Domingo 11 de Julio de 2010


E D I T O R I A L


Samaritanos

Este domingo se lee en todas las iglesias la parábola del “Buen Samaritano”. La parábola es un género muy propio de la literatura judía y las mejores parábolas son, sin duda, las de Jesús. El samaritano –como sabemos- no hace distinción de personas y ayuda en todo lo que puede al prójimo en sus necesidades. Se vuelve ejemplo perfecto de lo que se espera de un cristiano. Pero los Padres de la Iglesia vieron también a Jesucristo mismo en la figura del samaritano. Él es quien ayuda a una humanidad caída, herida por el pecado, la sana y hasta promete hacer lo que todavía sea necesario cuando Él vuelva. Admiramos la parábola y entrevemos a Jesucristo, nuestro samaritano y Señor.

C O N C I L I Á B U L O


Ha muerto el padre Palomo

Con más de 90 años de edad, ha muerto el padre Luis Palomo, que para todos nosotros fue un ejemplo de sacerdote consagrado a su ministerio. No era hombre que edificara iglesias u obras materiales, sino un hombre de Dios cuyo ejemplo atrajo a muchos. Durante años, en Tomatlán, Veracruz, orientó a las muchachas que daban catecismo para que pidieran a Dios un hijo sacerdote y, hoy por hoy, hay un gran número de sacerdotes originarios de Tomatlán, que, por cierto, se distinguen por su piedad y celo, entre ellos está el padre rector del Seminario, Roberto Reyes Anaya.

Celibato sí, celibato no

Hay que distinguir entre el mero no casarse y el celibato por el Reino de los Cielos: “Este no casarse es algo totalmente, fundamentalmente distinto del celibato, porque el no casarse se basa en la voluntad de vivir solo para sí mismos, de no aceptar ningún vínculo definitivo, de tener la vida en todo momento en una autonomía plena, decidir en cada momento qué hacer, qué tomar de la vida”. Este “celibato moderno” es un "no" al vínculo, un "no" a la definitividad, “un tener la vida solo para sí mismo. Mientras que el celibato es precisamente lo contrario: es un 'sí' definitivo, es un dejarse tomar de la mano por Dios, entregarse en las manos del Señor”.

Sulmona

El papa Benedicto XVI ha hecho una visita pastoral a la ciudad de Sulmona, en el corazón de los abruzzos, célebre por el papa Celestino V, el único papa que ha dimitido y dejado el oficio de sumo pontífice. Alguno sospecha que el papa actual está previendo también su propia dimisión según el estado de salud en el que pueda llegar a encontrarse. No hay que olvidar que el Papa tiene 83 años y que ha trabajado de manera incansable y multiplicado sus viajes. Ahora se anuncia su visita a Inglaterra.

El cardenal Newman

En la visita a Inglaterra, el Santo Padre se propone beatificar al cardenal John Henry Newman, uno de los más famosos intelectuales convertido del anglicanismo al catolicismo y cuyos libros son todavía de perenne actualidad.

¿Qué puedo hacer en vacaciones?

Por Alberto Cerdán Salas

En estos días un gran número de estudiantes en nuestro país procedentes de todos los grados de estudio: preescolar, primaria, secundaria, bachillerato y universitarios, tanto de colegios públicos como de particulares, comenzarán a vivir las vacaciones de verano, ese periodo que es uno de los más anhelados y de los más rápidos.




La mayoría de los alumnos se pueden preguntar en qué van a ocupar su tiempo libre; si se condensan las respuestas, éstas serían las opciones más populares: estar metido en mi casa todo el tiempo, descansar por completo, meditar sobre mis planes, estudiar las materias reprobadas, jugar fútbol, vacacionar en una playa, andar con mis amigos, visitar sitios públicos, etc. En fin, se nos podría escapar cantidad de respuestas que cada uno de acuerdo a su situación concreta podría pensar.


Respondiendo a la pregunta del título, se te sugiere ahora lo que con probabilidad podrías hacer, por ser sencillo, práctico y fácil de realizar. Si tienes aproximadamente 45 días sin duda es tiempo suficiente para hacer muchas cosas en vez de quedarte encerrado en un periodo escueto de actividades improvisadas; por cierto una cifra cada vez mayor de personas se deprimen al cerrar un ciclo de vida estudiantil, según un estudio psicológico, aunado a que los padres de familia en la mayoría de los casos, no compartirán las vacaciones con sus hijos; por eso lo primero es buscar una lista de actividades que querrías hacer, lo que no te permitirás es solamente no “hacer nada”.


Un empleo, puede solventarte económicamente, tal vez un oficio o comenzando a laborar en una industria, en un comercio, o en algún negocio propiedad de tu familia, aparte de generarte ingresos, te mantendrá ocupado, te ejercitaría mental y físicamente, ayudaría a adquirir el sentido de responsabilidad y conocerías más personas. Si no quieres trabajar, entonces estudia, aunque no de manera esporádica, piensa en conocer o recordar algún idioma; francés, italiano, inglés, etc. Si tienes inquietud por el arte hay cursos de música, de pintura o de actuación, que en estas fechas abren sus puertas; podrás mejorar el manejo de herramientas de cómputo o el manejar un automóvil. Si tienes conocidos en provincia es una oportunidad para visitarlos.


