Se piensa que así como cuidó a la Virgen y al Niño Jesús así ha de velar también por la familia de Dios, o la Iglesia. No sabemos mucho de san José, pero todas las veces que aparece en las Sagradas Escrituras se le presenta obedeciendo al mandato del Señor. Era un hombre fiel y prudente y un trabajador intachable que habrá transmitido al Niño sus valores y virtudes. En muchas parroquias se le celebra de manera especial: en Xalapa, en la segunda parroquia cronológicamente hablando, la de San José; luego de la parroquia de la Inmaculada que más tarde sería la Catedral. Al recordar a este hombre santo, encomendamos a nuestros papás y padrinos, que también cuidan de nosotros.

El pensamiento científico: ¿lo mejor, aunque puede fallar?

Antonio Ovando Cigarroa

Al llevar a cabo un análisis de la historia teniendo en cuenta la forma en que el entendimiento humano ha evolucionado, se verifica, a la luz de los actuales conocimientos históricos, que tres son las formas en que se ha situado ante la realidad: la orientación básica mágica, la metafísica o filosófica y la científica -en el sentido moderno-.

Como se puede entrever, en los tres estadios se constata la adopción de una actitud común y fundamental: situarse ante la realidad haciendo uso del pensamiento. Ante esto, de modo inmediato asaltan nuestra atención algunas interrogantes: ¿Qué es propiamente pensar? ¿Cuál es su valor efectivo? ¿Acaso alguno de los estadios del pensar antes mencionados está por encima de los demás? De forma general puede entenderse al pensamiento como un movimiento de ideas y conceptos, por medio del cual se pretende conocer y explicar la realidad en su conjunto.

Ciertamente, el estadio representado por el pensamiento científico, en cuanto disciplinado, riguroso y ordenado, resulta cada vez más eficaz en la apropiación de posibilidades nunca antes imaginadas. Su éxito, en gran parte obedece al modelaje y control que se ha hecho del objeto dado en cuanto realidad fenoménica. De hecho, la ciencia crea conocimiento, precisamente, a partir de la observación y experimentación que efectúa en el laboratorio.

Sin embargo, dentro de la ciencia, hace necesario hipotizar sobre aquello que no es dado como objeto inmediato de conocimiento. Antes bien, es necesario proceder de forma deductiva mediante la aducción de inferencias que posibiliten la derivación lógica de lo que se pretende conocer. Por ejemplo, así como se deriva de la ley gravitacional aplicada a dos cuerpos con distintas masas, que el Sol por tener una masa mayor que la Tierra, mantiene a ésta orbitando a su alrededor, del mismo modo, se sigue, que la Tierra por tener una masa mayor que la Luna mantiene a ésta orbitando en torno suyo. Esta derivación lógica, que en cierto modo permite conocer deductivamente lo no dado, tiene en la base dos elementos imprescindibles que permiten concluir de forma consecuente: ciertas premisas o afirmaciones que se dan por conocidas y verdaderas o que de algún modo se admite; y, por otra parte, cierta regla según la cual se obtiene la conclusión.

Ahora bien, a través del contacto, tanto con las disciplinas del orden formal como con las empírico-naturales, se descubre que en ambos campos existen ciertas reglas que permiten conocer el objeto no dado. En el primer caso tales reglas son infalibles, mientras que en el segundo son no infalibles.

Así, según se puede entrever, la diferencia entre ambas radica esencialmente, en el grado de certeza que proporciona el resultado tras la aplicación de dichas reglas. Mientras que las reglas infalibles permiten obtener resultados del todo ciertos, las reglas no infalibles, por el contrario, tan sólo proporcionan verdades probables.

Lo cierto es que dentro del conocimiento científico experimental, las reglas infalibles desempeñan un papel mucho menor que el de las reglas no infalibles. Al parecer, la ciencia avanza, no mediante la formulación de teorías definitivas y acabadas que permitan un modelaje perfecto de los fenómenos que describen. Más bien, lo que la ciencia puede alcanzar y de hecho alcanza a este respecto es probabilidad, no verdades enteramente ciertas. Así, pues, la falibilidad puesta de manifiesto dentro del quehacer científico, permite enfatizar que, sin dejar de reconocer los grandes éxitos de la ciencia así como su eficacia en la intelección de la racionalidad contenida en la materia, no posee en modo alguno el marco explicativo definitivo acerca de la realidad en su conjunto. Ciertamente es lo mejor que se ha podido desarrollar; incluso, es posible reconocer dentro de su ínterin logros verdaderos y dignos de admiración. Pero eso no es motivo suficiente para conceder a la ciencia el protagonismo total en materia de lo que puede o no ser conocido. El rol protagónico al que puede aspirar el conocimiento científico, es aquel que está dado en el ámbito de su propio terreno, porque sólo ahí es competente. Fuera de él, incurre en la adopción de una filosofía ingenua y falsa.




Unos hacen como que trabajan, otros como que pagan

Alejandro Adán Díaz Balbuena

El 19 de marzo, día de los “pepes”, es el día en que la liturgia de la Iglesia dedica a San José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús. Pocas cosas se saben de él. La Biblia sólo menciona que era un varón justo y de acerca de su oficio, se nos dice que era carpintero. Hay que aclarar que el oficio de carpintero en tiempos de Jesús no estaba relacionado exclusivamente al trabajo con madera, sino que era algo más amplio. Algo así como a lo que llamamos hoy un “todólogo”.

