Domingo 4 de junio de 2006




Plana semanal del Seminario
Arquidiocesano de Xalapa, Ver.
MÉXICO. Desde el año 2000

Aparece en el Diario de Xalapa


EDITORIAL

El don de Dios

En la automanifestación de Dios, que ocurre desde luego en un momento concreto de la historia humana, se afirman definitivamente el don, el amor y, a la vez, el sacrificio permanente de Cristo que salva a todos los hombres.

Pentecostés, acontecimiento de salvación para la comunidad de creyentes, no es una manifestación divina aislada. Es la continuación única y gloriosa del amor divino que se da sin reservas en el Verbo que se hizo carne (Jn 1, 14).

Siempre hemos creído que el Hijo de Dios no sólo asumió nuestra naturaleza humana, haciéndose con ello hermano nuesstro, sino que tomó además nuestra miseria y nuestra debilidad para comunicarnos la vida divina, mostrarnos el rostro de la alegre misericordia de Dios e impulsarnos a vivir el don de la vida nueva desde, con y en su persona. La misión de Jesús consistió en hacer realidad esta tarea verdaderamente mesiánica.

Esta misión salvífica de la Iglesia se prosigue, desde entonces hasta la fecha, preferentemente en los ambientes econnómicamente despreciables, políticamente alienados, culturalmente marginales y religiosamente confusos. Es en una palabra la misión pastoral permanente e irrecusable para la Iglesia, que por ser alcanza por la manifestación de la gloria de Dios se convierte en Iglesia para el espectáculo de muchos (Hch 10-3).



Fiesta de Pentecostés
JUAN BERISTAIN DE LOS SANTOS

Originalmente Pentecostés se denominaba "fiesta de las semanas" y tenía lugar siete semanas después de la fiesta de los primeros frutos (Lv 23, 15-21; Dt 16, 9). Siete semanas son cincuenta días; de ahí el nombre de Pentecostés, cincuenta, que recibió más tarde.

Según Ex 34, 22 la fiesta se celebraba al término de la cosecha de la cebada y antes de comenzar la del trigo; era una fiesta movible pues dependía de cuándo llegaba cada año la cosecha a su sazón, pero tendría lugar casi siempre durante el mes judió de Siván, equivalente a nuestro mayo/junio.

En su origen tenía un sentido fundamental de acción de gracias por la cosecha recogida, pero pronto se le añadió un sentido histórico: se celebraba en esta fiesta el hecho de la alianza y el don de la ley.

En el marco de esta fiesta judía, el libro de los Hechos coloca la efusión y el don del Espíritu Santo sobre los apóstoles (Hch 2, 1-4). A partir de este acontecimiento Pentecostés se convierte también en fiesta cristiana de primera categoría (Hch 20, 16; 1Cor 16, 8).

La fiesta de Pentecostés es uno de los domingos más importantes del año litúrgico cristiano, claro después de la Pascua.

En el Antiguo Testamento era la fiesta de la cosecha y, posteriormente, los israelitas la unieron a la Alianza en el Monte Sinaí, cincuenta días después de la salida de Egipto.

Aunque durante mucho tiempo, debido a su importancia, esta fiesta fue llamada por el pueblo segunda Pascua, la liturgia actual de la Iglesia, si bien la mantiene como máxima solemnidad después de la festividad de Pascua, no pretende hacer un paralelo entre ambas, muy por el contrario, busca formar una unidad en donde se destaque Pentecostés como la conclusión de la cincuentena pascual. Vale decir como una fiesta de plenitud y no de inicio.

Por lo tanto no podemos desvincularla de la Madre de todas las fiestas que es la Pascua. En este sentido, Pentecostés no es una fiesta autónoma y no puede quedar sólo como la fiesta en honor al Espíritu Santo. Aunque lamentablemente, hoy en día, son muchísimos los fieles que aún tienen esta visión parcial, lo que lleva a empobrecer su contenido.

Hay que insistir que la fiesta de Pentecostés es el segundo domingo más importante del año litúrgico en donde los cristianos tenemos la oportunidad de vivir intensamente la relación existente entre la Resurrección de Cristo, su Ascención y la venida del Espíritu Santo.

Se trata de abrir el corazón para recibir revelación de Dios. Esta es autodonación y autocomunicación de sí mismo que es comunión en su misma vida. Por ello, se es cristiano no sólo porque se acepte una determinada doctrina propuesta por Cristo, ni porque se cumpla un sistema de preceptos morales, sino porque se acepta vivir en comunión filial con la misma vida divina que el Padre ha ofrecido
gratuitamente enviando al corazón de sus hijos su Espíritu.