Lo principal podría darse en tus relaciones interpersonales, sería suficiente tiempo para conocer amigos y amigas con los cuales encontrarás diversión, una mejor comunicación y el distraerte de las actividades de rutina. Sin duda éstas y algunas otras opciones infunden impulsos para regresar a la escuela al terminar las vacaciones.



La muerte y el sentido de la existencia


POR IGNACIO LAGUNES CARRERA


Las antropologías modernas ante el problema del hombre pretenden responder analizando desde lo profundo la naturaleza del ser humano. Desde esta perspectiva “desde lo profundo”, el hombre ya no se presenta como problema sino como misterio, o como paradoja. El hombre no es un problema para el hombre en el sentido estricto, no hay nada que resolver, más bien lo humano se presenta a este hombre como un misterio, como algo que tiene que acoger y abrazar como don.

El primer enigma con que se encuentra el hombre es la vida. La muerte es una situación límite que siempre hace reflexionar sobre el carácter invaluable de la vida. Es decir, la muerte no puede sino hacernos cercanos al valor insoslayable de la vida. En efecto, nunca un ser humano se pregunta tanto por el sentido de la vida como cuando se encuentra ante la muerte, claro, no ante su muerte, sino ante la muerte de los otros, más aún ante la muerte de los que ama.

La muerte no puede ser entendida como la conclusión, el fin o el término de una etapa, si se piensa así se corre el riesgo de que semejante respuesta naufrague en el absurdo de la existencia del hombre. En resumen, de entre los seres vivos sólo el hombre es capaz de ver a la muerte más que como una conclusión.

Consecuentemente, se puede definir al ser humano con un ser-para-la-vida, están aquí las notas primeras que ayudan a dilucidar la paradoja del hombre. En primer lugar el ser hombre es un llamado irrenunciable a la vida, dicho de otro modo, el hombre es llamado a contarse entre el número de los seres vivos, ser hombre es ser para la vida. No hay hombre sin vida, o más bien la muerte no está antes que la vida, ni temporal ni ontológicamente, por la simple razón de que lo menos no puede producir lo más.

Todavía la reflexión va más allá, pues, no puede ser la muerte un constitutivo ontológico de la naturaleza de los seres humanos, la biología coloca a la muerte como una parte concluyente del proceso vital. Pero la muerte no es vida, es decir, cómo puede la muerte constituir la estructura de la vida, jamás la muerte será ni parecida a la vida, nos damos cuenta que en la vida hay algo que luego de la muerte ya no hay, existe algo que antes no existía y esto que existe ahora ya nada tiene que ver con lo que era antes, de lo anterior sólo queda lo que nunca queda: un cacho o pedazo de materialidad, un cadáver: caro data vernis, la carne dada a los gusanos.

¡Qué trágico!... todos los anhelos, las luchas, las esperanzas, los triunfos se ven desvanecidos o como desmoronados por una situación que hace absurdo el ser para la vida. ¡Qué paradójico!, aunque la vida parezca plagada de sin sentidos, todos buscamos hallarle un sentido, ya decía un existencialista “la vida es sufrimiento; sobrevivir es encontrarle sentido al sufrimiento”. Ante estas alentadoras conclusiones, aparece la antítesis del suicidio, si somos seres para la vida por qué hay quienes rechazan para sí mismos ese don del ser humano.

Es verdad, el suicidio es algo alienante, sin embargo no contradice que el hombre sea un ser llamado a la tarea de vivir. Y es que quien comete el suicidio posee un amplio sentido de la vida, aunque éste le lleva a una solución equivocada sobre sus anhelos. El suicida es un ser que ama tanto la vida que la hace ideal, y como le da un sentido que no es irrealizable, sino que actualmente no existe, entonces prefiere apresurar aquello que todavía no es, pero que sabe que en el fondo pudo ser. El suicida no ve la muerte como término de su existencia, sino como remedio de los aparentes sin sentidos que el mundo le presenta, pues, en el fondo sabe que hay algo más allá. Por lo tanto, aunque haya suicidas y asesinos, no es esto una antítesis de que el hombre sea un ser para la vida.



FRASE DE LA SEMANA:



“La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos”


Antonio Machado

1 comentario:

  1. Anónimo10:27 a.m.

    "...por cierto una cifra cada vez mayor de personas se deprimen al cerrar un ciclo de vida estudiantil, según un estudio psicológico, aunado a que los padres de familia en la mayoría de los casos, no compartirán las vacaciones con sus hijos...". Este fragmento del escrito de Mario no se entiende: "por cierto una crifra", debe llevar coma: "por cierto, una cifra"; además, ¿cuál es la cifra? Y, también, "según un estudio psicológico": ¿Cuál estudio psicológico?, ¿de qué Institución? No se entiende; es pésimo este escrito porque este fragmento quita la dinamicidad de todo.

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