En el marco de la festividad de este santo varón queremos referirnos a este tema, el cual es una faceta del padre adoptivo de Jesús: el trabajo humano. Para ello nos hemos acercado a José Luís Martínez, alumno del Seminario Arquidiocesano de Xalapa, quien cursa el último año de formación (IV de Teología). José Luís tiene experiencia como trabajador en la industria acerera, principalmente como “tornero” y como líder sindical de este tipo de empresas. Fue secretario general en 1994 por un periodo de 6 años consecutivos en un sindicato afiliado a la CROM, de la ciudad de Córdoba, Ver. Su trabajo de investigación para culminar los estudios teológicos los perfiló hacia el trabajo humano con la tesina: “El trabajo como medio de santificación y actividad digna del hombre”.

Según nuestro entrevistado uno de los principales problemas a los que se enfrentó, siendo líder sindical, es “el constante vicio en el que los trabajadores hacen como que trabajan y la empresa hace como que paga, lo cual genera una serie de problemas posteriores”.

Esto se debe a que muchos toman el trabajo como un peso necesario que hay que realizar. Sin embargo, comentó el ex-líder de los trabajadores, “el trabajo es una obra de Dios. El hombre con su trabajo se hace cooperador y continuador de la obra creadora de Dios. Por ello es necesario que mire su actividad como un don de Él, como una oportunidad para desarrollarse con todas sus potencias y cualidades”.

Otro punto importante en su trabajo de tesina es el “tomar en cuenta el valor de la persona, pues no es sólo un recurso o herramienta de producción, sino una persona humana”. También agregó que las condiciones actuales de trabajo y remuneración salarial no son las ideales, “el constatar esto fue lo que me orilló a desarrollar este tema en mi trabajo de tesina”.

-¿A qué te refieres cuando en el título de tu investigación mencionas que el trabajo es un medio de santificación?- preguntamos a nuestro entrevistado. “El trabajo es una actividad cotidiana donde el hombre puede encontrarse con Dios, tomar su lugar como persona, con la dignidad y valores que esto implica. Su actividad tiene un sentido más profundo que solamente recibir un salario. Es colaborador con la obra de Dios”.

Retomando la figura de san José, sabemos que él es el modelo de los trabajadores y obreros, pues con su trabajo, humilde y quizá poco codiciado, contribuyó de forma directa en la obra de Dios al colaborar en el crecimiento y educación del Hijo de Dios. Agradecemos a nuestro entrevistado y le deseamos éxito en la recta final de su formación como seminarista.



ESTO YO NO LO SABÍA...
“Parar oreja”
Erick Fentanes Antonio

En muchas ocasiones hemos escuchado el término “parar oreja”. Aunque suena chistoso, es el significado original de escuchar. Una palabra derivada de escuchar es acústica (ciencia que estudia los sonidos, objeto de la audición). Esta palabra proviene del verbo griego akúo (escuchar) y el sufijo ico (relativo a). Akúo se origina de dos voces griegas: ak (punta) y ous (oreja), de ahí que oír, en su sentido más original, para los griegos era “parar oreja”.
... pero ahora ya lo sé.



C O N C I L I Á B U L O

La forja de un México posible

El martes 17 habrá en el Seminario la presentación de un libro extraordinario. El barroco jesuita novohispano: la forja de un México posible (Universidad Veracruzana, Xalapa, 2008) de Ramón Kuri Camacho. Le hemos pedido al mismo autor que nos hable de su obra porque hay en ella una erudición y profundidad extraordinarias que tienen mucho que ver con la historia de la cultura mexicana y con el futuro de nuestra nación. Es un hecho, reconocido por muchos, que la cultura católica actual se encuentra sólo en el pasado o en sus expresiones populares. Kuri explica que la expulsión de los jesuitas (1767) fue la ruina de la cultura y de la filosofía en muchos aspectos.



La facha de los santos

La figura del señor Guízar era poco atrayente. Tampoco la madre Teresa de Calcuta era propiamente una belleza. Y el san Francisco de Asís pintado por Giotto parece francamente feo. ¿Qué tenían los santos que, sin embargo, eran tan atractivos? Pensamos en esto porque la estatua del santo Rafael Guízar, realizada por una excelente escultora, lo hará visible de una manera más aceptable a la comprensión popular. Pero lo que conmovía en la presencia de los santos no era su figura, sino su corazón: dejaban traslucir su cercanía con Dios, que eso quiere decir la santidad.



En Letras Libres

En la revista Letras Libres (marzo 2009, año XI, número 123) aparece un artículo de nuestro maestro el doctor Pedro Chavarría Xicoténcatl: La vida y el universo. Nos da mucho gusto ver que en esta revista de ligas mayores aparece publicado uno de nuestros maestros cuyo nombre es presentado junto al de grandes autores.



Convivencia con los padres de familia

Los alumnos de Teología tuvieron una convivencia con sus padres y los formadores del Seminario. En todas partes se dice que los padres de familia deben estar presentes en la escuela, y nosotros no somos la excepción. Casi siempre es un gusto extraordinario tener entre nosotros a nuestros progenitores, que nos han engendrado a la vida y a la fe y que también han tenido parte en nuestra llamada al sacerdocio.


“Nuestro petróleo”
Ralp




"El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan"
Karl Marx

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