Es bueno tener presente, entonces, que todo el tiempo de Pascua es, también, tiempo del Espíritu Santo. Espíritu que es fruto de la Pascua, que estuvo en el nacimiento de la Iglesia y qe, además, siempre estará presente entre nosotros, inspirando nuestra vida, renovando nuestro interior e impulsándonos a ser testigos en medio de la realidad que nos corresponde vivir.



Pequeño Pentecostés
RAFAEL ROMÁN MELO MARÍN

La Iglesia no puede ser ajena a los profundos cambios de la historia y a las crisis de cada época. Pero el Espíritu Santo siempre manifiesta su presencia renovando a su Iglesia.

Después de la crisis provocada por las herejías del principio de la era cristiana, el Espíritu Santo suscitó el monacato para reavivar la fe en Cristo.

Al iniciarse el segundo milenio con la crisis porpia, el Espíritu renovó a la Iglesia con las órdenes mendicantes. Hoy, al principio del tercer milenio, se renueva la Iglesia con el florecer de los movimientos eclesiales.

El sábado 3 de junio se realizó en la ciudad de Roma el II Congreso Mundial de los Movimientos Eclesiales y de las Nuevas Comunidades.

El tema del congreso fue la belleza de ser cristianos y la alegría de comunicarlo.
El papa Benedicto XVI agradeció a los movimientos por su fidelidad al Papa y los obispos.




La gran ola del mundial
FRANCISCO JAVIER CHÁZARO ROSARIO

El próximo 6 de junio se inicia el mundial de futbol, la Copa FIFA Alemania 2006, es prácticamente imposible no estar enterado, alrededor nuestro hay una fiebre “futbolera”, los productos más insólitos regalan camisetas, balones, televisiones, viajes al mundial; es muy difícil encontrar alguna publicidad que no tenga que ver, de alguna u otra forma, con el balonpié.

Es innegable que estamos ante un fenómeno social que arrastra hasta a los “futbolifóbicos”, -es como la globalización, queramos o no ya somos parte de ella- y como todos los eventos de esta magnitud, los diferentes sectores que componen las sociedades lo viven desde diferentes ámbitos y con diferentes intereses, obvio.

Pero como individuos pocas veces nos percatamos que, generalmente, vivimos este tipo de acontecimientos condicionadamente, y cuando nos damos cuenta, ya estamos endeudados con la tele de pantalla gigante o con el viaje a Alemania.

Claro que es decisión nuestra el comprar o no, pero ¿qué tan reflexionada y consciente es esa decisión? ¿de quién parte la iniciativa? ¿vamos o somos llevados?, a “estas alturas del partido” ya es lugar común hablar de lo nefasto de la manipulación de los medios de comunicación masiva, de su voracidad financiera, etc.

Aparte de eso, existe algo más profundo que nos empuja a querer participar en un acontecimiento que involucra a muchas nacionalidades y que de alguna manera pone a prueba la nuestra, algo que nos hace sentirnos a un tiempo mexicanos y parte de una misma especie humana, sin importar credo o raza.

Es una gran ola en la que los que saben hacer dinero “surfean” con maestría, aprovechando el impulso que da la necesidad humana de sentirse acompañado por el otro, de no sentirse excluido, de no quedar “fuera de la jugada”.




CONCILIÁBULO


Formación permanente

Los sacerdotes de la Arquidiócesis de Xalapa y su obispo estarán reunidos del 5 al 9 de junio en la Casa de la Iglesia de esta ciudad para recibir un curso de formación sobre la salud integral del sacerdote.


Examen final de Universa

El pasado 26 y 27 de mayo los alumnos de la Facultad de Filosofía del Seminario sostuvieron el llamado examen de Universa Filosófica, equivalente al examen profesional. Felicidades a todos, se han licenciado en Filosofía en este curso lectivo 2006 que ha terminado.


Brasil en Xalapa

Uno de los eventos culturales más esperados e importantes para la sociedad xalapeña es el festival internacional Junio Musical 2006, que tiene como invitado especial al país de Brasil. Aunque ya han iniciado el pasado 26 de mayo, no está de más asistir a las jornadas culturales que se prolongarán hasta el 11 de junio.





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